Muchos se preguntan con expectativa cuál será este lunes primero de marzo el argumento de Alberto Fernández cuando hable ante la Asamblea Legislativa para inaugurar un nuevo período de sesiones ordinarias y se enfrente a todos los ojos y oídos del país. ¿Volverá a echarle la culpa de todos sus males a la justicia y el periodismo?. ¿O tal vez diga que todo ya pasó y con la ida de Ginés quedó clausurado el desmanejo definitivo con las vacunas?. Nadie lo sabe, pero hay especulaciones. Será Cristina Kirchner quien lo presente y a partir de allí, habrá que empezar a hacer una lectura de rostros y palabras.
Los ultrakirchneristas apuestan a escuchar que Alberto haga alguna declaración sobre la amnistía a los presos K, especialmente cuando la directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, fue una de las voces que se alzó pidiendo por ellos junto con Eugenio Zaffaroni.
Pero nuevamente, esa posibilidad no tiene consenso entre los legisladores del Frente de Todos, que ven que el contexto judicial y político después de la condena a Báez complicó el camino para avanzar con la agenda judicial en el Congreso.
EL CURIOSO SILENCIO DE "LA JEFA"
En este contexto, llama mucho la atención el silencio de CFK, curiosamente cuando ella es una experta en materia comunicacional. En su entorno admiten que "La Jefa" tiene una máxima no escrita: "nunca hables si no hay nada por ganar y mucho menos digas nada si hay algo que perder". La ex presidenta sabe que su palabra siempre es noticia y a veces también lo es su silencio. Pero en situaciones críticas, ella aprendió a cerrar la boca para no echar más leña al fuego de las controversias que menos le convienen y menos aún después del golpe que sufrió con la condena a Lázaro Báez.
Lo cierto es que en este marco, el Presidente intentará remontar este lunes, lo que se observa como un uppercut a la credibilidad. Con los efectos por ahora imperecederos del vacunatorio vip, el fallo de la justicia contra Báez y las posibles consecuencias sobre Cristina Kirchner, el gobierno ha perdido el control de la agenda pública. Está tapado por las sospechas. En el oficialismo reconocen que va a costar apagar el fuego y remarcan la necesidad de mostrar que a partir de ahora las vacunas serán gestionadas con absoluta transparencia.
AF debe definir por estas horas, algo más que el discurso del lunes próximo ante el Congreso. El tema de fondo es el costo de estos días en materia de credibilidad y, en esa línea, cómo intentar revertirlo. La única señal parece ser el endurecimiento del discurso contra la Justicia.
UNA MOVILIZACION EN APOYO
También hay que decir que el gobierno recibirá este lunes su respaldo político. Alberto Fernández respalda y monitorea la manifestación que planean los movimientos sociales y sindicatos de la CGT, frente al Congreso Nacional, durante la Asamblea Legislativa. Tras el golpe a la imagen del Frente de Todos ante la opinión pública el primer mandatario busca mostrar una imagen de fortaleza y unidad en medio de las críticas de la oposición y los cuestionamientos internos. Aún no está confirmada la presencia de La Cámpora ni de los gremios asociados a la CTA.A pesar de que la marcha se realiza como apoyo al Gobierno por el escándalo de las vacunas, en los encuentros mencionados se consensuó evitar la utilización de cualquier consigna que haga referencia a la inoculación irregular. El oficialismo quiere dejar atrás el escándalo, a pesar de que solo pasó una semana y cuando la oposición hace lo posible por mantenerla en el centro de las discusiones.
El objetivo de movilizar a las bases será brindar apoyo al Presidente ante las críticas que recibe de propios y ajenos por la vacunación irregular.
EL RETO MENOS ESPERADO AL PROFESOR
Mientras tanto, estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, la casa de Altos Estudios en la cual el Presidente es profesor desde 1985: los jóvenes viralizaron un duro cuestionamiento en una carta abierta bajo el título “¿Se anima a decir en un aula de la Facultad de Derecho lo que declaró en México? El vacunatorio vip es delito”.
De esta manera, a través de las redes sociales, universitarios agrupados en Franja Morada, solicitaron a Alberto Fernández debatir acerca de sus declaraciones y la vacunación vip en un aula de la UBA. Alberto por ahora no abrió la boca.
A todo esto, según versiones periodísticas, Ginés González García padece un cuadro de depresión, pero estaría furioso con Alberto Fernández. Cree que lo sacrificó y lo tiró a los leones. En este contexto, habría amenazado, en su círculo íntimo, con "abrir la boca" y hacer "caer" al Gobierno. ¿Se referirá a que la ahora ministra de Salud Carla Vizzotti sabía del vacunatorio de la polémica? ¿O que el propio Presidente estaba al tanto de esta vacunación acomodada? El ex funcionario, por ahora, eligió el silencio. Pero ya dejó trascender que podría sacar los trapitos al sol lo cual hace eriza la piel de la Casa Rosada.
PREOCUPANTE CAIDA DE IMAGEN
También deambulan por las cabezas de los consultores dos elementos inquietantes, casi contradictorios: la posibilidad de un agotamiento fugaz del escándalo como otros temas alarmantes y, al revés, temen de que detone alguna reacción de fuerte enojo antipolítica.
El escándalo amenaza, además, con pulverizar la simpatía social con que contaba el Presidente en un año políticamente crucial, porque se realizarán las elecciones legislativas de mitad de mandato.
La crisis política es profunda. No se trata solo de sórdidas peleas y miserias humanas entre dirigentes políticos, ni de los clásicos arrebatos de la vicepresidenta para cuestionar las políticas y los funcionarios del gabinete. Las vacunas vip es el tema que la sociedad eligió para examinar al Gobierno y al estado del país. No es un conflicto mediático, como señala el oficialismo, ni fue creado artificialmente.
Las encuestas que se miran con lupa en la Casa Rosada, exponen costados llamativos. Hay caída de imagen o confianza y como lo indica el sentido común, la inflación lidera el rubro económico considerado como primer problema. Las medidas frente al coronavirus dividen opiniones sobre el manejo oficial. En medio de todo, y de manera significativa, la corrupción se sostiene como un rubro destacado de repudio.
El Presidente, según se dejaba trascender, venía bastante conforme hasta la semana pasada con el balance provisorio de febrero, con la prioridad colocada en lograr una mayor provisión de vacunas contra el coronavirus, llave sanitaria, con impacto social, económico y político.
El Gobierno consideraba la vacuna -sobre todo después de la validación de la Sputnik V- como un capital político propio. Apostar al éxito del operativo de vacunación era el arma electoral más soñada. Pero el barco empezó a hacer agua, antes de llegar al medio del río. Hoy se hunde cada vez más frente a explicaciones que no conforman y rescatarlo resulta casi un milagro. El Presidente tiene la palabra.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP.

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