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El pacto secreto entre Vidal y Massa para anclar al PJ
Por Jorge Joury
El duelo por la derrota del oficialismo en las urnas, será largo y duro de digerir. El olor a cala aún es muy persistente, a tal punto que provoca alucinaciones del pasado en algunos sectores. Por ejemplo, la palabra "Resistencia" ha vuelto a instalarse en boca de los sectores juveniles, como una suerte de desafío irresponsable. No hay que olvidar que ese grito de guerra dejó huellas muy profundas y dolorosas en la historia del peronismo. Predominó durante los períodos que van de 1955 a 1973, donde la proscripción, persecuciones, cárcel, torturas y hasta fusilamientos fueron moneda corriente. Hoy, peligrosamente ha vuelto a brotar como hongos venenosos, principalmente en los círculos que responden a La Cámpora. Son ellos los que han resucitado la "resistencia" para dejar sentado que se opondrán al nuevo gobierno, aunque aún no han confesado las herramientas que utilizarán.
Frente a estas señales de alerta, desde Cambiemos avanzan sobre un pacto de gobernabilidad. En el plano bonaerense el peronismo lo advirtió y le saltó a la yugular a María Eugenia Vidal . La jugada tiene que ver con haberle ofrecido al massista Jorge Sarghini la presidencia de la Cámara de Diputados, escoltado por el radical Manuel Mosca como vice. Es la llave para bloquear la frágil unidad del FpV, que remó con denuedo para mantener a Horacio González como presidente de la Cámara, un hombre que jugó todos estos años con la sombra silenciosa y la doble firma del ultra K José Ottavis. Acordar con ese sector, para Vidal era inaceptable. Implicaba a todas luces cerrar un acuerdo de convivencia política con La Cámpora, uno de los demonios sobre los que el PRO construyó su discurso de "cambio".
La estrategia de colocar a Sarghini de presidente y Mosca como vice, dejará al peronismo casi en un páramo, en medio de una batalla interna por la construcción de jefaturas y liderazgos. Pero la picardía ya fue advertida por el titular del PJ provincial e intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, quien no vaciló en poner el grito en el cielo.
“No entiendo por qué motivo Macri y Massa deciden dinamitar la posibilidad de trabajar juntos y colaborar entre todos. Son profundamente antidemocrático y sinónimo de un oscuro e inédito contubernio que no es bueno para el pueblo de la provincia más importante del país”, indicó. Espinoza argumentó que históricamente en la provincia de Buenos Aires la primera minoría, hace años le corresponde a los radicales, se hizo con lugares clave en el control de la Legislatura bonaerense y del organigrama estatal para asegurar la convivencia democrática.
“Si son el ‘cambio’ vuelven con sus actos recientes a viejas prácticas y típicos acuerdos logrados entre gallos y medianoche, haciendo honor a los años más oscuros de la Argentina”, concluyó el alcalde.
Hay quienes aseguran que el pacto secreto entre Sergio Massa y María Eugenia Vidal, va más allá y extiende sus tentáculos hacia las elecciones legislativas de 2017. Tanto Cambiemos como el Frente Renovador tienen en claro que el peronismo jugará todas sus fichas en territorio bonaerense para ganar esas elecciones y estar mejor plantado cuando Macri termine su mandato.
Hay que tener en cuenta que el nuevo Presidente enfrenta el gran desafío de gobernar al país con un Congreso especialmente fragmentado, una Corte Suprema incompleta en su conformación que deberá ser aprobada por un Senado opositor, un sindicalismo dividido y una situación económica muy compleja.
Por el tenor de las versiones, la provincia de Buenos Aires se presenta hoy como el escenario más caliente donde aparecerá la primer prueba de fuego. Consciente de que comenzar a domar ese territorio plagado de hostilidades, será clave para la gobernabilidad de la Nación, María Eugenia Vidal ya prepara su plan de contingencia. Intentará con acciones concretas frenar cualquier intento de desborde, saqueo o toma de tierras.
La estrategia de colocar a Sarghini de presidente y Mosca como vice, dejará al peronismo casi en un páramo, en medio de una batalla interna por la construcción de jefaturas y liderazgos. Pero la picardía ya fue advertida por el titular del PJ provincial e intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, quien no vaciló en poner el grito en el cielo.
