El gobierno nacional enviará al Congreso de la Nación un proyecto que prevé congelar por un plazo de 180 días el precio de los alquileres en la República Argentina. Otro de los puntos que componen esta iniciativa es la suspensión de los desalojos. Se trata de una medida cuya aplicación, por estas horas, está siendo profundamente analizada ya que se busca que beneficie a quien realmente no pueda pagar el alquiler.

De este modo se barajan distintas posibilidades, entre ellas que la persona que no pueda afrontar los pagos presente la documentación que acredite su situación o bien se aplique la norma para todos los inquilinos independientemente de si pueden pagar o no. También se analiza cómo el arrendatario podría acceder al cobro de los meses adeudados en los periodos futuros. En este sentido, una posibilidad sería dividir los montos adeudados por al cantidad de meses que quedan de contratos y percibir una parte en cada periodo. Lo que se busca es plantear una situación de emergencia sanitaria y económica que permita suspender los aumentos de los alquileres y de este modo hacer más fácil el cumplimiento del pago en el futuro para quienes vean una merma importante en sus ingresos producto del cese de la actividad económica en distintos sectores productivos, a raíz del aislamiento preventivo y obligatorio que decretó el presidente el pasado jueves y que podría extenderse algunas semanas más. En principio esta medida beneficiaría la familia aunque no se descarta incluir a pymes y comercios.

También quedarían incluidos aquellos que se encuentran pagando el crédito uva y qué mes a mes sufren subas ajustes aumentos de la cuota por inflación. Si bien resta definir estos puntos, la mayor complicación que surgiría ahora es que el Congreso no se encuentra sesionando y, según las recomendaciones que está entregando el Ministerio de Salud, se ve muy distante la posibilidad de que los legisladores vuelvan a sus bancas al menos en el corto plazo.

En este sentido en las últimas horas el diputado Mario Negri deslizó la posibilidad de que el congreso vuelva a funcionar pero poniendo en marcha una serie de medidas de revención para evitar el contacto entre personas. Lo que se propone es que la mitad de los diputados se sienten banca por medio y que el resto utilice las tribunas. De este modo se asegurarían los dos metros de distancia que recomienda la Organización Mundial de la Salud para evitar el contagio del Covid19. Además se celebrarían sesiones de corta duración y sólo se le daría las palabras algunos representantes, entre ellos los jefes de bloques y un diputado de cada espacio. Tampoco asistirían los asesores de los diputados.