Macri padece los últimos actos de gobierno que  lo están condicionando a futuro. También pegan en la sociedad en general, que terminará pagando los platos rotos de la "fiesta". Al mismo tiempo, los desaciertos comprometen el destino polìtico del peronismo, hoy aún entrampado en la telaraña ultra K.
La retirada de CFK se parece más al apocalipsis, que a un hecho clásico de alternancia en el ejercicio democrático. Los palos en la rueda a Macri incluyen no aceptarlo como un par y que la ceremonia del traspaso del mando se materialice en el Congreso. Allì se teme que las gradas sean copadas por representantes camporistas.
Desde la vereda del PRO imaginan un escenario en el que Cristina salga calurosamente saludada por sus militantes y el próximo presidente reciba, una silbatina. También existe preocupación por una gran movilización a la Plaza de los Dos Congresos para despedir a quien manejó el destino del pais durante dos períodos. Allí podrían toparse los militantes de ambos espacios. "Nos quieren marcar la cancha desde el vamos", dijo una fuente responsable de Cambiemos.
De hecho, Cristina le está planteando a su sucesor un desafío político de magnitud: El control de la calle. Acostumbrada a jugar al límite, deja a Macri frente a la opción de aceptar que la presidenta saliente le cope la fiesta de su asunción en una pelea de final incierto. También la  titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se encargará de colocar otras granadas. Aseguró que "cuando asuma el nuevo gobierno" de Mauricio Macri, a quien consideró el "enemigo", se realizará una marcha a Plaza de Mayo que comenzará a las 15.30 y se extenderá hasta el otro dia,  bajo la consigna "ni un paso atrás. Resistir es combatir".
La Constitución obliga a Macri a jurar ante la Asamblea Legislativa, pero no necesariamente a recibir el bastón y banda presidencial, un ritual de entrega de atributos de la Presidencia que hasta 2003 siempre se hizo en la Casa Rosada. Se modificó ese año porque Eduardo Duhalde había sido elegido por el Congreso y sólo por practicidad y apego a la tarea legislativa, Cristina mantuvo esa dinámica.
Macri prefiere jurar rápido en el Congreso y hacer una ceremonia institucional en la Casa Rosada, con invitados especiales y los cinco presidentes de la región que ya comprometieron su asistencia. Pero no hubo manera de ponerse de acuerdo con Cristina en la breve y ríspida reunión que tuvieron en la Quinta de Olivos.
Bajo el lema "arruinemos la fiesta de Macri", que le propone La Cámpora,  CFK está dispuesta a vaciarle el Tesoro al presidente electo. La generosa "raspadita" de Cristina, que dejará un déficit fiscal que supera los 350 mil millones de dólares, también incluyó el envío de 1.300 millones de pesos en un avión Hércules de la Fuerza Aérea que fueron descargados en sacas de cuerina en el aeropuerto de Río Gallegos. El premio tenía como destinataria a su cuñada Alicia Kirchner que asumirá la gobernación. Con ello le  asegura el pago de sueldos por lo menos hasta abril.
La jefa de Estado, una suerte de Papá Noel de fin de ciclo, ya venía anunciando que su retirada iba a ser plena de regalos. Incluyó nombramientos de embajadores en días recientes o de incorporar a miles de camporistas al Estado, además de tabicar el Banco Central, la Procuraduría y el Afsca. También amplió la estructura burocrática. En el último año, la Presidenta y sus ministros crearon 316 direcciones y coordinaciones nuevas que engrosaron el organigrama. Aunque algunas de estas decisiones podrían rectificarse en el gobierno de Macri, lo cierto es que todo el abanico patentiza sin pudor una política de rencor, que se ejerce como una suerte de venganza para curar las derrotas.
Lo que la mandataria se ha olvidado de repasar en su hoja de ruta, que la víctima no es sólo Macri. También lo es el  PJ, atado a sus caprichos durante demasiado tiempo y al que arrastró con una derrota en las urnas. Debió entender que la porción del electorado que votó por un cambio de estilo en el ejercicio del poder es mucho más amplia que el 51,34 por ciento que sacó Macri. La mayorìa de los que se volcaron por Daniel Scioli confiaron también en su manera distinta de hacer política. La decisión de Cristina Kirchner de profundizar aún más su política de tierra arrasada compromete, por lo tanto, ante los ojos de la opinión pública el destino del justicialismo, que siempre demostró plasticidad para adaptarse al clima de la época.
La última bomba de tiempo que activó Cristina tiene que ver con la firma de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que restituye el 15% de los fondos coparticipables que financiaban a la ANSES a las provincias, en una suerte de cumplimiento extendido del fallo de la Corte Suprema que obliga a la Nación a devolver fondos a Córdoba, Santa Fe y San Luis.
La decisión, que en el macrismo calificaron de "mamarracho", contempla "el cese a la detracción del 15% de la masa de impuestos coparticipables pactada" entre la Nación y las provincias en 1992, como parte del llamado pacto fiscal y el traspaso de las cajas previsionales a la administración central. Se trata de $ 98.182 millones a números de 2015. 

