La Fundación FundPlata realizó una investigación sobre la situación económica y social de 100 mujeres platenses encargadas de llevar adelante solas sus familias. “Combinar la maternidad con el acceso al trabajo y su permanencia supone una problemática”, indicaron desde la fundación. Las mujeres que viven en la periferia de la Ciudad y son jefas de hogares presentan los índices más elevados de pobreza.

Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 2018, las mujeres jefas de familias, de entre 14 y 49 años, representan el 85,9% de la población, mientras los jefes (varones) representan el 14,1%. De esta manera, hace años se ve una mayor incidencia de mujeres solas que se encargan de llevar adelante la familia y el tralemática de las mujeres jefas de hogar que no pueden elegir entre trabajar o cuidar de sus hijos. “Porque en estos casos el ingreso es sólo uno y la mujer debe esforzarse el doble para poder alcanzar a cubrir las necesidades básicas del hogar”, indicaron desde la FundPlata. El trabajo se realizó sobre 100 madres jefas de hogar de los barrios Villa Elvira, Melchor Romero, Hernández, Abasto, Los Hornos y Altos de San Lorenzo. El 57% de ellas dice estar separadas de hecho o divorciadas; el 14% sufrieron abandono por parte de sus parejas y el 3% son viudas.

El estudio también señala que, en la mayoría de los casos, estas madres llevan el mayor porcentaje de ingreso al hogar. De los 100 casos tratados, 43 mujeres aportan el 100% del ingreso; 17 de ellas comparten los gastos con el otro progenitor; 10 reciben ayuda de sus propios padres, es decir, los abuelos maternos de los menores.

Sólo 32 de ellas reciben una cuota alimentaria por parte de los padres de los niños, que la mayoría son gestionadas por vía judicial. De esta manera, menos de la mitad de las madres encuestadas recibe asistencia económica por parte del padre de sus hijos. En los 8 casos restantes, las cuotas alimentarias han podido conseguirlas solicitándolas a los abuelos de los niños por parte de padre.Griselda Deluca Scanferla, especialista en Derecho de Familia, explicó: “El principal problema de la familia monoparental no elegida, es que por lo general se trata de mujeres madres jefas de hogar a las que sus ex parejas no les pasan cuota alimentaria y atento al trabajo informal, son inejecutables. Sumado a eso, no cumplen con el régimen de contacto”.

La investigación también arrojó que el 32% de ellas trabaja de lo que quiere o para lo que se capacitó, y que el 68% lo hace de manera informal. Por otro lado, el 66% declara no alcanzar a cubrir sus necesidades básicas. En el caso de este colectivo de trabajadoras, la mayor parte de ellas trabaja de manera informal y por lo tanto ese Salario Móvil, a duras penas es alcanzado.

“Las mujeres sin ingresos superan ampliamente a los varones, el 27% de hogares son monoparentales, y dentro de ese universo el 66% son hogares pobres y el 60% de éstos, tienen jefatura femenina”, explicó Carolina Atencio, integrante del Centro de Estudios para la Gobernanza de la ciudad de La Pltanto, respecto del acceso al hábitat, el informe señala que sólo el 27% de las madres posee vivienda propia, mientras que el 43% alquila, el 17% vive con sus padres y el 13% posee un terreno con una construcción no convencional.

De esta manera, el estudio visibiliza una problemática que crece en la sociedad y que se recrudece en los barrios de la periferia platense, en donde los niveles de pobreza son más altos. Por eso, desde FundPlata señalan que la “monoparentalidad es una problemática de género que necesita ser visibilizada”.