“No entiendo por qué motivo Macri y Massa deciden dinamitar la posibilidad de trabajar juntos y colaborar entre todos. Son profundamente antidemocrático y sinónimo de un oscuro e inédito contubernio que no es bueno para el pueblo de la provincia más importante del país”, indicó. Espinoza argumentó que históricamente en la provincia de Buenos Aires la primera minoría, hace años le corresponde a los radicales, se hizo con lugares clave en el control de la Legislatura bonaerense y del organigrama estatal para asegurar la convivencia democrática.
“Si son el ‘cambio’ vuelven con sus actos recientes a viejas prácticas y típicos acuerdos logrados entre gallos y medianoche, haciendo honor a los años más oscuros de la Argentina”, concluyó el alcalde.
Hay quienes aseguran que el pacto secreto entre Sergio Massa y María Eugenia Vidal, va más allá y extiende sus tentáculos hacia las elecciones legislativas de 2017. Tanto Cambiemos como el Frente Renovador tienen en claro que el peronismo jugará todas sus fichas en territorio bonaerense para ganar esas elecciones y estar mejor plantado cuando Macri termine su mandato.
El mosaico político significa poner como cabeza de lista para senadores a Sergio Massa y un dirigente del PRO y llevar separados las tiras de diputados nacionales y provinciales. Se trata de un mecanismo de ajedrez similar al que llevó adelante Eduardo Duhalde en el 2005 cuando su mujer Hilda “Chiche” encabezó la lista de senadores pero iba en dos: la del partido Justicialista y la de Partido Unidad Federalista (PAUFE) de Luis Abelardo Patti.
Más allá que en aquella elección, Cristina Fernández de Kirchner logró una victoria contundente como candidata a senadora, hoy el acuerdo entre Cambiemos y el FR es más ambicioso. Si a los votos del macrismo se le suman los del massismo, convierte a la fórmula de Massa y el PRO en casi imbatible y se aseguran ambos espacios, no perder legisladores nacionales o provinciales ya que los socios iran con sus propias boletas.
De funcionar este acuerdo, el peronismo bonaerense deberá presentar una fórmula ultra competitiva. Aún no hay una figura central, más allá que Daniel Scioli apunta a encabezar la lista de senadores por la provincia. Habrá que escuchar a Cristina y especialmente a los 54 intendentes del FpV que opinarán por su peso territorial.
Según se comenta en el círculo íntimo de Cambiemos, lo que construyó María Eugenia Vidal a nivel bonarense, tiene que ver con una estrategia que ha delineado su jefe polìtico a nivel nacional para desactivar los misilazos del peronismo durante la gestión. Macri no quiere terminar como De la Rúa y a través de Rogelio Frigerio, su ministro del Interior ya comenzó a avanzar sobre los bolsillos, el órgano más sensible de los gobernadores e intendentes justicialistas. Para prescindir de la intermediación de Cristina, les ofreció fondos para garantizar el pago de sueldos y aguinaldos."Macri quiere unas fiestas sin sobresaltos y que sea una suerte de reencuentro para los argentinos", sintetizó una fuente confiable.Más allá que en aquella elección, Cristina Fernández de Kirchner logró una victoria contundente como candidata a senadora, hoy el acuerdo entre Cambiemos y el FR es más ambicioso. Si a los votos del macrismo se le suman los del massismo, convierte a la fórmula de Massa y el PRO en casi imbatible y se aseguran ambos espacios, no perder legisladores nacionales o provinciales ya que los socios iran con sus propias boletas.
De funcionar este acuerdo, el peronismo bonaerense deberá presentar una fórmula ultra competitiva. Aún no hay una figura central, más allá que Daniel Scioli apunta a encabezar la lista de senadores por la provincia. Habrá que escuchar a Cristina y especialmente a los 54 intendentes del FpV que opinarán por su peso territorial.
Hay que tener en cuenta que el nuevo Presidente enfrenta el gran desafío de gobernar al país con un Congreso especialmente fragmentado, una Corte Suprema incompleta en su conformación que deberá ser aprobada por un Senado opositor, un sindicalismo dividido y una situación económica muy compleja.
