La malaria no respeta ni a la quema de Muñecos: se anotaron la mitad que el año pasado
La municipalidad de La Plata decidió extender el plazo de inscripción porque a dos semanas del fin de año solo se anotaron 54, la mitad que en 2016. "Se encarecieron mucho los materiales, ya nadie te regala nada", se señaló desde un barrio que este año no tendrá quema.
El pasado lunes comenzó el período de inscripción de los tradicionales muñecos de fin de año que cerraba el lunes pasado. Pero ante la baja convocatoria y el feriado del jueves y viernes, la Comuna extendió el plazo hasta este viernes. Son 54 los inscriptos hasta ahora, la mitad de los que se presentaron el año pasado. También en 2015, con un plazo similar al de este año para realizar el trámite, la Municipalidad debió extender la convocatoria para llegar al número esperado que alcanzó 120 “momos” que se prendieron fuego en la víspera de Año Nuevo.
"Lo que pasa es que este año se hizo difícil lograr la colaboración de los vecinos. Ibas a pedir y te ofrecían dos pe", dijo a Diario Full Ramiro, un "momero" de Los Hornos que este año junto con amigos y vecinos decidió suspender la quema. "Nos vamos a juntar con los de otro barrio", se consoló.
En otras zonas, los "momeros" echaron mano a quermeses y festivales como el caso de 13 y 74 donde el muñeco viene ganando precios año a año.
Los principales requisitos son ser mayor de 21 y vivir en un radio no mayor a 300 metros de la implantación del momo. El primer paso es hacer la inscripción vía Internet en geomomos.laplata.gov.ar/registro/ para que luego la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano lo habilite. Luego de ingresar en esa página y completar los datos, se deben acercar a 20 y 50 con DNI, fotocopia y boceto del momo.
Desde el área municipal se adelantó que el día martes 20 de diciembre, en el Pasaje Dardo Rocha, se llevará a cabo una reunión informativa con Bomberos que será de carácter obligatorio para los responsables de los muñecos.
Según se informó, y de acuerdo a la estipulado por el decreto N° 2039/2008, los momos no pueden exceder los 6 metros de alto, 3 metros de ancho y 3 metros de largo; y su emplazamiento deberá contemplar un radio de seguridad entre éste y el asentamiento de hasta tres veces su altura.
En este sentido, se recomienda que se instalen sobre las ramblas de avenida Circunvalación y se recuerda que no podrán ubicarse debajo del cableado o arbolado público, a menos de 250 metros de cualquier boca de expendio de combustible líquido o gaseoso y/o en calles muy transitadas por el transporte público. Además, los responsables de la instalación deberán ocuparse de la posterior limpieza del lugar donde fue emplazado.
En cuanto a su composición y con el fin de evitar proyecciones de cualquier índole hacia el público asistente, no se podrán colocar en el interior de las estructuras a quemar elementos pirotécnicos y/o explosivos. Cabe recordar que los explosivos permitidos son aquellos cuya venta está autorizada por Fabricaciones Militares.
Una vez registrado el muñeco, la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano realizará inspecciones periódicas para verificar el emplazamiento autorizado y las medidas de seguridad correspondientes.
Como cada año, la Municipalidad de La Plata, desde la Dirección General de Cultura, premiará a las tres mejores realizaciones del 31 de diciembre y, en ese marco, se recuerda que quedarán fuera de concurso aquellos muñecos que no cumplimenten las medidas detalladas en el decreto.
Historia. La ciudad de La Plata tiene la particularidad, junto a los partidos vecinos de Berisso y Ensenada, de ser uno de los pocos distritos del país donde se realiza todos los fines de año la quema de muñecos o "momos".
Según algunos historiadores, la costumbre nació en 1956 en la puerta del almacén de 10 y 40, de Luis Tortora, para homenajear a un jugador de fútbol de la región. Era un payaso con el letrero “Cambaceres campeón 1956”.
“El culpable es don Luis, mi viejo. El inventó todo esto allá por 1951 para homenajear a fin de año a un jugador de Cambaceres, club del que era presidente. Yo entonces tenía unos 10 años y el muñeco se levantó en la puerta del almacén y bar Los Obreros”, contó alguna vez Roberto Tortora, que se mudó a La Plata en 1999.
Con la dictadura militar, en 1976 fueron prohibidos, volvieron con el retorno de la democracia y se generalizaron en los 80.