Con seis horas de atraso y en medio de negociaciones y versiones cruzadas, el Concejo finalmente sesionó a media tarde de este miércoles y convalidó la pauta de gastos e ingresos enviada por el Ejecutivo a cargo de Julio Garro, que contempla unos 4.400 millones de pesos, casi un 35 por ciento más que el del 2016 e incluye una proyección de inflación del 17 por ciento.

Con resistencias de los bloques de extracción peronista y el acompañamiento del massismo y los tres unibloques –Marcela Farroni, Gerardo Jazmín (reemplazado por Laura Barisoni) y  Gastón Crespo, el último un progresista cercano al FR-, el tratamiento del presupuesto estuvo condicionado por las negociaciones infructuosas en torno a la elección del Defensor Ciudadano, cuya terna final para ser abordada en el recinto todavía no logró el consenso de la comisión de Enlace.

“Quiero destacar la pluralidad de voces con la que se trabajó el tema en las comisiones, como corresponde en un ámbito democrático como el Concejo Deliberante.”, dijo Julio Irurueta, titular de Hacienda, antes de pasar a pormenorizar los rubros y sus respectivas asignaciones., entre las que se destacó un 31,8 por ciento en el ítems personal municipal.

“El presupuesto representa la realidad de la ciudad. Hace hincapié en la salud, el espacio público, la seguridad y otros temas importantes”, dijo, a la vez que resaltó la flexibilidad que tuvo el abordaje legislativo: “La oposición, vote o no vote el proyecto, introdujo modificaciones por unos 400 millones de pesos”.

Pedro Borgini fue la primera voz opositora, quien adelantó el voto negativo “por la falta de aumento a los compañeros de las cooperativas”. “En cambio hubo incremento para la empresa Esur”, cuestionó.

A su turno, Guillermo Cara, del kirchnerismoduro, que tuvo la ausencia de Gastón Castagneto,  también marcó la falta de acompañamiento: “Por supuesto no vamos a votarlo”, sintetizó, aunque reconoció algunos avances y diferencias salvadas en el marco del trabajo en comisiones de trabajo. “El 57 por ciento del presupuesto se sostiene sobre los hombros de los vecinos de la ciudad. Estamos en una situación recesiva y de suba de impuestos”, completó en tono crítico.

Desde el massismo, en tono de respaldo crítico y en nombre  de la “gobernabilidad”, José Arteaga  ensayó una distinción económica entre recaudación y gastos. “La meta es excesiva en un contexto de inflación y recesión. No entendemos los niveles que se estiman para seguridad e higiene si la inflación va  a ser del 17”, reparó, entre otros detalles técnicos como “errores y equivocaciones en torno a tasas creadas”.

“Todos sabemos que para proyectar un presupuesto hay que tener en cuenta los tres ejercicios anteriores. Por eso no entendemos como se plantea mágicamente una inflación tal a nivel nacional, provincial y municipal”. Finalmente, antes de pedir “que se pongan a gobernar”, reconoció capacidad de diálogo del oficialismo, sobre todo en materia de gastos como los 60 millones en educación para reparación de escuelas, en materia de seguridad y la asignaciones para la Secretaría de Convivencia que contiene Control Urbano.

Crespo, del FAP, levantó la mano a favor y también reconoció capacidad de diálogo y consenso en función de modificar el proyecto original. “Han escuchado propuestas de todos los bloques y no es un dato menor, aunque no es el presupuesto que me hubiese gustado votar”.

Desde el propio oficialismo, la radical Florencia Rollié ponderó el trabajo realizado por Irurueta y acompañó con pedidos de bendiciones de Dios incluida en general  pero no en particular en aspectos como el funcionamiento del Mercado Regional, tema sobre el que elevó una denuncia penal por desmanejos económicos. “Hay que terminar con las mafias” reiteró, oportunista.

Florencia Saintout, del FPV-PJ Nacional y Popular rompió el silencio previsto para celebrar el trabajo en la comisión de Hacienda, pero reparó: “Nunca nos van a decir que somos hipócritas y que no vamos al frente”. Defendió el derecho de los cooperativistas y de los empleados municipales.

 “Votamos en contra porque somos oposición de un gobierno que tiró balas de gomas sobre espaldas de las mujeres, con aumento de desempleo y despido de cuatro mil trabajadores”, cuestionó, y aprovechó para señalar las múltiples acusaciones de corrupción de ex funcionarios de Garro. “Este presupuesto es una nueva mentira del gobierno de Cambiemos en La Plata”, concluyó.

Lorena Riesgo también calificó de positivo el trabajo del titular de la comisión de Hacienda y realizó consideraciones técnicas. "Hay otro tema que me preocupa mucho y es que la provincia de Buenos Aires nos estaría dando menos cantidad de cargos, que no los está subensionando para garantizar la educación pública, una responsabilidad plena del gobierno provincial", dijo, antes de referirse a la situación de los trabajadores precarizados de las cooperativas.

Gabriel Bruera, a modo de cierre, mostró a su espacio como una oposición contributiva ("les votamos las emergencias a principio de año") pero volvió a cuestionar la marcha de la gestión y la falta de diálogo con sectores vinculados a la sociedad y al peronismo. "El gobierno tiene que tener capacidad de dar respuestas a los vecinos". 

También se ratificó la continuidad de la prestación de servicios de recolección de residuos a cargo de la empresa ESUR hasta mediados del 2017.

Fuente Agencia Nova La Plata