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El plan de Alberto para seducir a Larreta
*Por Jorge Joury.- El Presidente encontró la veta para iniciar la campaña política. La causa espionaje que ha desatado un verdadero vendaval sobre el macrismo, es la huella que marca el camino.
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Jorge Joury
Jorge Joury
La investigación judicial ha generado un revuelo puertas adentro de Juntos por el Cambio, que ahora enfrenta una fuerte disputa interna entre mantener intacta la unidad de la coalición o, de una vez, soltarle la mano a Mauricio Macri. De esto tratará de sacar provecho el oficialismo para fracturar a la alianza opositora. Alberto Fernández por estas horas le pone un pleno a la rebelión de los espiados. Algunos ya hablan en Olivos con cierta ironía del "compañero Horacio" (por Rodríguez Larreta) hoy también querellante en la causa abierta contra su propio jefe. Otros aseguran que el propio gurú amarillo Jaime Durán Barba comenzó a preguntarse con cierto dejo de nostalgia: ¿Y si Larreta termina con Alberto?
AF está con las antenas paradas. Para la más delicada de las operaciones, cuenta con la venia de Sergio Massa, un socio estratégico, para comenzar a hacer el ablande del jefe de Gobierno porteño, hoy visiblemente enojado, al igual que Diego Santilli, porque sobre ellos se habían posado los ojos traviesos de la AFI. Otro en los que hace foco el oficialismo, es en la figura de Emilio Monzó, un constructor de consensos y un hombre de muy buen diálogo con Massa. No obstante los rumores, que cada vez suenan con mayor fuerza, en el PRO descartan un desbande y sostienen que hoy Larreta está en condiciones de trazar su propio camino y no va a perder la oportunidad de constituirse en el líder de la oposición, con Macri en liquidación y enfrascado en un torneo internacional de bridge, que juega desde su casa de descanso de estilo francés, Los Abrojos, situada en un barrio privado del distrito de Malvinas Argentinas.
Lo cierto es que favorecido por las encuestas, las primeras espadas del Presidente perciben que es el momento apropiado para empezar a tirar las redes y captar a los principales jugadores del equipo amarillo, hoy decepcionados por los trapos sucios que tomaron notoriedad con las operaciones de la AFI y el caso Vicentín. En medio del mar de especulaciones, el problema es Cristina Kirchner. La ex presidenta tiene un entripado muy personal con todo lo relacionado con el color amarillo. De todas maneras, "tiempo al tiempo", sostienen en la Rosada. Por las dudas, desde la Rosada ya le sugirieron a Kicillof y a Berni, que aflojen un poco con la andana de críticas a Larreta. Alberto lo quiere cerca. Le da además al Presidente ante la opinión pública un perfil aperturista y moderado.
LOS SIGNOS DE UN NUEVO PERONISMO
Alberto Fernández no solo está enfrascado en la cuarentena sin fin, o en el caso Vicentín, como muchos creen. También manda señales hacia adentro de la triple alianza. Está anunciando que se viene una renovación de dirigentes. Es probable que en el 2021 ya haya nuevos jugadores compitiendo por lugares de jerarquía en el Congreso. Alberto está convencido que “hay una nueva generación de hombres y mujeres que llegan a los cargos públicos "pensando en una Argentina distinta, sin las injusticias del presente”. Lo puso sobre la mesa de la discusión hace poco más de una semana, en un discurso al participar de un acto en Quilmes. Allí aprovechó para dejar en claro quiénes formarán parte de la nueva paleta de colores. AF aseguró que verse allí escoltado por Máximo Kirchner, Wado de Pedro, Axel Kicillof, Gabriel Katopodis, Mayra Mendoza, Sergio Massa y Malena Galmarini le daba “tranquilidad”. No obstante, entre todos los mencionados, para Fernández, "Massa es el que más pinta y el que más se preparó para ser Presidente".
Pero su mujer, la flamante presidenta de AySA se llevó un párrafo aparte de halagos. “A Sergio siempre le decía que lo mejor que tiene el massismo es Malena”, bromeó Fernández, y destacó que la funcionaria “viene de una familia que ha sufrido mucho la persecución”.
