“Habría que dinamitar el Astillero Río Santiago”, lanzó el presidente, Mauricio Macri, días atrás y encendió la mecha de la ira de los trabajadores de lugar. La ola de repudios no se hizo esperar y al día siguiente, los operarios resolvieron tomar las oficinas de la dirección de la empresa en rechazo a la insultante frase el mandatario.

En los fundamentos de la presentación, señaló que “más que echar leña al fuego de la creciente desocupación usa con la propiedad la palabra dinamitar, con la clara intención de hacer desaparecer sin que quede nada en pie de uno de los Astilleros más importantes de Sudamérica, de gloriosa tradición en la construcción de barcos para la defensa nacional”.

“La intención grosera de aniquilar la fuente de trabajo de 3370 trabajadores es una amenaza cierta toda vez que ejerce el Poder Ejecutivo  -decreto en mano- hace suyas las palabras de un empresario inescrupuloso como es el señor Vito Contessi realizando apología del delito e instigando a cometer la conducta tipificada y condenada en el artículo 186 inciso 3 del Código Penal”, añadió.

Luego sostuvo que “el Astillero figura como bien público sobre el que la  amenaza de explosión, destrucción u por otro medio más grave, está penado por la ley”.

“El hecho denunciado tiene particular gravedad institucional y van mucho más allá de la afectación del bien tutelado por provenir del Presidente de la Nación  resultando indispensable que se  investigue el hecho denunciado y determinar que su autor se encuentra incurso en la conducta penalmente tipificada y sancionada”, concluyó.