jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3865
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Berisso

El extraño caso del municipio sin empleados que agarren la pala

La comuna tiene casi 1.600 empleados con mayoría de oficinistas. Al intendente no le queda otra que contratar cooperativas para que hagan el barrido y el zanjeo.


La crisis económica y política desatada en Berisso dejó al descubierto situaciones curiosas en lo que refiere al funcionamiento de ese vecino municipio. Por ejemplo, que la comuna debe contratar cooperativistas porque en 1.600 empleados no hay nadie que pueda barrer o hacer un pozo. La casi totalidad de los agentes comunales cumple tareas de oficina, con excepción de un grupo reducido que se encarga de la recolección de residuos.

De fuentes oficiales se supo que entre otras urgencias que el radical en Cambiemos Jorge Nedela aspira a resolver con la ley de emergencia económica figura la necesidad de reordenar el personal municipal para optimizar recursos y reducir gastos.

En las últimas horas junto con su denuncia de “maniobra destituyente” de parte del sindicato municipal y los concejales del PJ kirchnerista que se niegan a dar quórum para votar la emergencia, Nedela confirmó lo que desde hace mucho tiempo es un secreto a voces. No hay en toda la planta laboral del municipio un sólo agente en condiciones de tomar una pala y hacer un trabajo de zanjeo. Ni tampoco hay quien “pueda” desde el punto de vista de la legislación laboral, tomar un escobillón y barrer una calle. Todos (a excepción de los encargados de la recolección) son oficinistas o personal sobrecalificado para tareas de maestranza.

La situación, según explicó Nedela, se da “por errores gravísimos de gestión” y el concepto apunta a los últimos gobiernos peronistas que tuvo el distrito, aunque también es cierto que las incorporaciones que hizo la nueva gestión en 2015 (alrededor de 150 agentes) tampoco apuntó a paliar ese déficit de recurso humano.

Berisso, cabe señalar, tiene actualmente alrededor de 1.600 empleados cuyos salarios demandan a la caja municipal unos $500 millones al año en tanto otros $ 48 se van en horas extras. A esos números y a partir de la situación planteada, Berisso debe recurrir al trabajo de unos 300 cooperativistas para que barran la calle, destapen caños de desagüe, recojan residuos no habituales y ejecuten tareas de zanjeo. Son unos $50 millones más al año.

¿Cómo se llegó a esta situación?, fue la pregunta a Nedela durante su último encuentro con periodistas ante quienes denunció que el sindicato y el peronismo kirchneristas intentan un golpe institucional. “Por pésimas gestiones, por imprevisión”, señaló.

La planta laboral de Berisso, según datos oficiales, experimentó un sensible crecimiento desde 2012 a 2015 en que se sumaron cerca de 500 agentes. “El 9 de diciembre de 2015 en horas de la mañana el intendente anterior (el peronista kirchnerista Enrique Slezack) firmó 300 nombramientos y nosotros no echamos a ninguno”, repiten en el entorno de Nedela.

LAS LICENCIAS GREMIALES

El tema de los empleados y sus funciones es uno de los ejes centrales de la controversia entre el municipio y el sindicato municipal en el debate por la ley de emergencia.

“Ellos le han mentido a la gente diciendo que la vamoa a echar o que la vamos a sacar de las oficinas para mandarla a barrer o hacer zanjas”, señaló un estrecho colaborador de Nedela.

El mismo jefe comunal ha dicho que se ha comprometido ante el gremio a no tomar ninguna medida en ese sentido. Pero en el gremio no aceptan su palabra, según parece.

Desde el Concejo Deliberante, el titular del bloque Cambiemos, Carlos Festa, lo explica en términos legales, en su condición de abogado laboralista: “sería una locura, sería abrir una catarata de juicios. No se puede mandar a barrer a un oficinista, es la ley”.

Festa es de los que por estas horas también creen que el sindicato y el peronismo K de Berisso no aceptan la emergencia económica y el pacto fiscal (el mismo que en 2011 pidieron votar el ex intendente Slezack y sus ediles), por “razones políticas. Es sencillo, lo quieren voltear a Nedela”, afirma.

Otro tema espinoso en la relación entre el intendente de Cambiemos y el gremio, según trascendió, sería el tema de los empleados con uso de licencia gremial, es decir que perciben el salario pero no cumplen funciones en la comuna sino en el sindicato.

Una alta fuente municipal dijo que de acuerdo a la cantidad de trabajadores que tiene el municipio, el gremio debería tener entre tres y cinco afiliados gozando de licencia gremial. “Son 33 y llegaron a ser 39”, señaló la fuente.

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