sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3860
Diario Full » PERIODISMO DE PERIODISTAS

Carolina Píparo, la madre coraje que desde el Congreso quiere ponerle fin a la inseguridad

*Por Jorge Joury.- Perdió un embarazo de nueve meses durante una salidera bancaria y le cambió abruptamente la vida. A partir de allí, se puso al hombro con entereza la lucha contra la inseguridad. Pasaron siete años de aquel trágico episodio, donde murió Isidro, el bebé que llevaba en su panza. "Muere mucha gente por año por la inseguridad y nadie se entera", sostiene esta platense, trabajadora social, la principal candidata a diputada de Cambiemos, por la octava sección electoral. Hace pocos días, recibió la mejor noticia. La consultora política "Aresco Instant Research", a cargo de Julio Aurelio, realizó un sondeo sobre 1.500 casos y detectó que Piparo, lidera la encuesta de imagen positiva y se posiciona como una de las figuras más fuertes, superando incluso a la decana de Periodismo, Florencia Saintout, de Unidad Ciudadana.


 

Además, cuenta con la bendición del asesor presidencial, Jaime Durán Barba, quien la considera una jugadora importante para traccionar votos. Hace dos semanas, María Eugenia Vidal la presentó en sociedad y la colocó en primera línea para la foto con su equipo de campaña.

Hoy, a menos de un mes de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias la inseguridad vuelve a ser el tema que más afecta a los argentinos y el debate sobre cómo erradicarla ocupa un lugar central en los discursos de la campaña bonaerense, territorio donde se desarrollará la batalla más relevante de los próximos comicios. Según lo revela el estudio nacional del "Humor social y político", elaborado por D’Alessio IROL/Berensztein, entre mayo y junio se experimentó un incremento de las respuestas que señalan a la inseguridad como el primero de los diez temas que más preocupan, por encima de la inflación, los aumentos tarifarios, el bajo nivel de la educación primaria, la violencia contra las mujeres, la presión impositiva, la falta de castigo a los actos de corrupción y el fácil acceso a las drogas, entre otras.

Es un escenario propicio para Píparo, quien fue víctima de una salidera bancaria en el 2010 y a partir de aquel desgraciado hecho se involucró en política de la mano del PRO. Acaban de medirla y hoy tiene un 32% de intención de voto, que en una elección de tres tercios como la que está por venir, es suficientes para acceder a una banca. Carolina forma parte de una asociación civil denominada Usina de Justicia, mediante la cual trabaja todos los días en la Cámara de Diputados. Dice estar muy cómoda y "nunca sentí la grieta de la que se habla. En todos los temas que discutimos sobre víctimas e inseguridad, hay más acuerdo de lo que se cree". 

Píparo asegura que es urgente debatir el régimen penal juvenil."Tenemos que pensar qué paso para que un chico dispare un arma de fuego.Nos queda más cómodo victimizar a un delincuente, pero hay familias que se dedican a la delincuencia y que difícilmente puedan inculcar otra cosa a sus hijos". Sostiene que "la ley debe ser clara: mataste a alguien y chau, pagá por eso.Lo demás pasa a un cuarto plano. Ahora escucho hablar del ajuste, la inflación y pienso: ¡por favor, discutan de la inseguridad!".

Después del ataque que sufrió esta mujer, una norma del Banco Central obligó a todos los bancos a colocar mamparas delante de la linea de cajas, medida que redujo las salideras."Siempre lo pienso, es raro porque el de las mamparas es un proyecto que estaba antes de mi caso. Se podría haber evitado la muerte de Isidro".

Píparo desembarca en la política, tras ser promovida por Emilio Monzó, el presidente de la Cámara de Diputados quien le armó una reunión con María Eugenia Vidal. A la gobernadora le cayó muy bien, le dio ímpetu y ya la tiene como una de las promesas electorales de su equipo, junto a Gladys González, a quien muchos llaman el clon de Vidal.

Píparo vive en la zona de Puerto Madero, pero viene todos los fines de semana a La Plata a ver a sus familiares. Es la ciudad de sus afectos.En cuanto a la pérdida de su embarazo, sostiene que "el dolor es irreparable, ya que Isidro estaría hoy haciendo primer grado, pero le estoy dando una vida linda a mis otros dos hijos". A los 41 años, aún recuerda aquella mañana cuando volvió de la muerte y se paró frente al espejo . No podía creer que ya no tenía a su hijo en la panza. Se estremeció, porque su cuerpo estaba surcado por cicatrices. Esta madre coraje pudo haber muerto, pero la vida le guardó un capítulo para dar una batalla pendiente. Tal vez, ese sea el lugar que hoy busca a través de la política para reivindicar la memoria del pequeño Isidro, que no pudo abrir sus ojos para mirar el futuro.

 Aquel mediodía del 29 de julio de 2010, después que los motochorros la atacaron, el país descubrió que los robos podían matarnos a todos y siguió con angustia el ritmo de los latidos de madre e hijo, internados y luchando por la vida.Fueron 40 días en coma en el hospital de Gonnet con imágenes fantasmales. Nadie nunca le dijo que Isidro había muerto, pero ella lo intuía. Carolina abandonó el hospital enojada con el mundo. Tenía un agujero en la garganta que le impedía hablar y de los 28 kilos que había engordado en el embarazo, estaba por lo menos diez abajo de su peso habitual. 
Hoy siente que resucitó. Pasó dos años leyendo expedientes, esperando el juicio de los delincuentes que la asaltaron."Cuando terminó, te queda un gran vacío. Si bien tenés la tranquilidad de que los tipos están en la cárcel, pero nadie te va a devolver a tu hijo, ni a tu vida anterior". 
Admite que por las noches de vez en cuando llegan las pesadillas."Cuando me dispararon, ni sentí el tiro, pero no podía respirar.Nunca voy a poder borrar la imagen del tipo abriéndome la puerta del auto, bajándome de los pelos y gritándome "dame toda la guita, hija de puta. Yo en el piso y él disparándome a la cabeza.La bala me rozó el mentón y se metió en el pecho". Carolina había sacado diez mil dólares de un banco de La Plata, porque al otro día tenía que escriturar. Con su marido, Juan, iban a comprar su primera vivienda y en la misma semana tendrían a su primer hijo, el que nunca llegó, porque la atacaron los motochorros en la esquina trágica de 21 y 36. "Casi no voy al cementerio, porque con Isidro estoy todo el tiempo conectada, vivo con él". Cuando salió del hospital, le dieron una bolsa de cartas que llegaron de todo el país. Mucha gente le escribió solidarizándose en aquellos días de agosto del 2010. Tal vez parte de ellos sean los que le den el voto para ocupar una banca en Diputados, con la idea de hacer realidad su sueño de que "los asesinos paguen".
 
 
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información. Su correo electrónico es [email protected]. Quienes quieran consultar sus artículos, pueden dirigirse al blogs: Jorge Joury De Tapas.

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias

VIDEOS