Comunicado :

Queremos agradecer profundamente a todos los cuidadores, veterinarios y especialistas que acompañaron a Pelusa a lo largo de su vida y en estas últimas horas, cumpliendo con un rol tan importante para que ella no sufra y pueda descansar en paz.
Todos los que venimos trabajando en este proceso de reconversión del Jardín Zoológico en un Bioparque, queremos que la muerte de Pelusa no sea en vano y que su historia nos sirva para entender que los zoológicos no deben existir más tal como los conocemos. Como sociedad debemos luchar para que esto no siga sucediendo.
La idea de que puedan encerrarse animales silvestres y que vivan en cautiverio con fines de exhibición es un paradigma que se está abandonando en todo el mundo. Por eso tomamos la decisión de mantener las puertas de este zoológico cerradas y convocar públicamente a todos los sectores y organizaciones para avanzar juntos en este proyecto.
Hemos visto cómo una ciudad y un país se unieron para darle fuerzas a Pelusa. Agradecemos todas las muestras de afecto y de apoyo que han llegado en estos días.
Consideramos que debemos trabajar todos juntos en el desafío de lograr un cambio cultural. Por eso, desde el Municipio *hace un año comenzamos a transitar el camino* de terminar con el antiguo modelo de zoológico.
En estos dos años de trabajo ya logramos liberar a más de 80 animales que fueron trasladados hacia entornos donde pueden vivir mejor y seguiremos en esa dirección. Lamentablemente sabemos que hay otros que no podrán afrontar el cambio, *que por su crianza en cautiverio no pueden recuperar su libertad. Con ellos nos competimos a seguir trabajando por mejorar su calidad de vida hasta el último día que estén en el predio*.
Somos conscientes de que este es un camino largo, muchos animales al igual que Pelusa han pasado la mayor parte de su vida *encerrados*. Para brindarles el mejor cuidado posible, convocamos a expertos de todas partes del mundo para que nos ayuden y contribuyan con su conocimiento.
Decidimos afrontar el desafío de cambiar el paradigma de encierro y exhibición que primaba en este Zoológico desde hace 111 años.
Nuestra intención, como la de todos los platenses que se interesaron por Pelusa, era trasladarla a un santuario donde pudiera vivir con dignidad, acompañada de otros elefantes.
Si bien no pudimos revertir el daño de medio siglo de cautiverio, este final *reafirma* que tenemos que seguir por el camino que iniciamos, que es el de generar conciencia y promover la enseñanza del bienestar animal y ambiental por sobre todas las cosas.