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VIDEO En el día de la Pachamama, varios platenses se bautizaron con nombres indìgenas
Fue parte de la ceremonia en el predio municipal del Bosque donde la hermana cacique María Ochoa advirtió: "las leyes del hombre se pueden burlar, las de la naturaleza no. Ella no perdona".
En el predio municipal de 122 y 56 hubo potajes, chicha y mucho más, Platenses de diferente condición participaron de una ceremonia emiotiva y pidieron protección a la Madre Tierra.
El “Día de la Pachamama” consiste en enterrar una olla de barro con comida y bebida. “Se abre el vientre de la Madre Tierra para ofrecerles todos nuestros deseos, pensamientos, ideas y agradecimientos”, explicó la cacique María Ochoa.
Se bautizaron con nombres indígenas a cinco personas. Hubo baile, instrumentos y una charla sobre cosmovisión que cerró con el convite de un sabroso potaje.
“Las personas que sienten el llamado de tener un nombre indígena pueden ser de comunidades originarias o no. Se les da una preparación y en la ceremonia se les otorga el nombre”, señaló la organizadora.
Es una tradición milenaria enraizada originalmente en el norte argentino, pero que se extendió por todo el país. La creencia dice que hay que beber tres tragos en ayunas para obtener sus beneficios, aunque los más supersticiosos sostienen que hay que tomar siete.
La tradición se remonta a los indios guaraníes, que reconocían las capacidades medicinales de la ruda macho, y que era utilizada internamente con éxito contra los parásitos y determinados malestares estomacales. Además, era usada para calmar el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas.
Pero más allá de sus bondades medicinales, hay quienes creen que la ruda es una planta que no debería faltar en ninguna casa, pues se la concibe como un verdadero conjuro contra las malas ondas, la envidia ajena y la mala suerte.
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