Toda la situación sólo propone una pregunta a aquellos que tenemos sensibilidad por las penurias que vemos viven nuestros amigos, vecinos, conocidos o incluso desconocidos ¿qué podemos hacer en esta nueva Argentina que duele por donde se la mire? Obviamente, la respuesta no es sencilla pero no es tiempo de cruzar los brazos; sino, más bien es hora de buscar opciones para que ese entretejido social que hemos sabido conseguir en años anteriores no se desmorone.

En ese marco, el entramado que incorpora un respirador cuasi artificial a estos momentos donde el Estado no llega a los que más lo necesitan se encuentra en aquellos espacios que siempre están en las difíciles. Desde la fundación Acción Solidaria, la cual presido, creemos que hoy más que nunca los clubes de barrio son lugares propicios para hacer de sostén como lo hacen habitualmente, pero es evidente que hoy son más necesarios que nunca.

En la ciudad de La Plata los clubes son catalizadores de muchos jóvenes que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad y desde ese punto es vital hoy redoblar su tarea para que los chicos, que habitualmente se integran a los mismos a realizar algún deporte, tengan también un lugar de identificación, de pertenencia, del cual se sientan parte y el cual los saque de las calles que en momentos de crisis se hacen mucho más difíciles.

En este sentido, hoy los clubes son espacios donde funcionan instalaciones para la práctica de deportes, pero lamentablemente también sirven para que los más chicos se alimenten y en extremas ocasiones duerman ante la triste realidad que en el barrio se observa, donde cualquier tormenta anega la choza precaria en donde les toca vivir la más cruel de las realidades.

Es por este motivo que desde la Fundación Acción Solidaria trabajamos codo a codo en cuatro ejes fundamentales como son una buena alimentación, una salud que este a la altura de las necesidades de los más vulnerados, una educación que llegue a todos los lugares y, finalmente, la apertura de espacios donde los más pequeños se alejen de las calles y puedan practicar algún deporte.

Creemos que el deporte es salud, pero para hacer cualquier actividad deportiva se necesita estar sano y por eso la alimentación es básica de cara a un desarrollo adecuado de cualquier niño. En ese marco, inculcamos día a día en los más chicos la importancia del sacrificio y el conocimiento como base del progreso y por eso buscamos darle una mano para que puedan asistir a la escuela o bien continúen sus estudios con maestras particulares que desinteresadamente ayudan.

Desde este aspecto, hoy trabajamos haciendo un gran esfuerzo para que los más chicos puedan entretenerse, jugar, y hacer una actividad que algunos creen está por fuera de sus posibilidades. Sin embargo, nosotros nunca creímos en las posibilidades, pero si en las realidades y es por eso que hoy muchos chicos practican los deportes que logran que la calle sea una opción cada vez menos buscada.

De esta manera, intentamos dar una mano porque creemos que el deporte es salud y forja valores importantísimos de cara al crecimiento de los jóvenes del futuro que hoy debemos cuidar y brindarle las oportunidades que todos sin distinción de clase social merecen.