Estas imágenes del naufragio, no hacen más que  desnudar excesos incomprensibles de quien nos gobernó durante ocho años y en su momento haciendo historia como Perón, logro casi el 54% de los votos. 

Otro de sus reflejos cuasi monárquicos, está relacionado con quienes deberán velar por su seguridad cuando baje al llano. En las últimas horas CFK le ordenó al jefe de su custodia, el comisario Diego Carbone, la conformación de una división especial para su propia custodia personal cuando se mude a Río Gallegos. Allí fijará su residencia permanente con viajes intermitentes a la Capital Federal. Solicitó un cuerpo que tendría unos 100 efectivos de la Policía Federal y decenas de móviles.
Para que el lector compare, las custodias de los ex presidentes suelen tener no más de 30 efectivos, que son los necesarios para hacer los relevos, cubrir todos los días, inclusive los de franco y varios turnos. 

Frente a este escenario, cunde el tremendismo en los economistas amarillos. Sospechan lo que es un secreto a voces: que el Banco Central ya estaría con respirador artificial, al carecer de reservas tangibles. Incluso se habrían utilizado tres mil millones de dólares que no tendría. Se dice que las cuentas en rojo podrían ascender a los 6 mil millones de dólares. Hay quienes aseguran que en el Central hay apenas monedas y se estaría reponiendo de urgencia algún flujo de fondos para no sembrar pánico en la cuenta regresiva de la transición. Si pegamos un vistazo al pasado, es el peor final para un ciclo que debutó en el 2007 con 46 mil millones de dólares de reservas.
Una prueba del desmadre, según los especialistas, es que la página de la AFIP para la compra del dólar ahorro permanece casi inactiva. La excusa es que está “caída por problemas técnicos”, alegan desde el ente recaudador para frenar la fiebre verde. 
Según fuentes confiables, con datos a octubre, las cuentas públicas acumularon en diez meses de 2015 un rojo financiero de casi 298 mil millones, mientras que el resultado primario alcanzó los 130 mil millones de pesos. Con estas cifras se refuerzan las estimaciones de economistas que proyectan un déficit fiscal financiero por encima de los 350 mil millones de pesos para el cierre del año, equivalente a casi el 75% del PBI, debido a que por estacionalidad el desequilibrio se profundiza en diciembre con el pago de salarios, aguinaldo y bonos de fin de año a cargo del erario público.
Con esta mochila a cuestas, el hombre que arrancó en Casa Amarilla y que hoy está con un pie en la Rosada, también ha observado falta de sincronización en su futuro equipo económico. Una prueba es que se han disparado los precios, entre ellos la harina y la carne. Ocurrió después que Ricardo Buryaile, el ministro de Agricultura, anticipó que el nuevo gobierno, sacará las retenciones. Macri le ha pedido silencio a sus espadas. Quiere ser él quién anuncie el plan integral y le cuente a la opinión púbica de qué manera se saldrá del infierno rojo. El 9, un día antes de la asunción de Macri, Cristina se despedirá en Plaza de Mayo de la militancia. Allì podrá contar su último capítulo de "la década ganada".

Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información. Su correo electrónico es[email protected]. Para entrar en su blogs: Jorge Joury De Tapas.