miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3864
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Vidal comenzó la rosca para 2019 y el PJ mira atento a Massa y Randazzo

*Por Jorge Joury.- Aunque falta mucho para el 2019, la política empezó a calentar motores. La planificación para la gran batalla del conurbano ya está en marcha.Los caciques del PJ que dominan esa franja, saben que la apuesta fuerte de Cambiemos es empezar a lograr anclaje en bastiones históricos como lo son La Matanza, Florencio Varela, Avellaneda, Ensenada, Berazategui, Tigre y San Martín. Y para ello, en la gobernación ya se barajan los nombres de algunos posibles candidatos a las intendencias.


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Aunque falta mucho para el 2019, la política empezó a calentar motores. La planificación para la gran batalla del conurbano ya está en marcha.Los caciques del PJ que dominan esa franja, saben que la apuesta fuerte de Cambiemos es empezar a lograr anclaje en bastiones históricos como lo son La Matanza, Florencio Varela, Avellaneda, Ensenada, Berazategui, Tigre y San Martín. Y para ello, en la gobernación ya se barajan los nombres de algunos posibles candidatos a las intendencias. En la avanzada amarilla a la caza de votos, todas las fichas de María Eugenia Vidal, están puestas en el plan de obras públicas y en la urbanización de las villas. Antes de emprender su viaje a China en busca de inversiones, la gobernadora dejó instrucciones precisas a sus generales para empezar a armar la rosca y avanzar en el territorio pejotista de la Tercera.
Mientras tanto, desde el comando del PJ, observan vigilantes y juegan sus chances a la renovación para salir del pozo. Colocarán en el centro de la escena a dirigentes jóvenes dispuestos a tomar la lanza y a figuras de peso como Sergio Massa y Florencio Randazzo, con quienes ya iniciaron conversaciones. Se trata de un esquema de conducción horizontal, sin caudillismos, ajeno a la tradición del peronismo y tomando distancia de Cristina. 
Gustavo Menéndez, el actual intendente de Merlo, que será consagrado el 19 de este mes como presidente del PJ bonaerense, comenzó a trabajar en la articulación de la vuelta al partido de dirigentes de peso. En las últimas horas se reunió con Florencio Randazzo, quien fue candidato en los últimos comicios por el PJ. El “Flaco”, se puede decir que está virtualmente integrado, a través de uno de sus dirigentes de confianza, el intendente de Bolívar, Eduardo "Bali" Bucca, quien formará parte la futura conducción. Menéndez también dio las primeras puntadas para sumar a Sergio Massa, quien viene dando señales de su posible retorno al espacio tras la ruptura de 2013 y su última alianza con Margarita Stolbizer. 
 
EL PLAN DE MENENDEZ
 
Massa compartió días atrás un desayuno con Menéndez, que se extendió por casi cuatro horas, en el que planificaron cómo se dará ese acercamiento del que por ahora sólo algunos se animan a hablar en voz baja. 
El tigrense ofició como anfitrión y decidieron no dejar trascender fotos. Su retorno al peronismo por ahora no será oficial, aunque en la intimidad reconoce que empezará a dar algunas señales de acercamiento. 
Massa repite que no quiere fallar a un sector de sus votantes y tampoco sabe cómo deshacerse de su aliada electoral Margarita Stolbizer. Por eso, definió con Menéndez una serie de actividades que podrían realizar en conjunto antes de que termine el año, pero aseguran que no habrá anuncios de peso en lo que queda de 2017. 
No sólo el tigrense va en ese camino, ya que otros dirigentes del Frente Renovador como Facundo Moyano y el ex gobernador Felipe Solá ya están prácticamente de vuelta en el esquema partidario.
En el plan de Menéndez también hay programados encuentros con algunos gobernadores. Dentro de unos días viajará a Córdoba a ver a Juan Schiaretti ,tras reunirse con el senador Carlos Caserio y luego se verá con el salteño Juan Manuel Urtubey.
En lo que tiene que ver con el kirchnerismo, Menéndez consideró "posible" llegar a la unidad, pero aclaró: "Cristina ha manifestado su intención de hacer crecer Unidad Ciudadana, entendiendo que fue una gran herramienta electoral".
En el entorno del intendente de Merlo se muestran cautos a la hora de opinar sobre el futuro político de la ex Presidenta. Si bien dan indicios fuertes -como la foto que se sacó con Miguel Pichetto en octubre- no rechazan la posibilidad de confluir con el kirchnerismo en un frente electoral más amplio de cara a 2019, aunque coinciden en que no debería tener una "centralidad exclusiva".
 
