La olla que se destapó con el espionaje del que se acusa a Mauricio Macri, ha desatado una rebelión interna con figuras de primera línea que se sienten agraviadas y dispuestas a todo en el terreno judicial. Una de ellas es María Eugenia Vidal, que se presentará como querellante en la causa. La ex gobernadora hasta ahora mantiene un bajo perfil sobre el tema y espera ver qué hay en el expediente, pero ya tiene decidido impulsar la acción penal, como  también lo harán el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el vicejefe, Diego Santilli. Por ahora, puertas adentro, todos intentan que la bomba no explote y genere más diferencias, mientras Macri busca convencerlos de que es "una causa armada".

El hecho de que Vidal figure en la lista de espiadas presenta uno de los escenarios más complejos en términos de las internas. Es cierto que también aparecen otros dirigentes del "ala dialoguista" como Emilio Monzó, Nicolás Massot y Cristian Ritondo. Pero el caso de Vidal cobra particular importancia porque la ex gobernadora ya se enteró dos veces en el pasado de que la espiaba su propio gobierno y hasta le llevó el tema a Macri cuando era presidente. En ese momento, el mandatario negó todo y lo mismo hicieron las principales autoridades de la AFI, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Esta última, además, era muy cercana a Santilli, quien ahora aparece entre los espiados, lo que puede traer nuevas complicaciones internas en el espacio político. 

PARA LOS SOCIOS LAS PAPAS QUEMAN 

Mientras tanto, el ex presidente Macri y la ex diputada Elisa Carrió ya percibieron que se avecina una etapa de pases de factura. Será por eso y para mandar señales que los liderazgos aún están vivos, que fundadores de la coalición mantuvieron una conversación en las redes sociales a la que le dieron estado público. 

Allí discutieron sobre la difícil situación que atraviesa el país en medio de la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus y advirtieron sobre los “atropellos institucionales” del gobierno nacional. “Estuve hablando largo y tendido con Lilita, con el afecto y el cariño de siempre. Analizamos el momento que vive nuestro país y compartimos nuestra preocupación por los atropellos institucionales que estamos viendo”, publicó Macri. Casi en simultáneo y como pieza del mismo repertorio, Carrió destacó que la conversación se dio en un marco de mucho respeto y sinceridad. 

También comentan que Rodríguez Larreta se reunió con Macri la semana pasada y el ex mandatario le juró que no estaba al tanto de las maniobras de espionaje sobre su persona, a las que calificó de operaciones. Algo parecido le había dicho hace más de un año a María Eugenia Vidal, cuando la entonces gobernadora le planteó que la espiaban. Es la misma Vidal que, también hace unos días, proclamó en una videoconferencia que “hay que refundar el PRO”.

Mientras tanto, el Gobierno aprovecha esta confusión opositora para avivar el fuego. Abona la relación con Larreta y trata de subir al ring a Macri, mientras busca ponerlo contra las cuerdas con los escándalos del espionaje  o con los créditos estatales irregulares a Vicentin durante su mandato. 

YA NO LE ATIENDEN EL TELEFONO

Desde la aparición de expedientes de seguimiento y espionaje contra ex funcionarios bonaerenses de Cambiemos, la mesa chica del macrismo provincial está al borde de una rebelión contra el ex presidente y su entorno directo. En ese sentido, en pleno contexto de reordenamiento de tropas de cara a las próximas contiendas electorales, la segunda línea de la oposición ahora se muestra dispuesta a tomar la delantera y marcar su propio espacio.

Los rumores dan cuenta que la cúpula encarnada en figuras como María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo e incluso Diego Santilli comenzó a manifestar puertas adentro su fuerte descontento con Macri, quien en la última semana intentó apaciguar las aguas hacia el interior de su propia coalición. Muchos reconocen por lo bajo que “ya no le atienden el teléfono”. Hasta el propio primo Jorge Macri, está ofuscado y busca salir de la línea de fuego. 

En la provincia de Buenos Aires la rosca avanza en las sombras. Lejos de Macri y Carrió, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta cada día más aceitan el tándem que por el momento gana más espacio en la oposición. La dirigencia más joven bonaerense de Juntos por el Cambio se sienten más cómodos con ellos. "Para volver a ganar y que la gente nos devuelva el crédito, hay que cambiar", sostienen. Para ello hablan . De rediseñar una identidad, con nuevos integrantes y con liderazgos diferentes. Esa es la idea que se cocina a fuego lento en la Provincia y que se extiende más allá de sus límites geográficos.

