La yegua terminó desplomándose aún viva contra el asfalto de una calle. Estaba agotada por transitar tantos kilómetros y totalmente sedienta por el agua que le negaban, afirman los proteccionistas.

Acto seguido a su caída y sin dudarlo, los recicladores descendieron del carro e invadidos por la ira de que no pudiera caminar, bajaron varios palos que llevaban en el mismo y comenzaron a golpearla en el piso sin parar. Le dieron golpes en cada centímetro de su cuerpo hasta que lograron matarla, denunciaron desde la agrupación mencionada que brega por el abolicionismo de la tracción a sangre.-

 Fuente. Infozona.com.ar