Una mujer policía defendiéndose a los tiros para evitar que cuatro hombres la violaran en su casa. “Un patrullero que ha servido como flete para cosas robadas”.

“Policías que avisan de allanamientos porque tienen vínculos familiares con ladrones del barrio”. Y el miedo a denunciar éstas y otras tantas historias, justamente por “todo lo anterior”.

Con ese malestar a cuestas y hartos de la seguidilla de robos en sus casas, un centenar de vecinos de Arturo Seguí se reunieron ayer al mediodía frente al Destacamento que funciona en la estación de trenes de 414 bis y diagonal 145, para conocer al flamante comisario de la seccional Decimosegunda de Villa Elisa, de la que dependen, y plantearle sus reclamos.

Recién asumido en su cargo, el subcomisario Cristian Demarco “se comprometió a reforzar los patrullajes con cuatro motos y un patrullero más”, dijo uno de los vecinos, quien no se mostró demasiado entusiasmado con la promesa “porque los móviles desaparecen con el paso del tiempo o cuando no tienen más plata para combustible”.

INQUIETUD

Más allá de la ausencia de cámaras de seguridad públicas (las que hay son de monitoreo privado) o la falta de patrullajes, lo que más preocupa a los vecinos es la “connivencia entre policías y delincuentes del barrio”.

Concretamente, en el encuentro de ayer denunciaron que “un patrullero que recorre la zona de noche, al que le falta una luz y tiene un vidrio roto, ha sido usado para llevar cosas robadas”, apuntó un hombre que pidió mantener su nombre en reserva. No sin aclarar que “tenemos videos”, admitieron que no radicaron la denuncia “por temor a represalias”.

“Una vecina que hizo una denuncia por algo parecido fue amenazada por una mujer policía que la siguió en el patrullero”, aseguró el mismo hombre.

El encuentro de ayer se organizó a través de un grupo de whatsapp de los frentistas, que resolvieron, junto con el flamante comisario, crear otro para estar en contacto. Además del nuevo comisario y otras autoridades policiales, participó de la reunión uno de sus principales organizadores, el delegado municipal.

Más allá del compromiso de los funcionarios, el malestar de los vecinos está directamente vinculado con el proceder de la Policía. Es por eso que no dudan en pedir la presencia de Gendarmería.

“Ellos van a hacer lo que tienen que hacer”, remató Carlos, harto como está de “no poder salir a la calle”.