Sólo hay algo peor que dejar marchar el mejor jugador del mundo: soltarlo gratis, sin ganar ni un euro con su marcha. En cuanto a perder cracks mundiales, el Barça es un experto imbatible -Luis Suárez el gallego, Kubala, Schuster, Figo, Cruyff, Maradona, Ronaldo, el Luís Suárez uruguayo ...- no existe ningún otro club en todo el mundo que pueda hacerle sombra, en este ámbito compite sólo contra sí mismo. Para superarse, ha tenido que esperar a contar con el mejor jugador de la historia -de la del club y de la del fútbol- y ahora sí, ahora ha alcanzado el hito legendaria: dejarle marchar con el simple gesto de abrir la puerta, gratis total, sin esperar nada a cambio.

Tradición muy catalana, ahora llega el momento de desprestigiar Messi, unos tachándolo de pesetero, otros asegurando que es demasiado viejo y aún algunos -por culpa del subconscient- diciendo que las uvas están verdes. Todo mentira, claro. La realidad es que mientras ustedes están leyendo este artículo, NoNoNo, mejor dicho, mientras ustedes están leyendo este párrafo, le han llegado a Messi ofertas de los mejores clubes del mundo, sólo espero que el finalmente agraciado envíe una postal de agradecimiento al Barça y al LFP.

Al final sólo es fútbol (yo también me apunto a ver verdes las uvas), y si ahora se nos acerca a los culés una travesía del desierto que ríanse de la de Moisés, la pasaremos con dignidad. Al menos así lo haremos los que hemos vivido los años sesenta y setenta -sin olvidar los ochenta con una liga cada quince años y alguna copa medio que celebrábamos como ... como qué? He estado buscando una comparación exagerada -el nacimiento de un hijo? La pérdida de la virginidad? Aprobar unas oposiciones? Ganar el Nobel de Medicina? - y no he encontrado ninguna que se acerque, así que dejémoslo en que lo celebrábamos como si fuera un título del Barça. Diferente será para las nuevas generaciones, que acostumbradas al caviar frecuente, les costará acostumbrarse a pasar hambre.

No, el problema no es no ganar, somos culés y estamos acostumbrados. El problema es dejar de divertirnos. Son demasiados años mirando los partidos del Barça casi prescindiendo del resultado, sólo porque sabíamos que siempre, y cuando digo siempre es siempre, en Messi haría algo extraordinario. Literalmente extraordinaria, algo que el resto no sólo era incapaz de hacer, sino ni siquiera de imaginar. Con qué ganas quedaremos aquí adelante para ir al Fogones a ver el Barça? Quizás la cerveza nos ayudar a pasar el duelo, pero mucha tendremos que beber para conseguirlo.

Consolémonos pensando que sólo hay algo peor que soltar gratis el mejor jugador del mundo, y esta no ha ocurrido: que fiche por el Real Madrid. Pero mejor no dar ideas, que el Barça ha demostrado saber siempre superarse a sí mismo.