"Mi hija está destrozada. No lo puede creer. Ella iba a viajar con el grupo pero no entraban en el auto y entonces mi hija decidió ir al otro día en el suyo". "Amigas desde chiquitas, de esas amistades que cuando termina el colegio parece que se cortan pero ellas supieron transformar el algo más y poder ir más allá del tiempo, las nuevas obligaciones. Por eso mi hija está destrozada, sin dormir y esperando salir para allá". El testimonio es del padre de Delfina, una ex alumna del Colegio Eucarístico y amiga de las chicas que anoche protagonizaron una verdadera tragedia en el entramado de rutas que conducen a Pinamar. El grupo de las amigas compuesto por se extendía más allá de la cuatro que viajaron desde a Plata y la idea era pasar un fin de semana largo "de chicas", para revivir las mil y una anécdotas que pegan el afecto que las une.

MANEJABA DESPACIO

"Salieron a las 5, 6 de la tarde de La Plata. Iban despacio, al ritmo de Sofi que manejaba tan despacio que en grupo era objeto de las cargadas. Era super prudente, justo a ella le vino a tocar algo así". El testimonio pertence a una de las integrantes del grupo de amigas del Colegio Eucarístico que por estas horas viven el dolor de la tragedia camino a Pinamar. Más allá del tiempo trascurrido desde que dejaron esas aulas el grupo seguía numeroso y unido. "No había semana en que no se juntaran y como con lo de la pandemia habían dejado de verse decidieron un finde largo que iba a ser inolvidable. Y por cierto que lo fue, de la peor manera, de la más injusta", señaló  Por estas horas las amigas que quedaron en La Plata procuraban reunirse para seguir juntas la evolución de los acontecimientos y, sobre todo, rezar por sus amigas que ya no están y las que luchan por su vida. También por el bebé de Florencia, otra víctimas de la tragedia. Como se dijo, el grupo iba a reunirse en la casa que una de las amigas tiene en Pinamar y que sería la de Martina Di Biassi, que las esperaba para pasar ese fin de semana largo plneado.