Miércoles 9 de la mañana. Departamento semicéntrico donde el intendente electo, Julio Garro, ha montado su centro de operaciones antes del 10 de diciembre. En el ascensor mira los mensajes ingresados a su teléfono celular. A esa hora de la mañana ya suman 1.800. Respira profundo y sin leer ninguno, guarda el teléfono en el bolsillo derecho de su saco azul. 

- Buen día. ¿Alguna novedad?.
- Si, Julio. Están llamando por lo de los Rolling Stones.
- ¿Qué?.
- Los Rolling Stones, el recital.
- ¿Pero...quién está llamando?.
- Y...mirá. Tengo una lista aca...el doctor Gjwjkw; el ingeniero Kkkksjjehsj; el arquitecto Jujajshjwjss; la señora de Rhhsskak...las hijas de Olilsjenskke, el sobrino nieto de Trsjjdiejjs y la lista sigue, eh, es bastante larga.
- Pero...pero...¿Y qué quieren?.
- Entradas, Julio. Entradas para ver a los Rolling Stones.
- Pero...que se las vayan a comprar ellos!!!. ¿Yo qué tengo que ver? ¿Cuando es el recital?.
- Ahora, en febrero.
- ¿En febrero? ¿Y ya me están pidiendo entradas a mi?.
- Y...si. En febrero ya vas a ser el intendente.
- Pero de todas formas, ¿Yo que tengo que ver? ¿Qué pasa, se agotaron las entradas ya?.
- No Julio. Entradas hay. Lo que piden es entradas de protocolo. Gratis. ¿Entendes?.

- Pero...explicales que la Muni no organiza ese recital. Es un disparate. ¿Cómo voy a traer yo a los Rolling Stones?. Deciles que hablen con los que organizan.

- Ya lo saben, Julio. Lo que pasa es que siempre que hubo grandes recitales...este...hubo entradas de protocolo...¿entendés?.

- Explicame mejor.

- Este...siempre hubo un...digamos...mecanismo para que los que organizan recitales en 25 y 32 entreguen algunas entradas de protocolo al Municipio...viste. 

- Si. Entiendo. Dios Mio. Consiganmé un café bien negro, por favor.