El secretario provisional de la Asociación de Personal de Plataformas (APP), Roger Rojas, aseguró al portal Blanco sobre Negro que “Ya se realizó la inscripción en la Secretaría de Trabajo, se cumplieron todos los requisitos y se hizo la asamblea. Ante la ley ya estamos conformados, sólo falta culminar el trámite en Trabajo”

“Estas aplicaciones no tienen ningún tipo de infraestructura y en cualquier momento pueden cambiar de nombre. Todo es tecnológico, alquilan una oficina con dos computadoras y así comienzan a operar. Nosotros decidimos hacer una organización que abarque a todos los trabajadores de plataformas dedicadas al transporte tanto de bienes como de personas”, señaló el trabajador de Rappi oriundo de Venezuela.

Al nuevo gremio incluso podrían afiliarse los choferes de Uber que se encuentra en una fuerte disputa con los taxistas. “Si estas empresas cumplieran con todos las leyes laborales no significaría una competencia desleal. Se entiende el enojo de los taxistas porque actualmente Uber tiene muchas ventajas”, consideró Roger.

“En el caso de las aplicaciones de delivery es lo mismo. Ellos ponen el precio y los trabajadores tenemos que poner todos nuestros medios, el vehículo, el teléfono, los datos y gastos. Todas estas empresas son un desastre”, señaló.

En La Plata, la aplicación con más fuerza es Glovo que en apenas 6 meses sumó a más de 700 trabajadores. Sometidos a pésimas condiciones laborales, los “glovers” ya comenzaron a organizarse con reuniones frecuentes en Plaza Moreno y buscan imitar los pasos dados en Capital Federal.

“Lo bueno de Argentina es la historia sindical y el nivel de lucha que nunca para. Estamos creando algo nuevo que no existía en el país ni en todo el mundo. Ya nos llamaron desde La Plata, Rosario y Córdoba. Estamos en diálogos con todos para transmitirles nuestra experiencia. También nos han llamado de otros países como México y Chile donde los trabajadores están haciendo protestas en base a lo que había sucedido aquí”, detalló Rojas.

Y destacó: “A pesar de que parece difícil enfrentarse con estas empresas, nosotros pudimos comprobar que las medidas de fuerza les duelen y las obligan a negociar. Nosotros nos reunimos en plazas de los barrios más importantes de Capital Federal los trabajadores que nos dedicamos tiempo completo, no tomamos pedidos e hicimos que colapsaran. Ellos dependen de nosotros, no hay secretos. Y eso que paramos sólo dos horas”.

“Ahora hay 12 mil trabajadores pero no todos se dedican tiempo completo. Los que trabajamos 10 horas diarias los 7 días de la semana somos unos 400 trabajadores. Si nosotros decidimos parar y no tomar pedidos hacemos colapsar las aplicaciones. Así se logró que al menos se sentaran a dialogar. Hay que despertar porque esto viene para todas las profesiones”, concluyó el repartidor de Rappi.