Malena Galmarini, de 45 años, de carácter fuerte, creció rodeada de políticos. Es hija de dos reconocidos dirigentes del peronismo bonaerense: Fernando "Pato" Galmarini, secretario de Deportes del Gobierno de Carlos Menem y ex ministro de Gobierno bonaerense en la gestión de Eduardo Duhalde. Además, la madre de Malena es la ex diputada nacional Marcela Durrieu, de quien se cree que heredó su fuerte personalidad.
Malena Galmarini, de 45 años, de carácter fuerte, creció rodeada de políticos. Es hija de dos reconocidos dirigentes del peronismo bonaerense: Fernando "Pato" Galmarini, secretario de Deportes del Gobierno de Carlos Menem y ex ministro de Gobierno bonaerense en la gestión de Eduardo Duhalde. Además, la madre de Malena es la ex diputada nacional Marcela Durrieu, de quien se cree que heredó su fuerte personalidad.
LA MUJER QUE UNIO LAS AGUAS
Licenciada en Ciencias Políticas, Malena milita dentro del PJ desde los 18 años y a principios de 1998 fue designada en su primer cargo, como subdirectora de la Juventud dentro del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación. Tres años después conocería a su marido, Sergio Massa, y continuaría su carrera en Tigre, su bastión político. Allí fue concejal y secretaria de Política Sanitaria.
Tras alejarse del kirchnerismo y a pesar de las fuertes críticas que le hizo a Cristina Fernández, comentan Galmarini fue una de las primeras en promover que Massa participara de la unificación del peronismo.
Sergio Massa (48) nunca ocultó sus intenciones presidenciales y fue el dirigente que frenó en su momento las apetencias reeleccionistas de Cristina.
Alberto y Massa fueron funcionarios del mismo gobierno, pero la relación entre ambos se afianzó cuando el actual presidente integró el equipo de campaña del Frente Renovador en las elecciones que consagraron a Mauricio Macri. Massa había abandonado el kirchnerismo en 2013 con fuertes críticas hacia Cristina Fernández -al igual que hizo Fernández- e intentó liderar a los sectores del peronismo que no se encolumnaban detrás de la ex presidenta.
Sin embargo, el experimento de “la ancha avenida del medio” no logró aglutinar un caudal de votos suficiente para ser competitivo. El rechazo a la gestión macrista hizo el resto y Massa entonces terminó de abonar el terreno para la unidad del peronismo.
Licenciada en Ciencias Políticas, Malena milita dentro del PJ desde los 18 años y a principios de 1998 fue designada en su primer cargo, como subdirectora de la Juventud dentro del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación. Tres años después conocería a su marido, Sergio Massa, y continuaría su carrera en Tigre, su bastión político. Allí fue concejal y secretaria de Política Sanitaria.
Tras alejarse del kirchnerismo y a pesar de las fuertes críticas que le hizo a Cristina Fernández, comentan Galmarini fue una de las primeras en promover que Massa participara de la unificación del peronismo.
Sergio Massa (48) nunca ocultó sus intenciones presidenciales y fue el dirigente que frenó en su momento las apetencias reeleccionistas de Cristina.
Alberto y Massa fueron funcionarios del mismo gobierno, pero la relación entre ambos se afianzó cuando el actual presidente integró el equipo de campaña del Frente Renovador en las elecciones que consagraron a Mauricio Macri. Massa había abandonado el kirchnerismo en 2013 con fuertes críticas hacia Cristina Fernández -al igual que hizo Fernández- e intentó liderar a los sectores del peronismo que no se encolumnaban detrás de la ex presidenta.
Sin embargo, el experimento de “la ancha avenida del medio” no logró aglutinar un caudal de votos suficiente para ser competitivo. El rechazo a la gestión macrista hizo el resto y Massa entonces terminó de abonar el terreno para la unidad del peronismo.