Por el tenor de las versiones, la provincia de Buenos Aires se presenta hoy como el escenario más caliente donde aparecerá la primer prueba de fuego. Consciente de que comenzar a domar ese territorio plagado de hostilidades, será clave para la gobernabilidad de la Nación, María Eugenia Vidal ya prepara su plan de contingencia. Intentará con acciones concretas frenar cualquier intento de desborde, saqueo o toma de tierras.
Sus ministros de Seguridad y Desarrollo Social trabajan por estas horas sobre una plantilla para evitar desmanes para las Fiestas. Cristian Ritondo, el futuro ministro de Seguridad ya ha voceteado un mapa de las zonas más destellantes. Merlo, Moreno, Florencio Varela y, en menor medida, La Matanza se encuentran bajo la lupa de las fuerzas de seguridad. Para ello, se reforzará la presencia policial en los supermercados. Se trata de más de 300 establecimientos en los que habrá dos móviles y entre siete y diez agentes para custodiarlos. A ellos se le agregará el monitoreo de los chinos, que superan largamente esa cifra en cantidad de locales .
Se trabaja sobre un sistema de alerta que permita actuar rápidamente para desbaratar el primer atisbo de desborde. En el plan, otro de los puntos rojos serán las cárceles. Según describen en el equipo de Ritondo, la mayoría de los motines se registran durante las Fiestas. Frente a esa hipótesis, habrá un operativo especial en los alrededores y se extremarán los cuidados en el Servicio Penitenciario.
Se trabaja sobre un sistema de alerta que permita actuar rápidamente para desbaratar el primer atisbo de desborde. En el plan, otro de los puntos rojos serán las cárceles. Según describen en el equipo de Ritondo, la mayoría de los motines se registran durante las Fiestas. Frente a esa hipótesis, habrá un operativo especial en los alrededores y se extremarán los cuidados en el Servicio Penitenciario.
Además, previendo que organizaciones como Quebracho y Barrios de Pie levanten olas en las zonas más carenciadas del conurbano reclamando bolsones de alimentos, la otra pata de la estrategia será la entrega de cajas navideñas. Y están contabilizadas unas 200 mil personas que se considera están en situación de vulerabilidad. El saliente ministro de Desarrollo Social, Eduardo Aparicio, se comprometió a dejar listas las cajas, que ya fueron licitadas para el macrismo. Además de ello, Santiago López Medrano, quien ocupará ese cargo desde el 10 de diciembre, inició una ronda de conversaciones con las principales organizaciones sociales para garantizarles la continuidad de los planes.
Otra de las cuestiones a resolver es la salarial. Allì María Eugenia Vidal deberá obtener los fondos para pagar sueldos y aguinaldos a los más de 650 mil estatales. Enfrentará además una fuerte presión sindical por recomponer el salario frente a la inflación. Vidal deberá atender estas demandas con madurez y equilibrio o tendrá un verano caliente, dijeron los gremios más duros que le marcaron la cancha. La gobernadora reconoció que recibirá una provincia "difícil", una suerte de potro indómito, pero advirtió que no se dejará presionar. "El fin de año pasado no hubo incidentes y teníamos similares niveles de pobreza. Si hubiera ahora, no queda más que pensar que hay intención política de desestabilizar," lanzó para cubrirse y de paso poner al descubierto a los posibles ideólogos de un eventual escenario de caos.
Otra de las cuestiones a resolver es la salarial. Allì María Eugenia Vidal deberá obtener los fondos para pagar sueldos y aguinaldos a los más de 650 mil estatales. Enfrentará además una fuerte presión sindical por recomponer el salario frente a la inflación. Vidal deberá atender estas demandas con madurez y equilibrio o tendrá un verano caliente, dijeron los gremios más duros que le marcaron la cancha. La gobernadora reconoció que recibirá una provincia "difícil", una suerte de potro indómito, pero advirtió que no se dejará presionar. "El fin de año pasado no hubo incidentes y teníamos similares niveles de pobreza. Si hubiera ahora, no queda más que pensar que hay intención política de desestabilizar," lanzó para cubrirse y de paso poner al descubierto a los posibles ideólogos de un eventual escenario de caos.
Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información. Su correo electrónico es [email protected]. Para visitar su blog hay que dirigirse al sitio. Jorge Joury De Tapas.