Su nombre figura al tope de la tira en el borrador que diseña el propio Julio Garro, quien concentra especial atención en el armado de los postulantes al deliberativo local. Su secretaria privada, Julieta Quintero, sería la segunda.

Como sucede con el armado de las listas de concejales en otros distritos bonaerenses, en La Plata también dependerá de lo que se decida con las candidaturas a cargos legislativos provinciales y nacionales. Pero esas decisiones no pasan por las manos de los intendentes sino por las de la gobernadora Vidal y la de los armadores del presidente Macri. Apenas si tienen voz, en algunos casos. Hacerse fuerte en su pago chico es el leitmotiv de los jefes comunales.

Aunque provenga del radicalismo/Coalición Cívica, Mor Roig se ha transformado en hombre de suma confianza del intendente. Y es considerado “propio” (algunos se animan a decir “puro”) en las filas del garrismo. “Es un tipo bien visto... No hay causas de corrupción en su contra... Es bien político”, resume un hombre con despacho en el palacio de calle 12. En esas virtudes atribuidas a Mor Roig coinciden hombres que se sientan en la mesa chica del intendente. “Vamos a ver cómo se desarrolla todo, buscaremos una buena opción”, respondió con evasiva el propio Mor Roig esta mañana, al ser consultado en 221Radio sobre si iba a ser candidato a algo.

Además de dirigentes propios, el intendente apuesta por la juventud. La idea, ya hecha pública por el propio Garro, fue ratificada por Mor Roig: “Creo que hay que apostar a los jóvenes dirigentes, en la lista tiene que haber un importante componente de juventud”. Bajo esa consigna el nombre de Quintero “cierra por todos lados”. El intendente dio un gesto en ese sentido este fin de semana: empezó a mostrarse en campaña con su secretaria, llevándola a timbrear. También llevó a Agustín Scotti, responsable del área de Juventud, pero sus chances de integrar la lista son escasas.