UN RAMBO QUE TAMBIEN MIRA HACIA LA ROSADA
Sergio Berni, el ministro de Seguridad bonaerense es otro que tampoco oculta su intención de ser Presidente y se mostró esperanzado de que eso ocurra en 2023. Lo reconoció frente a la periodista Viviana Canosa.
Berni considera que la salida es por derecha, pero como Mauricio Macri fracasó estrepitosamente, cree que ahora es su turno.
El ministro está en su mejor momento y con un sólido posicionamiento mediático. Cuenta con preparación médica y castrense para enfrentar situaciones de crisis como la pandemia en el territorio bonaerense. Llegó al gobierno de Kicillof por arriba y es un outsider en el gabinete, un funcionario distinto. Eso le permite trazar su propia agenda, instalar temas y dar entrevistas sin responder a la centralidad del poder del Gobernador.
Dice cosas que Kicillof jamás diría y mantiene una altísima exposición pública. Eso vienen generando malestar en el gabinete bonaerense y en el propio Gobernador consideró algunas de sus actitudes como una falta de respeto.No obstante, Kicillof sabe que lo necesita y Berni sabe que necesita estar al frente de esa cartera caliente como Seguridad para ganar espacio en los medios. Pero eso no quita tensiones.
El ministro está en su mejor momento y con un sólido posicionamiento mediático. Cuenta con preparación médica y castrense para enfrentar situaciones de crisis como la pandemia en el territorio bonaerense. Llegó al gobierno de Kicillof por arriba y es un outsider en el gabinete, un funcionario distinto. Eso le permite trazar su propia agenda, instalar temas y dar entrevistas sin responder a la centralidad del poder del Gobernador.
Dice cosas que Kicillof jamás diría y mantiene una altísima exposición pública. Eso vienen generando malestar en el gabinete bonaerense y en el propio Gobernador consideró algunas de sus actitudes como una falta de respeto.No obstante, Kicillof sabe que lo necesita y Berni sabe que necesita estar al frente de esa cartera caliente como Seguridad para ganar espacio en los medios. Pero eso no quita tensiones.
LOS CAMPORISTAS EN CARRERA
Otro político joven que hoy ocupa un escalón clave, es Eduardo “Wado” de Pedro (43). El dirigente de La Cámpora, es conocido por su bajo perfil. Pero si algo se le reconoce, es su habilidad para hilvanar acuerdos. Además, cuenta con el apoyo incondicional de Cristina Kirchner y jugó un rol clave en su acercamiento con Alberto Fernández. También se comenta que fue una pieza clave para sumar a Massa y el Frente Renovador a la alianza antimacrista.
El ministro de Interior es hijo de Enrique De Pedro y Lucila Révora, dos militantes peronistas desaparecidos durante la última dictadura, y comenzó con su militancia en H.I.J.O.S., una agrupación de derechos humanos que lo acercó a la política territorial. Una vez dentro del kirchnerismo, se desempeñó como vicepresidente de Aerolíneas Argentinas, diputado nacional, secretario general de la Presidencia y miembro del Consejo de la Magistratura.
A pesar de ser considerado un kirchnerista duro, dirigentes de todas las vertientes del peronismo reconocen su vocación de diálogo y capacidad para alcanzar acuerdos.
Otra camporista que logró visibilidad es Mayra Mendoza (36). Es la única mujer de la mesa chica de la agrupación y al ganar la intendencia de Quilmes aportó una importante base para el trabajo territorial en la provincia de Buenos Aires.
Su militancia comenzó en ese distrito y allí se inició en la función pública con el concejal Oscar Batallés. Luego, trabajando para el senador José Eseverri se unió al espacio denominado Compromiso K.
En su rol de diputada nacional, Mendoza fue un fiel exponente de la línea dura del kirchnerismo. Pocos días antes de asumir como jefa comunal también generó revuelo en las redes sociales con un tatuaje de Néstor Kirchner en su brazo izquierdo, transparentando hacia donde van sus lealtades políticas.
Otra camporista que logró visibilidad es Mayra Mendoza (36). Es la única mujer de la mesa chica de la agrupación y al ganar la intendencia de Quilmes aportó una importante base para el trabajo territorial en la provincia de Buenos Aires.