VIDAL PLANEA ABRIR EL ESPACIO

María Eugenia Vidal, con una pata fuerte a nivel legislativo en el territorio, tiene el claro objetivo de renovar el espacio. Eso implica abrirlo hacia el peronismo, contener a todas las posturas  y lentamente caminar hacia una nueva fuerza que se aleje de la que supo liderar Mauricio Macri con la coalición que armó en el 2015 para llegar a la presidencia. Algunos le critican al ex mandatario que "por hacerle caso a Marcos Peña y Durán Barba, llevaron el partido hacia la derrota".

El ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio coincide con Vidal y sostiene que "hay que refundar el PRO y hacer una profunda autocrítica. Con lo que teníamos no alcanzó para transformar el país", dijo.

Por estas horas, Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta,  son las caras visibles de un cambio generacional interno. Ya no se habla de Macri como capitán del barco y hasta algunos sostienen: "Que primero que arregle sus cuentas con Comodoro Py y después vemos".
El ala más flexible o negociadora es solo un sector. Pero el escenario se torna más áspero, cuando aparece la figura de la ex ministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich. Quiérase o no, ella es otro de los liderazgos que tiene la oposición y el único látigo para el oficialismo. Desde que comenzó la gestión de Alberto Fernández es la voz opositora más confrontativa. A ella se refiere el Presidente cuando habla de la oposición que critica por Twitter.

TRAS LA BUSQUEDA DE FUEROIS
Muchos se preguntan si : ¿La renovación de liderazgo implica un enfrentamiento con Macri?. No lo descartan, pero dependerá de lo que el ex mandatario tenga entre manos para los próximos meses. Algunos dicen que buscará fueros en la legislativa del año próximo por su complicado cuadro judicial, agravado ahora por el escandaloso caso Vicentín. Si pretende pelear por el liderazgo de la coalición, la cosa se puede complicar porque no quieren saber nada con él hasta dentro del propio radicalismo.

Algunos dicen que el ex presidente buscará ser candidato a diputado nacional por CABA. Hay que tener en cuenta que el formato de la oposición que peleó la elección del año pasado con el Frente de Todos está devaluada. La gente le dio vuelta la cara, la estrategia no dio resultados y los liderazgos se deshilacharon. Hasta la marca Cambiemos o Juntos por el Cambio, como lo bautizaron en el año electoral está devaluada. Se encuentra íntimamente vinculado a la mala gestión económica de Macri.

Hoy lo que se busca  es diseñar una nueva identidad de la coalición. Hacerlo sin que haya filtraciones de dirigentes o peleas estruendosas. Por eso Vidal, un grupo de intendentes y otro de dirigentes nacionales que pusieron raíces en suelo bonaerense dedican parte de su tiempo a contener a los propios. Se trata de no perder soldados, escuchar sus preocupaciones y marcar un rumbo, una línea por donde caminar. Buenos Aires es una provincia clave para utilizar de base de un nuevo proyecto.

AUTOCRITICA Y CARAS NUEVAS

Cree Vidal que en algún momento habrá que plantear la autocrítica profunda y grupal que permita saber por qué les tocó irse. Además, su guardia pretoriana cree que "hay que sumar caras nuevas al espacio. No podemos tener a Patricia Bullrich y a Miguel Pichetto en primera línea, aunque tienen que estar adentro, porque suman para pegarle al peronismo”, advirtió.

La idea de amplitud y de sumar la pata peronista, se mantiene presente en la cuadrícula de la oposición. La búsqueda de aliados de ese signo político es una carta que está guardada en la mesa de luz de Vidal y Larreta. Lo deberán digerir en el radicalismo y la Coalición Cívica. Tendrán que entender que para volver a transitar el camino hacia al gobierno deberán presentarse como distintos. No obstante, la puerta abierta al peronismo es un objetivo claro que no se puede llevar a cabo este año , Es sencillo, hoy a ningún peronista se le ocurríría moverse del oficialismo. Habrá que esperar  los retazos que dejará la pandemia . Recién allí, podrá empezar a tejerse la nueva historia política de la oposición y ver su eventual poder de fuego Si el oficialismo sale bien parado de la pandemia y la pérdida de vidas no es exponencial, difícilmente a Alberto Fernández le puedan entrar las balas amarillas.

  

 *Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.