La primera acusación contra Arias es por su intervención en la investigación sobre la cantidad de víctimas fatales en la inundación del 2013, cuando impidió cerrar el número de muertos en 52, tal como pretendía la justicia penal. La segunda es por haber ordenado atención médica para un detenido que había sufrido un ataque con una itaca en una de sus piernas y la tercera es por suspender la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo bonaerense en el marco de las paritarias docentes.

Arias le dijo a la agencia de noticias Infoblancosobrenegro que "todas las acusaciones que me han hecho son una verdadera infamia, no hay irregularidades sino criterios de interpretación del derecho en forma favorable para los sectores vulnerables”, y agregó: “No hay ninguna cuestión de imparcialidad o que yo haya fallado por algún interés, ni nada por el estilo”.

“Todas las imputaciones tienen que ver con una supuesta invasión de funciones de jueces penales y son cosas que deben ser resueltas dentro de los conflictos de competencia y no a través de un jury de enjuiciamiento”, expresó y añadió: “Estoy absolutamente tranquilo pero el problema es que hay una decisión política tomada”.

El jurado de enjuiciamiento se integra con once miembros, de los cuales cinco son legisladores y cinco abogados, más la presidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Hilda Kogan.

“Kogan es quien está impulsando el jury, lo que demuestra que no hay imparcialidad porque acusa y hace de jueza. Hay muchísimas ilegalidades. Detrás veo al Ejecutivo y a la presidente de la Corte que lo está impulsando personalmente. Difícilmente los abogados que integren el jurado se tiren en contra de la presidente de la Corte. La última reunión del jurado duró 5 minutos, Kogan llevó los papeles, los firmaron y se fueron. Con sólo 6 miembros alcanzan quórum y con cuatro votos afirmativos pueden suspenderme”, expresó Arias.

“Estoy seguro que Kogan manipuló el orden de los pedidos de jury que deberían definirse de acuerdo al orden de ingreso. Iniciamos una acción judicial para que se muestre los registros de los jurys, la jueza Ventura lo ordenó pero se negaron a hacerlo, cometiendo un delito”, añadió.

“El poder judicial obra de espaldas a la ciudadanía, al igual que las fuerzas de seguridad.El correcto desempeño de un juez no depende de la ciudadanía sino del poder político y los poderes fácticos. Por ejemplo, al juez Cartasegna lo sostenía el diario El Día. Hay acuerdos corporativos de poder”, señaló.

Con respecto a la relación del macrismo con la Justicia, Arias consideró que “este gobierno tiene una vocación totalitaria, pretende poner bajó el poder Ejecutivo a los demás poderes”, y agregó: “Hay una vocación de someter a todo el que piensa diferente y que puede ser un estorbo para el accionar del gobierno. Una de las imputaciones que me hacen es por haber firmado una solicitada en la que denunciábamos estas cosas y ahora creo que nos quedamos cortos, la realidad es aún peor”.

En caso de aprobar el pedido de jury, en los próximos 60 días se debe realizar una audiencia pública para dar a conocer las imputaciones. “Los plazos no los cumplen nunca, pueden tardar 2 años. Pueden embarrar la situación y dilatarlo en el tiempo”, advirtió el titular del Juzgado en lo Contencioso y Administrativo N°1 de La Plata.

Sobre el apoyo expresado por distintas organizaciones y vecinos que están lanzando actividades para defenderlo, Arias aseguró: “Es fundamental el apoyo de la gente. Desde un primer momento, mis fallos tuvieron en mira a la ciudadanía y sobre todo a los más vulnerables por ser la parte más débil de la relación jurídica. Ahora empiezo a recibir la respuesta de ese trabajo que desempeñamos por 13 años. Esto sólo lo puede frenar la gente y no las instituciones porque están cooptadas”.

“El tema de las paritarias y el freno del aumento de las tarifas irritaron mucho al gobierno. Soy un juez activo en la defensa de los derechos, dialogo con todo el mundo y digo lo que pienso abiertamente. Eso evidentemente molesta mucho”, reconoció Arias.

“Hay muchos jueces que trabajan activamente aunque quizás de un modo más silencioso y con un perfil más bajo. Esto busca también un efecto disciplinador. No todos tenemos la misma capacidad de resistencia, algunos se quiebran antes. Es muy duro soportar la infamia, sobre todo cuando uno ha actuado en forma correcta”,confesó el juez.

El de Arias fue elegido el mejor juzgado por cuatro años consecutivos en una encuesta realizada entre abogados. “Las sentencias que hemos dictado junto a mi equipo se estudian en las facultades de Derecho, no sólo aquí sino también en el exterior. Nunca jamás nadie me ha torcido la pluma”, destacó.

Sobre la situación social y política nacional, el magistrado opinó: “No es un buen momento de la Argentina, estamos viviendo un enorme retroceso a nivel ciudadano y político. Pero tampoco hay que dejarse ganar por la tristeza y mantenerse firme porque es el ejemplo que hay que dar a las nuevas generaciones, no entregarse y seguir luchando por las cosas que uno cree, que en mi caso es la necesidad de una justicia mejor”.

Por último, Arias expresó: “Mi juzgado era un fuero de contratistas del Estado y creo que lo hemos ampliado hacia los derechos de la ciudadanía. No hay que resignarse frente a la opresión y mantenerse con la cabeza erguida. Por eso yo no voy a renunciar como sucede en muchos jurys. Yo no tengo causales de remoción, me voy a mantener firme y el jueves mismo cuando se reúna el jurado voy a estar explicando todas estas cuestiones”.