LOS TIEMPOS SE ACORTAN
 
Los tiempos que corren, son complicados para el peronismo bonaerense. Sus dirigentes saben que el recorrido para llegar al 2019 es un suspiro. Estarán obligados entonces a recrear la escena, para ponerse a tono con el partido fuerte que jugará el equipo de María Eugenia Vidal. Los resultados negativos de las elecciones de este año, que confirman la derrota de 2015, sumado al ascenso de Cambiemos como espacio hegemónico, han colocado al  movimiento creado por Juan Domingo Perón hace más de setenta años, frente una circunstancia inesperada. Esa marea política multiforme, cuya fuerza vigorosa le permitió reponerse de derrotas, proscripciones y persecuciones, y que parecía imbatible hasta hace poco tiempo atrás, hoy sin la caja de otras épocas, navega a la deriva, buscando un timonel que la lleve nuevamente hacia el muelle del poder.
Los caciques del conurbano ya percibieron que el  oficialismo quiere pintar de amarillo la Provincia y cerrarle todos los caminos. La obra pública puesta en marcha en todo el territorio y el plan para urbanizar las villas, que involucra a casi 19 mil familias, con una inversión de 400 millones de dólares, son las llaves del éxito a las que apuesta Vidal en su movida reeleccionista. En esa franja que muestra ante la sociedad la cara más dolorosa del cuerpo social, hay casi 5 millones de pobres e indigentes que atender y que pueden convertirse en potenciales votantes. 
 
LOS GENERALES DE VIDAL
 
Desde la gobernación, preparan un gran desembarco en el Conurbano. La gran mayoría de las figuras en danza, comparten más de una coincidencia, pero la principal de ellas es que se encuentran más cerca del amarillo Pro que del rojo de la Unión Cívica Radical.
Algunos de los nombres ya están puestos, otros están en duda, y unos pocos caminan prácticamente por la cornisa entre ir por la intendencia y ser borrados de la discusión.
Los que ya están confirmados son: Alejandro Finocchiaro (La Matanza), Carlos Regazzoni (Almirante Brown), Segundo Cernadas (Tigre), Gustavo Asnaghi (Ensenada), Lucas Delfino (Hurlingham), Rubén Barabani (Ezeiza), Ezequiel Pazos (José C. Paz), Evert Van Tooren (Esteban Echeverría), Leandro Costa (Escobar), Pablo Alaniz (Florencio Varela), Ignacio Duhalde (Cañuelas) y Gabriel Pozzuto (Ituzaingó). El gran armador en la Tercera Sección electoral un  bastión clave del peronismo, será Néstor Grindetti, el intendente de Lanús, quien recibió todo el respaldo de Vidal, a través de su primer espada, Federico Salvai.
Salvai concurrió el jueves parado a un asado que organizó Grindetti para reunir a ministros, legisladores, concejales y referentes seccionales con la excusa de despedir el año. 
En rigor, la intención fue demostrar que el intendente será el conductor de toda la sección con la bendición de la gobernadora. Y fue el primero de muchos encuentros que se darán para proyectar la organización de cara al 2019.
Vidal quiere aprovechar las aguas turbulentas de un peronismo dividido -con el temor ya latente de los intendentes del PJ a perder sus municipios en las próximas elecciones- y para eso pidió acelerar los tiempos. Redoblarán los esfuerzos en la Tercera, donde Grindetti quedó como el dirigente más fuerte de Cambiemos.
Según fuentes confiables, en el evento se acordó que Grindetti será el conductor de la Tercera y la mayoría de los referentes que estuvieron en el lugar irán como candidatos en sus municipios.
Un dato que miraron con atención es que por Berazategui fue Gabriel Kunz, en medio de las especulaciones por correrlo como referente local e instalar a Fabián Perechodnik. 
 
