Si algo queda en claro con la denominada fuga del siglo, es que los tres delincuentes más buscados de la Argentina están poniendo en ridículo el sistema de seguridad, O tal vez haya que reflexionar sobre la existencia de una cadena de encubrimientos lo suficientemente poderosa como para superar la efectividad del aparato de seguridad que comanda el ministro Cristian Ritondo. Pese a que las autoridades  hicieron trascender el jueves que los fugitivos estaban cercados, atrapados en un operativo cerrojo y que negociaban para que se entreguen, por el momento siguen siendo tres fantasmas que deambulan impunemente por el sur del Gran Buenos Aires.

CONTRA TODA LOGICA

A Cristian y Martín Lanatta y a Víctor Schillaci se les adjudica ser los protagonistas de un violento tiroteo en la mañana del 31 de diciembre en el que quedaron heridos dos policías. Eso llevó a detectarlos en la zona de Ranchos, cerca de Chascomús. Pese al anunciado operativo cerrojo, la acción se trasladó luego a los barrios donde vivía el trío antes de ir a prisión, Quilmes, Florencio Varela y Berazategui. En este escenario, hay cuestiones serias para destacar.Por ejemplo, que los evadidos estuvieron dos veces en la casa de la ex suegra de Cristian Lanatta, donde llamativamente no había custodia. Le pidieron plata y se llevaron su camioneta Kangoo para huír. También fueron a la vivienda de un amigo a buscar dinero. La lógica indica en estas circunstancias que los prófugos, tarde o temprano, deberían ser capturados porque carecen de recursos y se desplazan por un área muy acotada.

DESAFIO POLITICO A MACRI Y VIDAL

Todo se parece a una película de ciencia ficción, donde los reos del penal de General Alvear están  poniendo en jaque a unos 700 policías bonaerenses, oficiales de la Federal del departamento Interpol, el uso de dos helicópteros, el Grupo de Operaciones Federales (GEOF), la división Perros de la Federal e, inexplicablemente, la infantería policial. Para que no faltara nadie a la cita, también anunciaron que intervenían efectivos de la Metropolitana y, como es obvio, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El despliegue no hace  más que transparentar el desafío político con el que la administración de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal tomaron el caso. 

PASES DE FACTURA

No es para  menos, inexplicablemente se les escaparon de forma burda y con un arma de madera tres condenados a prisión perpetua de un caso resonante, que además terminó dejando fuera de combate al candidato a gobernador del FPV, Aníbal Fernández, acusado por uno de los hermanos Lanatta de ser el cerebro del tráfico de efedrina y de la masacre de General Rodríguez.  Ritondo, sobre el que algunos especialistas cuestionan sus conocimientos en materia de seguridad, ya que siguió consejos del ex ministro Alejandro Granados y dejó en pie a varios jefes de la bonaerense, en las últimas horas denunció que detrás de la fuga está la mano negra del ex jefe de Gabinete de Cristina, "ligado al submundo de Quilmes". También hay quienes ven en la decisión de Vidal de dictar la emergencia penitenciaria, un pase de factura de los altos jefes del servicio. Hay que tener en cuenta que las cajas de dinero que manejaban esos funcionarios de manera directa con los proveedores, con ese mecanismo, pasaron a la órbita del Ministerio de Justicia y los dejaron con las manos vacías.

PUNTOS OSCUROS, PERSONAJE CLAVE

Hay  otros puntos oscuros  a dilucidar. Por ejemplo, el fiscal que intervino en el caso del tiroteo en Ranchos, Mariano Sibuet, diagnosticó que no descarta ninguna hipótesis. La camioneta que aparece en imágenes parece similar a la usada en la fuga de General Alvear o a otra Ford propiedad del amigo de los Lanatta, Marcelo Melnyk, apodado “El Faraón”. Este individuo tendría un buen pasar económico y dueño de dos pizzerías con ese nombre. Además, aparece en algunos portales informativos en una foto junto a Aníbal Fernández. Por ahora es el único detenido del caso y aún no se sabe qué papel  jugó en la fuga. Fuentes allegadas a la pesquisa. sostienen que la llave para esclarecer la fuga del siglo hay que buscarla en la zona sur del conurbano.

¿OTROS DELINCUENTES EN EL TIROTEO?

 En cuanto al episodio de Ranchos, existe la posibilidad de que otro grupo, tal vez viniendo de un raid delictivo, haya protagonizado el tiroteo, algo que no es inhabitual. No obstante, para el ministro Ritondo está claro que fueron los prófugos de General Alvear los que dispararon contra los policías.La secuencia que se ve en el video difundido el mismo jueves indica que quienes dispararon lo hicieron para evitar que los policías del control dieran el alerta a otras unidades.

