Leo Medvedoff: opinión y reflexión de uno que lleva al rugby en el alma
"El rugby es un juego de formación de valores. Mi club, Los Tilos, en su enunciado dice “formar buenas personas”. Este punto en cierta parte del rugby argentino, parece estar vetusto, oxidado, empujado hacia el cajón del olvido; se lo comió el ganar a cualquier precio".
Escribo estas líneas desde el más profundo dolor, hay un joven que (no) perdió la vida, LO ASESINARON. Se llamaba Fernando Baéz Sosa. Fernando con vida, con sueños por cumplir, con familia, novia, amigos… ASESINADO. Ese punto es el principal; hubo un crimen que terminó con la vida de Fernando y, en buena parte, con la vida de su entorno.
Sin perder ese foco, me explayaré sobre algunas cuestiones vinculadas al rugby, deporte al que estoy vinculado desde los 5 años.
El rugby es un deporte de valores, es un postulado inherente a todo aquel BIEN PARIDO que haya cruzado por la puerta de cualquier club, en calidad de lo que sea. Como se es, adentro de la cancha, se será afuera del terreno y, viceversa. Es también una gran verdad del rugby.
En un deporte de alto contacto físico, el rugby tiene reglas muy claras y otras no escritas, pero arraigadas de caballerosidad, que sin estas, no se podría literalmente practicarlo.
Ahora, ¿Qué sucede para que buena parte de una sociedad, universalice el término #rugbiers como sinónimo de todo lo malo,que puede haber en un individuo?.
Primero, y regreso al foco, estamos frente a un crimen, realizado por un grupo de asesinos. Dos, si estos asesinos fueran arquitectos, o taxistas, o basquetbolistas o jugadores de otro deporte, ¿cómo titularía la prensa?
Hay una prensa amarilla, que lo único que le interesa es vender a cualquier precio. Es más vendible asociar el termino #rugbiers con la violencia, y crear controversia y odio, a cambio de un lector más, que hurgar en la verdad y hacerle honor a la vida de Fernando…
Este enfoque nefasto de periodistas (¿?) que escriben porque el aire es gratis, NO ES RUGBY. He leído las líneas de Eugenio Astesiano, periodista, amigo y cultor de este deporte, en la que coincido 100% y recomiendo su lectura.
Sin perder el foco, que es el crimen de Fernando, y lo reiteraré hasta siempre, ese es el punto, y no los titulares de la prensa inescrupulosa, ni apuntarle al rugby como deporte de asesinos, me extenderé unos minutos en este tema.
He leído el comunicado y los reclamos del público, al posteo del mismo, en la cuenta oficial de la Unión Argentina de Rugby. ¿Es responsable el rugby de un asesinato? NO. ¿Es responsable el rugby de criar a una persona?, NO. ¿Se le puede pedir al rugby, lo que no te da tu familia, tus padres, tu contexto? El rugby es un deporte de valores y de formación. Te crían en tu casa, te moldea tu entorno y sus circunstancias. El rugby, te ayuda. El rugby te da herramientas, que te van a servir dentro y fuera de la cancha, para siempre. Entonces por qué, y es una de las preguntas que leí, ¿el rugby perdió valores? El rugby, no perdió valores.
PERDIMOS TODOS como sociedad, hace muchos años. Perdimos valores familiares. Perdimos institucionalidad. Perdimos códigos… Perdimos respeto, solidaridad, amor…Perdimos calle…
Perdimos… Somos el reflejo de una sociedad de mierda. Y ahí el rugby también es reflejo, no es ajeno, no es una isla, y debe hacer autocrítica, en un punto que lo he planteado hace años en foros y es el siguiente:
El rugby es un juego de formación de valores, mi club, Los Tilos, en su enunciado dice “formar buenas personas”. Este punto en cierta parte del rugby argentino, parece estar vetusto, oxidado, empujado hacia el cajón del olvido; se lo comió el ganar a cualquier precio, ser competitivo a extremos, buscar una salida laboral a través del rugby. Lo dañó también, el querer pertenecer al entorno de personalidades brillantes para la selfie, meros mercaderes dirigenciales, a los que les importa tres carajos todo. Seres despreciables, que dejaron los valores en el vestuario y, pasaron rápidamente, de transpirar la camiseta a sudar negocios.
A esos tipos despreciables solo les interesa facturar en el rugby profesional a cambio de venderle espejitos de colores a los clubes. Clubes, quienes, con sus padres, madres, entrenadores, jugadores, ex jugadores, dirigentes, parrilleros, aguateros y todo aquel que colabora desinteresadamente siguen apostando a formar buenas personas… Hay una disociación enorme entre los clubes y su espíritu de fundación y estos soretes enraizados en varias uniones.
No son los mismos objetivos. Pero para que los vivos hagan negocio, necesitan de jugadores, y estos jugadores no crecen de un repollo, emergen de los clubes. ESOS CLUBES SON LOS QUE DEBEN PARAR LA PELOTA, y decirle al dueño del circo, que ya está bueno. El rugby no asesina, pero no debe ser cómplice.
Pido imperiosamente JUSTICIA por la vida de Fernando y porque el RUGBY, el universal, el de siempre, el bien parido, lea sus postulados y se pregunte que hicimos mal…
*Leo Medvedoff
Fue jugador, entrenador de infantiles, miembro de la Comisión Directiva y aguatero del club de rugby Los Tilos y jugador del Club Atlético Universitario, CAU de Madrid, España.
Periodista especializado en rugby desde 1985 (Test Match, La Nación, El Cronista Comercial, La Razón, Energy 101.1, Radio Universidad 1390, Radio América 1190, Multicanal, América TV, entre otros).
Creó la primera radio de rugby de la Argentina, KiwiK 100.9, y el primer programa de rugby en TV nacional en CDN sportsmax de República Dominicana, país en el que es colaborador ad honorem de Desarrollo.
*Las expresiones vertidas por mí, no involucran a ningún club, ni institución, ni medio periodístico, son personales. Agradezco a Diario Full la cordial invitación para expresarme en este medio.