"María Eugenia Vidal arranca con una agenda de encuentros con mujeres líderes, que le servirán para potenciar su perfil presidencial. La semana que viene la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarović, visitará La Plata y en el gobierno definían por estas horas incluir esa visita a la agenda de la Gobernadora", señala el portal de noticias La Política On Line donde se asegura que "el núcleo de confianza de la Gobernadora está trabajando para acercar a Vidal a mujeres líderes: Jefas de Estado, CEOs de grandes empresas y referentes mundiales. La idea es comenzar a apuntalar desde allí la base del proyecto presidencial. Sus asesores esgrimen que la agenda de la provincia no proyecta una imagen presidencial, como tampoco el foco social que distingue a la Gobernadora. Por eso, en su entorno están armando reuniones de perfil".

Según el portal LPO, la reunión con Grabar-Kitarović apunta a esa estrategia. "La jefa de Estado croata visitará la escuela de la escuela de Policía Juan Vucetich. Es que Vucetich -antropólogo, policía argentino e inventor del sistema de huellas dactilares- había nacido en Croacia cuando ese país era parte del Imperio de Austria", se agrega. 

La jefa de Estado croata asumió en 2015 tras una sorpresiva victoria sobre al entonces presidente Ivo Josipović. Existen algunas similitudes entre Grabar-Kitarović y Vidal. Al igual que Vidal con la provincia de Buenos Aires, la croata fue la primera presidenta en la historia de su país.

En el artículo de LPO se considera que "la impronta que le imprimen a sus gobiernos también marcan algunas coincidencias. El diario español El Mundo calificó a la croata como "una dama con el puño firme". La propia presidenta reconoce que Margaret Tatcher y la alemana Angela Merkel son sus modelos en política".

LPO adelantó que en un sector del PRO ya hablan de presentar a María Eugenia Vidal como candidata a presidenta en 2019, descartando así la postulación de Mauricio Macri para un segundo mandato. Los impulsores de esa estrategia creen que el presidente está pagando el desgaste tras una década de gestión: el líder del PRO asumió en la Ciudad con 48 años y terminará su mandato como presidente con 60. El desgaste físico viene acompañado de una caída en la imagen del presidente luego de las elecciones legislativas de octubre pasado.