Su militancia comenzó en ese distrito y allí se inició en la función pública con el concejal Oscar Batallés. Luego, trabajando para el senador José Eseverri se unió al espacio denominado Compromiso K.
En su rol de diputada nacional, Mendoza fue un fiel exponente de la línea dura del kirchnerismo. Pocos días antes de asumir como jefa comunal también generó revuelo en las redes sociales con un tatuaje de Néstor Kirchner en su brazo izquierdo, transparentando hacia donde van sus lealtades políticas.
LA PATA DE LOS INTENDENTES
Gabriel Katopodis (53) es otro de los ranqueados. Está al frente del poderoso Ministerio de Obras Públicas. Una cartera fundamental por los volúmenes de inversión que maneja y por la importancia que reviste para aceitar la relación del Ejecutivo con los gobernadores y los intendentes. Durante la campaña, Alberto Fernández repitió hasta el cansancio que la obra pública sería uno de los motores para “encender la economía”. Se descartaba que elegiría a un hombre de su máxima confianza.
Su militancia en el peronismo comenzó a los 18 años cuando ingresó en la Facultad de Derecho y lo llevó a realizar trabajo social en villas porteñas junto con los denominados “curas villeros”. Allí conoció a su actual esposa y logró forjar un fuerte vínculo con el Padre José María “Pepe” Di Paola con quien tiene más de 30 años de amistad.
Katopodis llegó a la intendencia de San Martín en 2011 aliando con el kirchnerismo, en 2015 renovó bajo el sello del Frente para la Victoria y en 2019 obtuvo el récord de votos (54,85%) en ese distrito. La gestión quedó trunca por el llamado de Alberto Fernández. Katopodis es una pieza clave además por su buena relación con los intendentes bonaerenses.
Gabriel Katopodis (53) es otro de los ranqueados. Está al frente del poderoso Ministerio de Obras Públicas. Una cartera fundamental por los volúmenes de inversión que maneja y por la importancia que reviste para aceitar la relación del Ejecutivo con los gobernadores y los intendentes. Durante la campaña, Alberto Fernández repitió hasta el cansancio que la obra pública sería uno de los motores para “encender la economía”. Se descartaba que elegiría a un hombre de su máxima confianza.
Su militancia en el peronismo comenzó a los 18 años cuando ingresó en la Facultad de Derecho y lo llevó a realizar trabajo social en villas porteñas junto con los denominados “curas villeros”. Allí conoció a su actual esposa y logró forjar un fuerte vínculo con el Padre José María “Pepe” Di Paola con quien tiene más de 30 años de amistad.
Katopodis llegó a la intendencia de San Martín en 2011 aliando con el kirchnerismo, en 2015 renovó bajo el sello del Frente para la Victoria y en 2019 obtuvo el récord de votos (54,85%) en ese distrito. La gestión quedó trunca por el llamado de Alberto Fernández. Katopodis es una pieza clave además por su buena relación con los intendentes bonaerenses.
Victoria Tolosa Paz se suma también a la lista de mujeres que seguramente el año próximo competirá por una banca. De gran exposición mediática,"La Cristinita", como algunos la llaman por su formación política también sueña en el 2023 con volver a competir por la intendencia de La Plata.
KICILLOF RANQUEADO Y EL PESO DE MAXIMO
Otro de los que tiene asignado un papel futuro de relevancia, donde algunos ya lo ranquean como presidenciable, es el gobernador Axel Kicillof (48). Es el hombre que se muestra como el mejor exponente de la visión política y del estilo confrontativo del kirchnerismo. En las últimas elecciones hizo valer con efectividad su capacidad de traccionar los votos de Cristina Kirchner y se quedó con la gobernación bonaerense logrando amplia ventaja sobre María Eugenia Vidal.
Doctor en Economía y docente de la UBA, comenzó su militancia en la universidad, donde conoció al actual senador Mariano Recalde y Wado de Pedro. De la mano del primero ingresó en Aerolíneas Argentinas y luego pasó a la Secretaría de Política Económica y Planificación del Desarrollo.
