La foto previa al discurso de este lunes pronunciado por el alcalde en la inauguración del período de sesiones ordinarias fue contundente para el interior de Cambiemos. Garro, en su despacho, se mostró con el secretario general de la Gobernación, Fabián Perechodniok, -uno de los dirigentes de más confianza de la gobernadora María Eugenia Vidal-, con los senadores Juan Pablo Allan y Gabriel Monzó, y con el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca.

Una frase que sintetiza la sucesión de buenos momentos entre Provincia y Municipio, como hacía años no se advertía, la pronunció Allan al resaltar “la muy buena articulación de obras que existe entre la gobernadora María Eugenia Vidal y el equipo de gestión local que encabeza Julio Garro, hará que este año los platenses comencemos a percibir mejoras concretas en nuestra calidad de vida después de décadas de deterioro”.
Hace unos días, desde la laboriosa reorganización de gabinete, se advierte a un intendente que retornó al manejo de la agenda de la ciudad, hecho que en los primeros dos meses y medio del año aparecía como algo ausente.
Seguramente el sábado Garro sonrió cuando vio que la autoconvocatoria a Plaza Moreno fue exitosa, y es probable que haya podido ver en la realidad lo que vienen marcando algunas encuestas y es que la base electoral de Cambiemos sigue muy fiel. Pero el Jefe Comunal no debe dormirse porque esa misma ciudadanía que le renovó el crédito es demasiado volátil.
El mapa interno de la fuerza que gobierna muestra una integración fuerte al gabinete comunal de las diferentes variantes del Pro, la CC y el grueso de la UCR. Tal es así que solo quedó aislado un grupo periférico comandado por el ex concejal Javier Quinterno y la concejal Florencia Rollié, los que reclaman una lista para las PASO, pero la mala noticia ya les llegó y deberán esperar a mejores tiempos. Incluso en el oficialismo dan por fuera de Cambiemos a ese sector que también integran los ex diputados Luis Mennucci y Sergio Panella, y los ex concejales Marcelo Viñes y Claudio Pérez Irigoyen.
Cambiemos ahora tendrá el desafío de ganar las elecciones en una contienda que se anticipa muy difícil, con un Partido Justicialista que aparece primero en encuestas propias, y en otras que  manejan algunos sectores del macrismo instalados en la Cámara Alta. De todos modos, la diferencia entre uno y otro es mínima.
En el Frente Renovador platense se quejan y sus dirigentes afirman que la  polarización surge de un acuerdo PJ – Cambiemos, aunque de todos modos hay una realidad palpable en las movilizaciones, en el despliegue territorial y en el manejo de agenda.
Hoy queda plasmado que hay dos fuerzas con artillería pesada y movilización: PJ y Cambiemos. Los terceros, -que son el massismo-, deberán demostrar para reingresar al escenario mayor.