EL PERONISMO SE PONE EN GUARDIA
 
 
Frente a ese escenario, los intendentes de GBA y los del interior acordaron un nuevo formato de conducción en el PJ. Será  más girado a la horizontalidad y tendrá una mesa de comando, en lugar del tradicional líder o caudillo. La movida, cuyo trazado se definió el pasado viernes 24 en la sede porteña de la calle Matheu del PJ, establece una presidencia anual rotativa. El primer año estará en manos del jefe comunal Gustavo Menéndez, de Merlo. Y en el segundo, el comando lo ejercerá Fernando Gray, de Esteban Echeverría. También hay que señalar, que la presidencia del Congreso quedará para el ex alcalde de La Matanza y también ex titular del PJ, Fernando Espinoza. Se trata de un formato novedoso para un espacio que siempre se construyó y avanzó de la mano de caudillos territoriales, como lo fueron Eduardo Duhalde y luego de figuras de alcance nacional como Néstor Kirchner.
En lo que respecta a la rama gremial, el primer consejero es el líder camionero Pablo Moyano, quien será secundado por el uno de los canillitas y diputado nacional, Omar Plaini. Un escalón más abajo, el principal referente de la UOM y ex mandamás quilmeño, Francisco “Barba” Gutiérrez. El cuatro es el líder de los municipales de Hurlingham, Humberto Bertinat y el quinto el jefe de SMATA, Ricardo  Pignanelli. Los puestos de suplente corresponden a Juliana Ancinas Gauna, Hugo Benítez y Ernesto Salvatierra.
Por razones estratégicas, la mesa chica estará constituída por hombres de la Tercera Sección Electoral, como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Julio Pereyra (ex intendente de Florencio Varela y diputado provincial electo), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y el mencionado Gray de Esteban Echeverría.
Este grupo ubicó a Gray como su representante en el partido y se posiciona con un candidato propio a la gobernación en 2019, como es Martín Insaurralde.
Gustavo Menéndez y Martín Insaurralde, hoy se constituyen en los ordenadores del PJ en los dos conurbanos. Son los que abonan la postura de ser dialoguistas con el oficialismo, pero a la hora de ponerse duros son críticos con el impacto del plan económico, dan alarmas sobre la macroeconomía y deslizan alertas sobre cómo el macrismo es implacable con quienes lo desafían.
 
EL VERDUGO DE OTHACEHE
 
Entre otras cuestiones, a estos dirigentes los atormenta que la avanzada amarilla del PRO, sobre todo ahora con los nuevos recursos económicos que se le asignaron a María Eugenia Vidal por el ex Fondo del Conurbano, se convierta en una amenaza en sus propios dominios. Por eso, más que ensayar epopeyas provinciales, por estas horas se enfocan en resistir en sus municipios.
Tanto Martín Insaurralde, como Verónica Magario, la intendenta de La Matanza, son hoy los señalados como mejor posicionados para competir por la gobernación en el 2019 y ocupar el sillón de Dardo Rocha. Pero también hay que decir, que ambos  por ahora  se sacan la responsabilidad de encima, señalando que "aún falta mucho".
De Gustavo Menéndez , se pueden mostrar pergaminos. Ya que en 2015 derrotó al poderoso caudillo territorial, Raúl Othacehé y se convirtió en alcalde de Merlo. Su boleta duhaldista en 2011 y la massista que llevó en 2013 asoman como registros de que no tuvo ni tiene ADN cristinista.
La semana pasada destronó, con apoyo de los caciques del conurbano, a Fernando Espinoza, el preferido de Cristina y La Cámpora y asoma como una novedad en el mapa del PJ. Menéndez habla con Cristina, con Juan Manuel Urtubey y tiene además un vínculo de años con María Eugenia Vidal.
"Ya hicimos el máximo esfuerzo, ahora vamos a salir a caminar toda la provincia". Así de contundente sonaba dos días antes del acuerdo el próximo titular del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, ya harto de los caprichos de Fernando Espinoza. De todos modos, aclaraba que sólo "por ahora" está caída la posibilidad de armar una lista única.
Otro dato a tener en cuenta, es que los intendentes negociaron con Vidal el apoyo al presupuesto 2018 que eliminó los beneficios de años anteriores. Espinoza operó contra ese acuerdo junto a Máximo Kirchner, el jefe de La Cámpora, que vindica la marca Unidad Ciudadana y casi se despidió del PJ.
 
