Alak ya agarró el teléfono. Y si bien en cada llamado repite lo mismo: "ni Bruera ni yo podemos ser candidatos", la idea fuerza es reunir voluntades para pelearle la presidencia del PJ platense a su archirrival.

Fuentes bien dateadas señalaron que Alak empezó a recorrer el espinel del peronismo platense e incluso de la Región, con algun que otro llamado a dirigentes gremiales a los que considera ideológicamente afines.

La usina de las especulaciones trabaja desde hace unos dias en doble turno. 

Las miradas van y vienen y hay quienes se animan a vaticinar una elección con muchas listas.

"Acá se juega mucho más que la posesiòn del edificio de 54 o el sello", deslizó una fuente peronista.

En otras palabras lo que infirió el informante es que muchos ven que la renovación del peronismo platense debe empezar por el partido y que es allí donde debe ponerse a prueba el verdadero poder territorial de cada sector.

"Ahora se verán los pingos cuando ya no sirvan tanto las redes sociales y haya que salir a patear la calle y hablar con los compañeros", dijo otro.