La Justicia platense recibió la denuncia penal de una joven de 27 años que dijo haber sufrido abuso cuando era menor de  edad y alumna de un colegio platense. El imputado es un sacerdote que se desempeñó en el colegio San Vicente de Paul y que desde hace tiempo viene siendo señalado en las redes sociales como presunto autor de otros ataques contra ex alumnos. 

Se trata del cura Raúl Anatolly Sidders, que se desempeñó en el colegio San Vicente de Paul de nuestra ciudad, a quien denunciaron por "abuso sexual agravado contra una menor de edad aprovechando su situación de guía espiritual como sacerdote y docente del colegio".

La causa quedó radicada en el Juzgado de Garantías N°2 de La Plata, a cargo del juez Euardo Luis Silva Pelossi, y el fiscal interviniente esrá Álvaro Garganta, de la UFI N°11.

Las acusaciones contra Sidders venían reflejándose en redes sociales y otras publicaciones de internet donde ex alumnos del colegio referían haber sufrido abusos cuando el imputado era confesor en el colegio.

"Su accionar incidió en la vida sexual de los alumnos y alumnas,  emitiendo cotidianamente juicios ofensivos y denigratorios contra mujeres, homosexuales y personas de menores recursos", señaló a ELDIA.COM la abogada patrocinante, Pía Garralda.

La letrada dijo que "de esta manera sale a la luz una situación que había estado vedada por años, y se organizaron miembros y ex miembros de la comunidad educativa para reclamar la investigación de los abusos cometidos. Esperamos que en las próximas semanas se incorporen en el expediente judicial nuevos testimonios sobre las vejaciones perpetradas por Sidders".

El sacerdote había sido trasladado a la provincia de Misiones en mayo de este año para cumplir funciones como secretario del recientemente designado obispo Nicolás Baisi y a la espera de ser nombrado capellán del Escuadrón XIII de Gendarmería Nacional en Puerto Iguazú.

En esa provincia su presencia generó también revuelo y denuncias en las redes sociales.

El cura Sidders prestó servicios en el colegio San Vicente de Paul desde el año 2002 y pertenece a la corriente considerada "más conservadora" de la Iglesia Católica, al punto de lhaber tenido denuncias en el Inadi  cuando en su programa televisivo en un canal de cable, "Ave María Purísima"  calificó como  “loquitas” y “yeguas” a mujeres que se habían manifestado en Plaza Moreno frente a la Catedral platense contra de la violencia de género. Y en otro programa estimó que si existía una plaza llamada “Che” Guevara tendría que haber otra llamada Emilio Massera. De ese programa participaban alumnos de su colegio.

El programa dejó de salir al aire luego de las quejas recibidas por el entonces arzobispo platense, Monseñor Héctor Aguer.

La abogada Garralda dijo a EL DIA.COM que no daría detalles fino de la denuncia "para preservar a la denunciante" pero confirmó que existirían testimonios sobre ex alumnos que "tuvieron que sufrir sus perversiones sexuales y su ideología profundamente medievalista, y que ya comenzaron a romper el silencio".

En ese contexto y entre otras imputaciones contenidas en las redes sociales se indicó  que el cura era conocido con el apodo de "Frasquito" porque exigía a los alumnos varones que se masturbaran y entregaran su semen en un frasco.