La periodista de Clarín, Virginia Messi, autora entre otros trabajos de "Narcolandia", un libro donde se revelan las andanzas de los capos colombianos de la droga en Argentina, reveló las intenciones del gobierno de crear un registro de "buchones" para combatir con más fuerza a los narcos.

La nota:

Ocurrió un día de octubre de 2016, cuando en la Procuraduría de Nacocriminalidad (PROCUNAR) ya estaban por cerrar la jornada: un hombre, evidentemente nervioso, se presentó en el edificio de Presidente Perón al 600, en el Microcentro porteño, y denunció que una banda de narcos a la que él pertenecía le había jurado la muerte. Quería hablar y así sobrevivir.

El denunciante se convirtió en "arrepentido" y dio pie a la intervención de un agente "carnada" ("agente revelador" según su nombre oficial), dos de las figuras creadas por ley a fines de 2016 para investigar mejor los delitos complejos, como el narcotráfico.

En la lista también están los eternos "buchones", blanqueados como informantes rentados y hasta registrados en una lista en el Ministerio de Seguridad.

La banda del kilómetro 34

Aquel día de octubre de 2016, el hombre aceptó declarar con reserva de identidad. En esa condición, aportó datos sobre una violenta organización que había copado las inmediaciones del kilómetro 34 del ramal de la línea ferroviaria Roca, a la altura de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, y tenía aterrorizados a los vecinos.

La banda- que cayó en julio del 2017- se había hecho famosa dos meses antes, luego de que Clarín revelara que habían construido un muro de dos kilómetros de largo por dos de alto para blindar geográficamente su negocio.

El caso figura en el reciente Informe de gestión 2017 de la PROCUNAR como una de las causas en las que se pudieron usar las nuevas "Técnicas Especiales de Investigación".

Creadas a fines del 2016 a través de las leyes 27.304 y 27.319, estas "técnicas" introdujeron nuevas herramientas (algunas polémicas) para facilitar la investigación de delitos como el narcotráfico, la trata de personas, el terrorismo o el tráfico de armas.

Algunas figuras fueron creadas de cero y otras, como la de los "buchones" policiales, blanqueadas y reguladas.

Números y críticas

De acuerdo al Informe de la Procunar- al que tuvo acceso Clarín- solo en las causas en las que intervino la Procuraduría en 2017 - 312 en total, 10% más que en 2016- se usaron 21 "agentes reveladores", se monitorearon cuatro entregas vigiladas de droga, se hicieron arreglos con 11 arrepentidos y 34 personas mas declararon con reserva de identidad.

De hecho fue en una causa en la que intervino la PROCUNAR donde se utilizó el primer "agente revelador" luego de la sanción de la ley.

Fue en el marco de compra de drogas sintéticas, a través de la Deep Web (Internet oculta): los investigadores compraron troqueles de la droga 25-I-NBOMe que fueron enviados por correo por los narcos y eso permitió seguir la pista.

Por sus características, la figura del "agente revelador" tiene detractores que sostienen que el personal policial aparece instigando el delito.

Sus defensores, entre ellos la PROCUNAR, argumentan que la compra realizada por el agente sólo puede usar como indicio y nunca como prueba.

Tal vez la experiencia más interesante termine siendo la de los "informantes", cuyo aporte suele aparecer en los expedientes como datos provenientes de "llamadas anónimas".

La idea de la figura de los informantes -aplicada cuatro veces por la PROCUNAR en el 2017- es blanquear al "buchón" creando un registro en el ámbito del Ministerio de Seguridad.

Negocio atractivo para la corrupción si los hay, los impulsores del blanqueo de los "buchones" reconocen que la recompensa por la información (que puede ir entre los 2 mil a los 500 mil pesos) deberá ser monitoreada al detalle para evitar "tentaciones".