miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3864
Diario Full » PERIODISMO DE PERIODISTAS

Todo carísimo y con viento y lluvia: Pinamar vive su peor temporada en la última década

Precios por las nubes en comparación con Brasil. Tarifas al límite del choreo y para colmo muy mal tiempo. "Hay más policías que turistas".


Por Jorge Joury (Enviado especial)
 
Pinamar vive la peor temporada de la última década. Algunos calculan que la presencia turística se redujo en un 40%. Tiene su explicación. La oferta de Brasil, a la luz de la devaluación del real, es más cautivante. También colaboró el levantamiento del cepo por parte del gobierno de Mauricio Macri. Se calcula que dos millones de argentinos emigraron al vecino país, en busca de un mejor clima. Lo único caro es el pasaje de avión.
BRASIL DECIME QUE SE SIENTE
Pero el alojamiento y la comida resultan más económicos que en nuestras costas. Los que se fueron en auto sufrieron esperas de más de 10 horas en la aduana de Paso de los libres. No obstante, valió la pena para los bolsillos, ya que los alojamientos de tres habitaciones cotizan en alrededor de mil pesos por día, menos de la mitad que en Pinamar.
PINAMAR: PRECIOS POR LAS NUBES
El cambio de Gobierno y las expectativas de fin de año, que provocaron una enorme disparada en los precios, hizo que los comerciantes de la denominada costa verde, se cubrieran al límite del choreo con tarifas realmente abusivas.
El alquiler de una sombrilla por el mes de enero oscila entre 7 y 8 mil pesos. Una carpa va de los 13.500 hasta los 15.000, depende la categoría del balneario. 
Las casas de 4 habitaciones cotizan entre 40 y 60 mil pesos la quincena. Si a esto le sumamos lo que cuesta comer por día, los numeros son prohibitivos. La mejora de la afluencia turística se observa solo durante los fines de semana.
En Pinamar una gaseosa chica cuesta 35 pesos en la playa, una porción de papas fritas 70 y un choclo 30.
LLENA DE BA CHES
En este coqueto balneario matizado por pinares, la vidriera de este año no es la mejor para el flamante intendente Martín Yeza. Hay cientos de calles intransitables en el bosque. Enormes pozos en la arena, que en otras temporadas eran convenientemente planchados por las máquinas municipales. Lo mismo ocurre en la Avenida del Mar, convertida  en peligroso arenal si se conduce a alta velocidad.
Ni que hablar de los baches en las arterias pavimentadas, algo que nunca se veía en Pinamar. Yeza dice que hay 240 mil personas veraneando aquí. Resulta difícil creerle. En la zona céntrica sobran lugares para estacionar.Tampoco hay cola en cafés y restaurantes. Las inmobiliarias, la hotelería y los negocios de indumentaria se quejan tratando de atenuar el impacto con la típica frase; "este año todo está muy tranquilo".
MAS POLICIAS QUE TURISTAS
Planifican para febrero enormes rebajas para por lo menos salvar la ropa.Tampoco hay problemas de falta de agua y no se corta la luz, como en otros temporadas, ya que no existe sobre demanda. Algún exagerado  irónicamente señaló que "hay más policías que turistas", en relación al amplio dispositivo de seguridad, algo que no hay que dejar de resaltar por su eficiencia.
El intendente Yesa se autocalificó como "distinto". Promete un tiempo nuevo. Declara a tambor batiente que quiere que Pinamar sea una ciudad de vanguardia y se convierta en la más linda de la Argentina. Lleva poco más de 40 días en el poder. Es poco tiempo, pero si asumió el 10 de diciembre, su primer meta debió haber sido emprolijar la geografía local y recibir a los turistas con un escenario más adecuado.
LAS TASAS
Yeza, con apenas 30 años repite frente a todo periodista que se le acerca, que recibió un municipio devastado y sin recursos. Sobredimensionado en empleados. A tal punto, que el 91% de lo que se recauda va a sueldos. El jefe comunal además señala que sólo el 58% de los frentistas paga en tiempo y forma las tasas, cuando hace tres años lo hacía el 82%.
Yesa se cubre y alega que "perder la institucionalidad tiene sus consecuencias económicas. Cuando el intendente y sus amigos chorean, la gente no paga los impuestos", sostiene.
YEZA ESPERA REVANCHA
El flamante jefe comunal de Cambiemos, seguramente tendrá revancha y capacidad de recuperación. Sobre todo, frente al gran negocio inmobiliario a futuro. No es poco, que el 45% de Pinamar está sin lotear. El propio alcalde reconoció que en el primer mes de gestión logró 65 millones de dólares en inversión. Pinamar es un diamante en bruto, pero no hay que dilapidarlo. La gran deuda de Yeza y una de sus prioridades será darle a los pinamarenses el acceso al agua corriente, un beneficio al que sólo hoy sólo accede el 45% de la población. También ha prometido construír una planta depuradora para terminar con los problemas de cloacas.
A FAVOR
No todo es negro. Hay buenas medidas para destacar, como el control mediante el uso de drones para evitar accidentes con los cuatriciclos en la zona de La Frontera. Desapareció también el negocio de los 250 trapitos que habían llegado de diversos puntos del conurbano para hacer la temporada. Quedaron sólo 50 registrados que viven en la zona.
SE VAN LOS BALNEARIOS
Este verano será el último en el que se verá la actual postal marítima. A partir de marzo los concesionarios deberán replegarse y demoler las actuales estructuras. La próxima temporada habrá más arena entre la orilla y las carpas, Los balnearios deberán construírse sobre pilotes y desaparecerán parte de los estacionamientos. Las ramblas serán de madera y habrá mucho espacio para que el viento, la arena y las olas, vuelvan a danzar según su natural geografía.
EL TIEMPO NO AYUDA
El clima también ha conspirado para la mala temporada. Se sabía que el fenómeno del Niño iba a castigar con dureza. En Pinamar hay días muy ventosos que dificultan la presencia en las playas. Además, la temperatura suele descender abruptamente. Tal es así que en las noches, hay que abrigarse.
Un dato a tener en cuenta, es que en días donde el sol sale de a ratos, pocos están dispuestos a pagar por sombra. Se ve en la escasa ocupación de carpas y sombrillas. Cuatro de cada diez, en promedio, están vacías. Se ve sólo gente amontonada en las playas públicas del centro. Por como viene la mano, es difícil que haya revancha en febrero para la industria del turismo.
PLAYA CORRUPCION
Hace años que Pinamar viene sufriendo las consecuencias de gestiones municipales corruptas. A ello se le sumaron malos comerciantes que fogonean el robo en las tarifas. Por eso esta vez los turistas pasaron factura y se apagó la estrella de uno de los balnearios más coquetos de la Argentina. De esta lección, todos tendrán que aprender. Si se recupera  la senda de la moderación, los recursos volverán a estas playas. El intendente Yeza entonces tendrá el próximo año la chance de invertir en obras y devolverle a Pinamar su habitual fisonomía. La moneda está en el aire.
 
Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP. Su correo electrónico es [email protected].

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias

VIDEOS