EXPERTO EN TELEFONOS CELULARES

Del enfrentamiento se puede inferir que, si en realidad fueron los prófugos de General Alvear, la fuga carece de una planificación rigurosa, porque los tres condenados aparecen a cien kilómetros de sus barrios de origen, cuando se pensaba que ya habían pasado la frontera probablemente rumbo a Paraguay, bajo el posible paraguas protector del narcotráfico. La lógica indica que pasados cinco días ya debían estar muy lejos.  Del tiroteo en Ranchos  debería haber surgido el dato de los celulares que utilizan los prófugos. Los expertos dicen que a esa hora y en un lugar tan apartado no son muchos los aparatos que aparecen conectados a las antenas de la zona. No obstante, quienes conocen la historia de Schillaci en el delito, aseguran que es un experto en la cuestión de los celulares desde la época de los secuestros extorsivos.

CON POCOS RECURSOS

Lo cierto es que se produjo la irrupción de Cristian Lanatta –y probablemente también los otros dos– en Quilmes y Berazategui el 31 a la tarde, cuando el caso estaba instalado en forma permanente en las pantallas de los canales de televisión. Este es otro dato que refuerza la idea de una fuga poco planificada y de pocos recursos. Tuvieron que volver a un lugar donde todos los conocen por falta de plata y para conseguir otro vehículo, ya que la camioneta en la que se manejaban pasó a ser identificable.

¿ES UNA RANGER O UNA HILUX?

En las cercanías de donde vivieron toda la vida, apareció quemada una Ford Ranger, el modelo que según el parte policial usaban quienes se tirotearon en Ranchos. La patente OCT 633 del vehículo es falsa y la camioneta figura como robada hace unos dos años. Los investigadores seguían los peritajes para determinar si la Ranger se corresponde a las imágenes de General Alvear –parecía una Hilux– o a las de Ranchos.

LA SUEGRA

Un detalle que llama la atención es que la destrucción de un vehículo es habitual cuando se quieren borrar las huellas. Sin embargo en este caso no habría motivos para prenderle fuego porque la identidad de los prófugos está clara. De manera que, por ahora, no se sabe si es la camioneta de la fuga o el tiroteo y tampoco se entiende para qué la incendiaron. En las últimas horas trascendió además que Cristian Lanatta estuvo dos veces en la casa de su ex suegra. La ex esposa del prófugo, Ana Laura Mollier, y su abogada Némesis Da Silva confirmaron que la mujer hizo la denuncia en ambas oportunidades. El domingo mismo cuando Lanatta le fue a pedir dinero (le habría entregado 3.000 pesos) y el jueves cuando le fue a exigir la camioneta Kangoo, comprada dos semanas atrás.

TIENEN QUE SER CAPTURADOS CON VIDA

Esto no hace  más que abrir un abanico de hipótesis. Resulta asombroso que si la mujer denunció que Lanatta le fue a reclamar ayuda el domingo, no hubiera vigilancia por si volvía al lugar. Más aún con la puesta en marcha de uno de los mayores operativos que se recuerden. Hoy las sospechas recaen sobre la DDI de Quilmes. Tampoco se comprende por qué tres delincuentes, con experiencia y armamento, decidieron ir a quitarle la camioneta a la ex suegra de uno de ellos, en lugar de robarle el vehículo a otra persona. Otro de los puntos a dilucidar es la visita a Melnyk. Lo de “El Faraón”, parece más explicable, porque no es fácil conseguir armas y chalecos antibalas, además de dinero y tal vez algún vehículo. En todos los casos, la fuga parece más bien desesperada, poco pensada y con escasos recursos, lo cual aleja la hipótesis de la ayuda del narcotráfico. De haber ocurrido esto último, los prófugos estarían fuera del país. Lo cierto es que luego del brote de euforia del jueves, cuando se informó el éxito de la cacería, los ministros de Macri, Patricia Bullrich y de Vidal, Cristian Ritondo se llamaron a silencio. El gran interrogante del caso es que los hermanos Lanatta y Schillaci deben ser detenidos con vida, ya que tienen mucho que explicar, Si aparecieran  muertos por alguna circunstancia, el costo político sería imprevisible y la verdad se alejaría definitivamente de la escena.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Su correo electrónico es[email protected]. Quienes quieran visitar su blogspot pueden recurrir al sitio: Jorge Joury De Tapas.