EL SCRUM LEGISLATIVO
 
Casi en paralelo, los intendentes bendijeron a Julio Pereyra para presidir el bloque del PJ de Diputados bonaerenses que, que suma 10 legisladores, la mitad que UC pero lo imprescindible para negociar quórum y mayoría con Cambiemos. Los números son similares en el Senado donde aterrizará María Teresa García, que se perfila para estar al frente del scrum legislativo contra Vidal. En ese club no hay grises: campaña contra las reformas previsional y laboral, cuestionan al gobierno por el accionar de las fuerzas de seguridad y enfocan al endeudamiento externo.
El tironeo de ese espacio K y los alcaldes es un nuevo-viejo conflicto: los intendentes no quieren romper lazos con la gobernación ni la Casa Rosada y militan una "oposición amable" para evitar que la sangre llegue al río.
En el análisis del entramado político de la Tercera Sección Electoral, Julio Pereyra, que estuvo 25 años al frente del municipio de Florencio Varela, será por su cintura, el jefe del bloque de diputados, encargado de contener cualquier diferencia y negociar con el oficialismo. No estarán en esta franja, los legisladores de La Cámpora, que se mantendrán en bloque separado y que, de hecho, no participan de la lista de unidad del PJ bonaerense.
Pereyra es en un auténtico caudillo que se aggiornó a las nuevas circunstancias y eligió jugar esa experiencia en el ámbito parlamentario.
 
CON UN  PERFIL MODERNO
 
En este armado se ubica, además, el jefe comunal de Almirante Brown,  Mariano Cascallares, quien resulta la única cara de renovación real, aunque con un marcado bajo perfil.
Entre sus logros se le reconoce el haber sido el único ministro de Scioli que pudo ganar un territorio luego de la debacle de 2015. Al igual que el resto de los mencionados, es amigable con el gobierno de María Eugenia Vidal, con quien no duda en compartir actividades o sacarse fotos de gestión.
Este frente estará representado en el partido por Fernando Gray, un dirigente que se ubica entre los moderados y que lleva tres mandatos consecutivos en Echeverría. Gray deja traslucir un perfil moderno, más en sintonía con los nuevos tiempos que impone el propio Cambiemos.
Esta nueva dirigencia, sostiene que los tiempos han cambiado en materia de liderazgos. Entienden que ya no se piensa en un verticalismo cerrado, sino en representaciones más horizontales.
En la nueva radiografía del PJ bonaerense, Menéndez aparece como una figura de alto perfil que busca también posicionarse en la pelea por la gobernación en 2019.
La asamblea que empieza a gestarse en esta nueva estructura pejotista, se completa con dos figuras del interior: Hugo Corvatta (Saavedra) y Juan Pablo De Jesús (Partido de la Costa).
En el primer caso, se trata de un ex legislador y ex titular del Senado bonaerense, hábil negociador y conocedor de los entramados políticos de la provincia.
 
PONEN DISTANCIA DE CRISTINA
 
 
De Jesús, el representante de la Quinta sección, completa esta mesa virtual, que planea ordenar el Partido puertas adentro y salir a la cancha este verano para comenzar a sumar voluntades opositoras. Sucesor de su padre en la intendencia en 2007, lleva tres mandatos consecutivos en el municipio, uno menos de los que transitó su progenitor.
De Jesús tenía 34 años cuando inició su primer período de gobierno y, aunque nunca tuvo escena mediática, en los últimos años levantó un poco el perfil, un dato que lo ubica como un posible candidato a la gobernación.
La idea de un peronismo que apuesta a retomar el poder sobre la base de una construcción horizontal sigue pareciendo una quimera, más que un hecho probable. Aunque los jefes comunales del peronismo, que suman 54 en toda la provincia, dieron el primer paso en esa dirección.
En este proceso parecen resistir la preminencia de su última conductora, Cristina Fernández de Kirchner, a quien le asignan un rol ultra opositor en el Congreso como tutora de Unidad Ciudadana, pero sin incidencia en el PJ. Los alcaldes asambleístas muestran, como prueba, la última jugada de CFK, quien apostó sin éxito a la reelección de Espinoza en la conducción del partido y quedó pataleando en el aire.
Alentados por el acuerdo partidario, que se verá rubricado el próximo 19, fecha de la elección de autoridades, la asamblea de intendentes peronistas se ilusiona con una nueva oportunidad electoral para 2019, aunque saben que la excursión será de alto riesgo, porque Vidal prepara su "Día D", como si el conurbano fuese Normandía.
 
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Su correo electrónico es [email protected]. Si querés consultar su blogs, podés dirigirte al sitio: Jorge Joury De Tapas.

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