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EDITORIAL
Que suerte, parece que ahora descubrieron que existe el Puerto La Plata
El llamado que hizo el arzobispo Tucho Fernández para dejar de contemplar la fanstasmagórica realidad del Puerto La Plata moviliza a la política. Pero deja ver cuanta hipocresía y chantada ha corrido bajo el puente.Un día anunciaron que venía a invertir la Banca Morgan y era José Morgan, un quinielero de Ituzaingó.
Que siempre fue un secreto a voces que era una cueva de ñoquis. Que "ir al Puerto La Plata" era como una suerte de beca para funcionarios de diferentes rangos, desde los de muy arriba pasando por los niveles medios y llegando a los y las acomodades de turno. Hubo un tiempo en el que se veían más minifaldas que overoles. Siempre fue un gigante dormido, una oportunidad perdida, un crimen social y económico tener semejante puerto y que no fuese un motor de desarrollo pleno, generador de empleo genuino, de oportunidades, de crecimiento.
Se han derramado ríos y ríos de tinta en artículos hablando de "las potencialidades de nuestro puerto". Valientes y esclarecedoras notas que en la práctica terminaron como papel para envolver huevos o empezar el fuego del asado dominguero. Y todo porque esos mensajes estuvieron dirigidos, siempre, a un Poder al que nunca le interesó reactivar el Puerto La Plata, convertirlo en lo que podría ser. En lo que debió ser y no es.
MONUMENTO AL IR AL BOMBO
Así como el Estadio de 25 y 32 es el Gran Monumento a la Corrupción, el Puerto La Plata es el Gran Monumento a la Hipocresía, a la Chantada, al Mirar Para Otro Lado no sea cosa que se enoje Buenos Aires. En términos futbolísticos, el Puerto La Plata es el Gran Monumento a Ir al Bombo.A no querer ganar, a ir para atrás. A agarrarse la cabeza después de un disparo por encima del travesaño que el disparador sabía muy bien que no iba a entrar. Como ocurre en el fútbol, así. Una puesta en escena para que los giles que pagaron la entrada y la cuota social, no se aviven.
CHANTADAS MEMORABLES
El Puerto La Plata ha sido escenario de chantadas memorables. Han ocurrido cosas insólitas en este tiempo. Un día se anunció que traían como "poderoso inversor" a la Banca Morgan. Y resultó que era un negocio berreta con un tal Juan Morgan que capaz que levantaba quiniela en la estación de trenes de Ituzaingó, vaya a saber.
GOBERNADORES SIN AUTORIDAD
Por estas horas la política y otros estamentos del poder hacen cola para hablar del Puerto La Plata. Pareciera que lo del arzobispo fue un llamado a sus conciencias dormidas. No estaban dormidas. Directamente no estaban. Algunos de los que hablan ahora lo hacen desde la más absoluta honestidad intelectual, es justo decirlo. Otros, desde la chantada más berreta. Todes los que gobernaron esta Provincia no pueden hablar del Puerto La Plata. No tienen autoridad moral después de haber aceptado sin chistar las reglas de juego que les impuso el poder central de turno. Esta señora electa en 2015 tiene una oportunidad histórica de marcar la diferencia. Si está dispuesta a hacerlo debería apurarse.
IR AL HUESO
Nunca quisieron un puerto en serio y nunca nadie se rebeló contra eso. Fernández parece ser el primer dignatario eleclesiástico en dar alguna señal en contrario.
Ahora hacen cola para opinar sobre el Puerto La Plata. Menos mal que un cura les hizo acordar que existía.
Hay muchas declamaciones por estos días, mucha frase hecha sobre "la importancia de nuestro Puerto".
En algunas basta con leer el primer párrafo para darse cuenta de la paparruchada que esconden.
Otras, en cambio, van al hueso, sin vueltas, como la de Abel Blas Román en el diario papel El Día.
ABEL ROMAN
Román fue el último intendente de una dictadura militar que a Dios Gracias agonizaba allá por 1981.
¿Una mancha en su hoja de vida?. Y, si. No debería haberse mezclado con esa gentuza. Pero también es cierto que en los albores de la democracia el hombre se sometió a la consideración popular y mal no le fue. Con un partido vecinalista logró una representación que más de une hoy no alcanzaría ni soñando por más que hipoteque la casa o la ponga a nombre de Facebook. Incluso compartió lista (quedan todavpía algunas boletas de aquel tiempo) en un espacio con figuras de partidos de larga tradición democrática. Recuerdo esto porque nunca falta el que cree mear agua bendita. A lo que se va con esto es a marcar la diferencia entre el tordo Román y aquellos que sí fueron parte y arte del genocidio.
SIN VUELTAS
Digo esto porque lo de Román me parece el ABC de lo que hoy se reflexiona sobre el Puerto y que muchos de lo que hablan ahora nunca se animaron a decir:
1- "El meneado federalismo argentino no será nunca una realidad sin la presencia capitana de Buenos Aires y esta no será nunca una provincia pujante sin su cabeza tal como fue concebida por su fundadores".
2-"El puerto...declarado en varias oportunidades (demasiadas) de interés provincial por el Senado y de interés municipal por los Concejos Deliberantes de La Plata y Ensenada. El puerto, cuya desactivación en el comienzo de la segunda mitad del siglo pasado, marcó la muerte de la vía ferroviaria y su estación y la paulatina decadencia de la capital bonaerense".
3- "La mezquindad de los porteños creadores de las más antigua y persistente grieta de los argentinos (porteños vs. provincianos) con intereses poderosos alrededor del suyo, no es gratuito así se titulen: “porteños”.
4- "Los turbios misterios de la Aduana Nacional (ámbito propicio de corrupciones variadas)".
5- La anemia de los gobiernos provinciales, siempre menesterosos de las arcas nacionales y con voces tímidas para reclamar lo que corresponde de pleno derecho.
6 La miopía de los partidos políticos, en cuyas plataformas nunca aparece un plan director para un puerto de aguas profundas, alternativo del de Buenos Aires, y motor de otras aéreas de expansión.-
7- "La pereza de los platenses para ponerse de pie y como en el célebre pueblo de Fuenteovejuna, contestar todos a una: ¿Qué necesita La Plata para ser una Capital viva? El puerto señor, el puerto".
Hipólito Sanzone. Director de Diario Full.
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