Tal vez por ello y más allá de la tragedia, los comentarios del duro golpe por lo ocurrido en el colegio Lincoln, aún bullen sobre la mesa de los bares de la ciudad reinstalando la polémica. Lo que murmuran las malas lenguas que conocen el paño, que "mucho caretaje local que ya no puede hacer frente a las elevadas cuotas, aprovechó la trágica muerte de Lucas Kevin Lin, de apenas 5 años que se ahogó en la colonia, para sacar a sus hijos del colegio. Hay mucha gente con aire de nobleza y venida a menos, que no quiere aceptar su decadencia".

Nadie puede negar que La Plata siempre tuvo su costado careta. La buena pilcha, un auto de lujo y un doble apellido, son características que siempre garpan. Se trata de un sector de la sociedad, algo paranoico, que no quiere abandonar bajo ninguna circunstancia su imagen de pudientes. Tal vez por ello y más allá de la tragedia, los comentarios del duro golpe por lo ocurrido en el colegio Lincoln, aún bullen sobre la mesa de los bares de la ciudad reinstalando la polémica. Lo que murmuran las malas lenguas que conocen el paño, que "mucho caretaje local que ya no puede hacer frente a las elevadas cuotas, aprovechó la trágica muerte de Lucas Kevin Lin, de apenas 5 años que se ahogó en la colonia, para sacar a sus hijos del colegio. Hay mucha gente con aire de nobleza y venida a menos, que no quiere aceptar su decadencia".

En los terrenos del rumor también hay quienes sostienen que " madres que hasta hace un año sostenían que la escuela era una de las mejores del planeta, ahora mostraron toda su furia en las redes sociales, para dibujarlo como la antesala del infierno".

Otros aseguraron de inmediato que buscarían cupos en diversas instituciones educativas privadas, donde las cuotas no sean tan caras, "pero se escudan en el drama de la muerte del pequeño Lin, antes de admitir que sus billeteras han enflaquecido. Es que La Plata tiene eso. Nadie quiere bajar un peldaño social. Y menos esa parte de la sociedad que hoy también paga los efectos del ajuste como cualquier cristiano", reveló un veterano educador consultado por DIARIO FULL, frente a la ola de rumores que circulan por las diagonales sobre el éxodo. La misma fuente indicó que "pregunten en los colegios privados el nivel de morosidad con las cuotas.Allí podrán entender que la educación privada se está tornando inaccesible para el bolsillo de la gente y más aún el Lincoln, que para un jardín de infantes tiene un costo de unos 15 mil pesos mensuales".

Otros voceros también disparan que muchos se escudaron en un  primer momento en que: "Mis hijos no vuelven más a esa escuela de m..., no pisan nunca más ni el colegio y menos la colonia. La verdad es que encontraron la excusa perfecta para no admitir que deberán sus pretensiones porque sus presupuestos han enflaquecido".

También ponen como excusa "la falta de capacitación de los docentes. Y que están poco preparados y maltratan a los alumnos. Y que muchos terminan en un psicólogo. Pero años anteriores no mencionaban estas cuestiones y eran todas alabanzas", explicó una de las madres consultadas. Reveló tras cartón que " la verdad es que el caretaje aprovechó el drama, para hacer una retirada digna porque no les da el bolsillo. Yo por ejemplo estoy conforme con los mecanismos de enseñanza del colegio, pero por ahora no pienso mandar a mi hija a natación. Solo por la psicosis que se ha instalado tras el dolosa pérdida del pequeño Lin. No porque no confíe, ya que sé que las autoridades extremarán los controles y nos han dado todas las garantías. Lo mismo ocurrió también hace unos años con otro hecho lamentable en la pileta del club Universitario". 

Hasta aquí los comentarios que se reproducen en las mesas de café.De todas maneras la tragedia perforó la zona más sensible del tejido social y ahora deberá actual la justicia para poner las cosas en su lugar y determinar las responsabilidades del caso. Hay que señalar que mientras avanza la investigación, la fiscal Cecilia Corfield imputó a un guardavidas y su ayudante, quienes se encontraban a cargo del grupo de chicos entre los que se encontraba Lucas y, por tanto, eran responsables de su seguridad.