Durante el segundo mandato de Cristina Kirchner le llegaría su cargo de mayor responsabilidad. Al frente del Ministerio de Economía fue una de las caras más visibles del último período del kirchnerismo, para muchos el más radicalizado.
Aunque a pesar de todo, nadie podrá nunca detentar una mayor sintonía con Cristina Kirchner que su propio hijo, Máximo (43). Es cultor de un bajo perfil, pero hasta el propio Sergio Massa reconoce que el diputado jugó fuerte para lograr la unidad del peronismo y batalló contra las posturas más intransigentes dentro de su propio espacio.
El fundador de La Cámpora ganó protagonismo como sostén de su madre tras la muerte de Néstor Kirchner tanto a nivel afectivo como político. Su agrupación acaparó espacios y sumó puestos clave. Cuatro años después de salir del gobierno, hizo valer nuevamente el peso de su jefa política para el armado de las listas del Frente de Todos y en el organigrama de gobierno.
El peso propio del apellido Kirchner, hace también de Máximo una figura cantada para 2023. Rosendo Fraga cree que el candidato del kirchnerismo para el 2023 es Máximo Kirchner. "A mí me parece que está bastante claro esto. Es alguien que ha crecido mucho políticamente siendo presidente del bloque mayoritario de la Cámara de Diputados, manejando la cámara por ser el bloque más importante, que no lo está haciendo y está ubicando a la vez gente en PAMI, ANSES, etcétera.
Otro de los que tiene asignado un papel futuro de relevancia, donde algunos ya lo ranquean como presidenciable, es el gobernador Axel Kicillof (48). Es el hombre que se muestra como el mejor exponente de la visión política y del estilo confrontativo del kirchnerismo. En las últimas elecciones hizo valer con efectividad su capacidad de traccionar los votos de Cristina Kirchner y se quedó con la gobernación bonaerense logrando amplia ventaja sobre María Eugenia Vidal.
Doctor en Economía y docente de la UBA, comenzó su militancia en la universidad, donde conoció al actual senador Mariano Recalde y Wado de Pedro. De la mano del primero ingresó en Aerolíneas Argentinas y luego pasó a la Secretaría de Política Económica y Planificación del Desarrollo.
Durante el segundo mandato de Cristina Kirchner le llegaría su cargo de mayor responsabilidad. Al frente del Ministerio de Economía fue una de las caras más visibles del último período del kirchnerismo, para muchos el más radicalizado.
Aunque a pesar de todo, nadie podrá nunca detentar una mayor sintonía con Cristina Kirchner que su propio hijo, Máximo (43). Es cultor de un bajo perfil, pero hasta el propio Sergio Massa reconoce que el diputado jugó fuerte para lograr la unidad del peronismo y batalló contra las posturas más intransigentes dentro de su propio espacio.
El fundador de La Cámpora ganó protagonismo como sostén de su madre tras la muerte de Néstor Kirchner tanto a nivel afectivo como político. Su agrupación acaparó espacios y sumó puestos clave. Cuatro años después de salir del gobierno, hizo valer nuevamente el peso de su jefa política para el armado de las listas del Frente de Todos y en el organigrama de gobierno.
El peso propio del apellido Kirchner, hace también de Máximo una figura cantada para 2023. Rosendo Fraga cree que el candidato del kirchnerismo para el 2023 es Máximo Kirchner. "A mí me parece que está bastante claro esto. Es alguien que ha crecido mucho políticamente siendo presidente del bloque mayoritario de la Cámara de Diputados, manejando la cámara por ser el bloque más importante, que no lo está haciendo y está ubicando a la vez gente en PAMI, ANSES, etcétera.
Por ahora, abundan las especulaciones y estos nombres son los que suenan para un recambio peronista. El mercado de pases también está abierto para dirigentes opositores desencantados con Macri. Como se observa, el peronismo se prepara y calienta motores, pero esta vez tiene en claro que nunca más debe dividirse.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.
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