Desde que semanas atrás la periodista Connie Ansaldi acusó a su colega Martín Libermande “mufa” y un grupo de pelirrojos salió apoyarlo en el programa Bailando por un Sueño, la discriminación de la que suelen ser objeto muchos “colorados” se instaló durante varios días como un tema central de la TV. Y con ella -según advierten en algunas escuelas- también las cargadas a los chicos con esta condición.

“Los colorados, al igual que los gorditos, los petisos y los distintos en general, siempre hemos sido blanco de burlas y discriminación; y este tipo de cosas sin duda no contribuyen a evitarlo. Lo que sucede en la televisión llega a las escuelas y los chicos la pasan mal”, explican desde el Pelirrojos Club, la entidad que salió a defender públicamente a Martín Liberman frente a la agresión.

El episodio, como algunos recordarán, se produjo a fines de junio pasado, cuando Connie Ansaldi, panelista del programa “Este es el Show” (Canal Trece) acusó por Twitter a Liberman de ser “mala leche”, y este le respondió desde el programa de Tinelli acusándola de discriminar de este modo a los colorados en general. Junto a él había asistido esa noche un grupo de integrantes del Pelirrojos Club, entidad que amenazó con llevar el caso ante el INADI por discriminación.

“Queremos desmitificar la tendencia de que los colorados damos mala suerte porque es una estupidez total. Yo he sufrido ese tipo de cosas, pero soy grande y a mí no me importa. Pero si una persona mediática como Connie Ansaldi bardea a un colorado por televisión, después los chicos son crueles y se maltratan entre ellos”, explica Omar Fornataro, el fundador de esa entidad.

Fundada en 2013 como un espacio donde compartir vivencias en torno al hecho de ser pelirrojo, el Pelirrojos Club -que tiene una decena de entidades hermanas en otros países y unos 10 mil miembros en total- se ha visto en la necesidad de salir de enfrentar diversas situaciones de discriminación.

“Si bien este último escándalo mediático instaló el tema, no creo que lo haya recrudecido. Las situaciones de discriminación que sufren muchos pelirrojos vienen desde hace mucho tiempo y en nuestro país se dan especialmente en el ambiente del juego y el fútbol. Yo mismo lo sufrí de chico y hasta me tuvieron que cambiar de colegio porque no permitía integrarme bien”, cuenta Omar.

“La mala fama de los pelirrojos es parte de un mito instalado en la antigüedad -explica el presidente del Club-. Cuando los romanos intentaron extender sus dominios al norte de Europa se encontraron con pueblos que ellos consideraban bárbaros y a los que no lograron someter. Como entre esos pueblos abundaban los guerreros de pelo y barba colorada, la idea de la desgracia asociada a ellos se propagó. Y tanto fue así que pasó a la Edad Media, donde muchas mujeres pelirrojas fueron quemadas por brujería y muchos hombres pelirrojos sufrieron persecución”.

“La paradoja es que entre un 10 y un 50% de los descendientes de europeos portamos un gen que define la condición de pelirrojo. Messi mismo, de hecho, lo tiene, como se puede ver cuando se deja crecer la barba. Y como se trata de un gen recesivo, gran parte de la población de nuestro país no está exenta de tener un hijo pelirrojo, aunque no lo sean la mamá ni el papá”, explica Omar.

En efecto, hoy se sabe que la condición de pelirrojo obedece a 12 genes diferentes que, al combinarse, terminan dando por resultado un total de 45 variantes capaces de dar cada una un matiz diferente. Se calcula que cerca del 70% de los pelirrojos tienen el pelo granate anaranjado debido a una mutación que apareció hace unos 50.000 años en su cromosoma 16, dentro de una zona llamada MC1R, la misma que dio lugar al color de pelo rubio unos 10 mil años atrás.