María Eugenia Vidal apura el paso hacia la gobernación.Ya tiene trabajando en la transición a parte de su gabinete. Hernán Lacunza, directivo del Banco Ciudad, que podría conducir el Ministerio de Economía, puso bajo la lupa los números de la gestión naranja y asegura que no habrá ajuste. Leonardo Sarquís, titular de la consultora Confiagro, se prepara para ir a la cartera de Asuntos Agrarios. A Eugenio Burzaco, ex jefe de la Policía Metropolitana, es el señalado para  la misión más espinosa:  hacerse cargo de Seguridad. También se da por casi seguro que Jorge Macri podría ser el jefe de Gabinete y Julio Conte Grand  el ministro de Justicia. Antes, la gobernadora electa tiene otro desafío crucial:  convencer de que voten a Mauricio Macri las 427.000 personas que optaron por ella para conducir la Provincia, pero en las preferencias por presidente se inclinaron por candidatos de otras fuerzas políticas.

Para eso, Vidal pondrá la mira en los inundados, una deuda incumplida de Scioli.Acentuará que la proridad es un plan hidráulico inmediato, que contemple a las cuencas del Salado y de los ríos Luján y Matanza,la creación de un sistema de emergencia de salud similar al SAME porteño, el reordenamiento de la escuela primaria pública y futuras reuniones con dirigentes gremiales para escuchar las demandas laborales. La arremetida de la joven de 36 años oriunda de Castelar, no solo puso término a 28 años del reinado peronista en la provincia de Buenos Aires, sino que le arrimó a Cambiemos el control de 65 municipios contra 59 que estarán en poder del FPV. 

Algunos alcaldes, como Mario Secco de Ensenada, ya dispararon bengalas en el cielo frente al desembarco de Vidal, advirtiendo que " se le va a poner muy jodido. Le va a ser más duro a ella gobernar la Provincia, que a mi Ensenada", arremetió con sorna. En el ámbito gremial también hay marcada preocupaciòn. En el SOSBA por ejemplo, manifestaron su inquietud por los futuros puestos de trabajo y los acuerdos paritarios, además del temor creciente a una eventual privatización del servicio de ABSA. Los docentes también le marcaron la cancha y le advirtieron que sus reclamos tendrán la "misma firmeza e irán en la misma dirección" que durante estos años con Scioli. No obstante, el mayor desafío que deberá encarar Vidal es el fantasma de la policía bonaerense, una potro con nichos de corrupción indomables, que creció en un 50%  en los últimos años y hoy pisa los 100 mil hombres y que además cuenta con 3.800 móviles en 136 intendencias. 

El "se la van a comer cruda" hoy circula como una flecha con punta envenenada por los pasillos del Ministerio de Seguridad, donde esperan que desembarque Eugenio Burzaco, ex jefe de la Metropolitana. Se trata de una de las personas autorizadas por la mesa chica del PRO para hablar sobre temas vinculados con el narcotráfico, hoy enquistado en el corazón del conurbano con la connivencia de algunos malos policìas que permiten que el Paco se devore a parte de una generación de pibes. Los buitres de la Bonaerense, que además timonean el juego clandestino  y la prostitución, están agazapados, aguardando con sus alas negras las primeras movidas de Vidal. Lo que más les preocupa es de que manera podrán proteger un negocio multimillonario que encuentra en la corrupciòn su mayor aliado.

Burzaco por ahora, procurará mantener un perfil bajo debido al escándalo del lavado de dinero que involucra a la FIFA y que tiene como protagonista a su hermano, Alejandro. El joven especialista en seguridad, además es hijo del fallecido periodista Rául Horacio Burzaco, fundador del diario Tiempo Argentino, fogonero de las revistas Primera Plana y Confirmado, ex director de El Cronista Comercial y secretario de Medios durante la presidencia de Carlos Menem. Burzaco, junto con Cristian Ritondo, que suena para el ministerio de Gobierno y Guillermo Montenegro, trabajan desde hace un año en el plan nacional de seguridad de Macri como responsables de los equipos técnicos del área. 

Pero el inesperado balotaje aceleró los tiempos de los jugadores amarillos. Ahora las aspiraciones individuales apuntan a la Casa Rosada para heredar el despacho de Sergio Berni. Un eventual acercamiento a Massa abre incluso la puerta en el plano nacional a Diego Gorgal, de buena sintonía con el macrismo. No obstante, las funciones que les toque a Ritondo, Burzaco y Montenegro depende de una decisión que todavía se aguarda de Macri mismo, en conjunto con Vidal y el jefe de gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta. 

En medio de este clima de ebullición polìtica, en la sede platense del ministerio de Seguridad, hay ojos de halcón y tensa calma. Las primeras espadas de Alejandro Granados hablan de una transición sin sobresaltos. En la cúpula se espera una movida fuerte, aunque aún no hay nombres firmes. Han llegado noticias que Vidal no es fácil y tiene el pulso firme. Lo aseguran quienes han estado a su lado en situaciones dramáticas, como lo fue la trágica ocupación del Parque Indoamericano.

Vidal ya mandó señales. Anticipó frente a la prensa  que "a la policìa hay que vigilarla y controlarla para que no se salga de caja", algo que en la mesa chica del macrismo comparten. Apuntarán a un proceso de reforma sostenido para no levantar olas y malestar. Hablan de "dignificar la carrera, para poder controlar y exigir" . Creen reeditar la experiencia de la Metropolitana, con buenos salarios para dejar de lado la cultura de pasar la gorra. El profesionalismo con un apto físico y practicas de tiro, serán obligatorias para poder trabajar en la calle. Además, las espadas de Vidal en materia de seguridad quieren reentrenamiento a fondo. No ven con buenos ojos que jóvenes de apenas 18 años reciban una placa y un arma de fuego luego de un curso de apenas 6 meses. Si bien es cierto que renocen que la fuerza necesitaba recuperar presencia en las calles, señalan con énfasis que un pibe de 18 años no tiene capacitación suficiente, es fácilmente cooptable y usando el arma mal, podria generar casos de gatillo fácil.

En el cuartel general de la Bonaerense en La Plata, nadie habla de un motìn para la futura gobernadora, pero aguardan expectantes los cambios y de que manera resguardarán sus "quintas". Tienen experiencia en resistir, despuès de haber pasado por las gestiones de Arslanián, Aldo Rico, Stornelli, Casal y Granados. Del lado de Vidal son optimistas. Aseguran que "la maldita policìa de los 90" se extinguió y que hoy la fuerza está integrada por comisarios generales muy jóvenes que vienen de la gestiòn de Arslanián, donde para ascender había que ser abogado o tener estudios especializados, además de un legajo intachable. También hay que decir que Asuntos Internos hoy ejerce un control muy estricto.

Para la relación futura entre Vidal y la Bonaerense, tendrá mucho que ver que tan profunda sea la purga que se ponga en marcha para oxigenar una fuerza que hoy ve con buenos ojos el sistema contrevencional del gobierno porteño y los recursos que tienen. La oficialidad no quiere más la demonización y espera que se separe la paja del trigo. El desafío para Vidal es mayúsculo, ya que la seguridad es hoy una de las mayores demandas de la población en un territorio extenso y complejo. Allì  el delito va mutando y tomando las formas más rentables, al servicio de quienes pasan la gorra a cambio de mirar hacia otro lado.

Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información. Su correo electrónico es[email protected]. Quienes quieran consultar su blogspot, pueden recurrir al sitio: Jorge Joury De Tapas.