Increíblemente el concejal platense del Pro, Julio Irurueta, buscó diferenciarse este domingo de la gestión comunal que lidera el intendente Julio Garro. Con una trayectoria política en la que construyó poco y nada para la Ciudad de las diagonales, el actual edil disparó mediante su cuenta de Twitter: “Ya tendríamos que tener resuelto si o si lo básico: alumbrado, barrido, recolección, semáforos, bacheo. Evidentemente alguien está fallando”. Apadrinado por el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el legislador provincia Marcelo Daletto, parece que Irurueta está dispuesto a dejar de lado la gestión por jugar una interna con final incierto. Julio Irurueta fue por primera vez candidato a concejal en el año 2005 cuando recién se conformaba Propuesta Republicana, una coalición integrada por el entonces partido de Mauricio Macri, Compromiso para la Cambio con  Recrear, el armado liderado por el economista Ricardo López Murphy. En esa coalición se sumaron radicales, gente del partido Conservador Popular, algunos peronistas (muy pocos) y adherentes al Partido Federal y la Democracia Progresista.

La conformación fue apresurada y accidentada, por lo cual las listas se hicieron lo más rápido posible en un mar de dudas.
En La Plata, la nómina de diputados era encabezada en ese año por Santiago Tonelli, un hombre de López Murphy, mientras que la de concejales la lideraba Carolina Barros Schelotto, del Pro.
En ese medio comenzaron a intercambiarse figuritas, y de repente apareció Julio Irurueta, un economista joven fomentado por el macrismo que logró ingresar en la nómina en un oscuro cuarto lugar (la expectativa del armado era poder ingresar entre uno o dos concejales, pero no entró ninguno).
A esa campaña Irurueta no le aportó nada. Solo tuvo alguna presencia y distintos sectores aseguraron que “solo metió fichas a uno contra el otro”.
Irurueta estaba cercano al radicalismo de calle 4 entre 43  y 44, el de la  Sección Segunda, pero luego encontró entrada en el macrismo.
Fracasado su intento de acceder a una banca en 2005, se quedó en el espacio que empezó a llamarse Pro. Rápido de reflejos, Irurueta se pegó al ahora intendente de La Plata, Julio Garro, que en esos años ni en los sueños aparecía como Jefe Comunal. Sin embargo, Garro comenzó a tener muchísima influencia en el armado macrista, a partir de su solitaria campaña pintando paredones y realizando algunas declaraciones de prensa.
El tiempo pasó, y el Pro tuvo malas elecciones hasta que en 2009 el partido de Macri hizo una alianza con Francisco De Narváez, y en La Plata los macristas pudieron colar a Garro como segundo candidato a diputado y a Irurueta como cuarto candidato a concejal. Ambos fueron electos.
Una vez en la banca, Irurueta empezó a tomar distancias de Garro, y en cuando estaba por vencer su mandato salió con una aventura como fue la de renovar, en soledad, su banca de edil. Lo hizo con boleta corta y varios sostenían que terminó siendo muy funcional al entonces intendente Pablo Bruera. La elección de Irurueta fue de las peores que se tenga conocimiento realizadas por un político desde el año 83: apenas superó el punto porcentual a pesar de una importante campaña de instalación y de logística para distribuir boletas.
A partir de ahí Irurueta y Garro tuvieron una separación en donde nunca más hubo retorno.
Pero en 2015, cuando Irurueta estaba bastante marginada de la actividad política, fue el radical Sergio Panella quien lo hizo retornar. El año pasado Irurueta encabezó la nómina de ediles que llevaba a Panella como intendente para enfrentar a Julio Garro. La nominación incluso causó dolores de cabeza en el panellismo, que preferían al radical Fernando Gando para esa postulación.
Según los dichos de Panella, Irurueta era el hombre puesto por el actual presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, para que de esa manera el radical tuviera lista pudiendo así disputar las PASO llevando a Mauricio Macri de presidente.
Otras habladurías destacan que Irurueta habría prometido a Panella el aval de Juan Sebastián “La Brujita”  Verón para su cruzada. No solo que eso jamás pasó, sino que Verón terminó en esos días posando con la concejal ultra K, Florencia Saintout, y luego con Bruera.
También, dicen en el panellismo, Irurueta había prometido una “foto” con Macri y la ahora vicepresidente Gabriela Michetti. La instantánea llegó, pero el jueves previo a la veda electoral y en horas de la noche, o sea que nunca pudo ser utilizada salvo levemente en alguna red social.
Ahora, Irurueta salió a cruzar feo a la gestión de Garro. Muchos aseguran que es porque siempre quiso más protagonismo, y otros, además, ven que ya está jugando una interna de difícil pronóstico. 
En la gestión del intendente prefieren no contestar sus tuits. Sus ex socios radicales los desconocen. Hay que ver qué hace Emilio Monzó y por caso el diputado Marcelo Daletto, sus dos “padrinos”. ¿Lo seguirán bancando?.

Ni en Provincia ni en Nación

En Cambiemos aseguran que Irurueta no quería asumir como edil en esta ocasión, y prefería un cargo provincial o nacional. En el Pro mucha confianza no le tienen, aunque hay algunos espacios que, enmarcados en una interna provincial, prefieren tenerlo en el Municipio para ver que ruido puede hacer y así marcarlo de cerca a Garro. Para otros es un atentado directo a la gestión comunal.