Supongamos que en pleno vuelo unos 20 pasajeros comienzan a protestar porque la comida que les sirvieron "está fría".
Otros se pliegan en "solidaridad" y otro sector sigue comiendo.
La cuestión va subiendo de temperatura y se organiza una "asamblea" que resuelve destituír al piloto y a su tripulación y sacarlos de funciones.
Gran festejo en el avión porque lograron que se haga justicia.... hasta que alguien - aportando un poco de sentido comun y sensatez- pregunta a todos : "¿ y quien conduce el avión? Porque es mas que obvio que sin piloto, el avión se estrelllará. Y, además, la comida sigue fría...
Ayer un grupo de porteños, claramente promovidos desde las redes sociales, hizo un cacerolazo contra el presidente Alberto Fernández reclamando algo que es justo, como que la "clase política se baje los sueldos" y que debiera ser implementado, pero que sirve solo como "gesto" ya que aunque cobren cero peso el virus seguirá expandiéndose.
Si los legisadores del frente macrista ya había presentado el proyecto ¿ para que el cacerolazo ? Pués para presionar a Fernández .
Y el detalle es que, como en el cuentito del avión con la comida fría, poner en aprietos al piloto que nos conduce a todos es un grave riesgo a la salud y la vida de todos.