"De proteger a Bruera y ser un aliado del peronismo a querer promover la mano dura en el estado.  Parece que Romero se jubiló y se acordó que era lo que debía hacer siendo fiscal.  Lastima que en los últimos 30 años no lo hizo", se oyó decir en los corrillos de la política local tras la noticia de la incorporación de Romero al espacio de la Pato Bulrrich a través de su elegido, el senador Jua n Pablo Allan, uno de los imputados en la causa "Gestapo anti- Sindical".

En un artículo que publica el portal de noticias Infoplatense, Allan dijo que la de Romero era una "incoporación de lujo".

En ese sentido recordaron que la causa por la que se investigaba el accionar de punteros políticos que exigían sumas de dinero a cooperativistas de La Plata fue archivada por el fiscal Marcelo Romero. La medida judicial levantó críticas de parte del denunciante, el titular de la entidad La Plata Solidaria, Pablo Pérez.

Romero consideró que el caso pasa al archivo "sin perjuicio de su reapertura si surgen nuevos elementos", se consigó en una cédula de notificación que recibió la entidad denunciante.

Como se ha informado el caso salió a luz en 2018 y fue detenida una mujer con vinculaciones política acusada de extorsionar a cooperativistas municipales para permitirles seguir trabajando bajo ese régimen. Luego fue liberada.

En el marco de la investigación los denunciantes aportaron mensajes telefónicos y otros elementos que consideraron probatorios del accionar de punteros políticos que exigían dinero a esos trabajadores para no eliminarlos de las listas de las cooperativas.

"Romero aprovecha la cuartena para cerrar la causa, un divino", ironizó el denunciante Pablo Pérez al ser notificado del pase al archivo de la investigación.

En uno de los audios de WhatsApp que Pérez presentó en la fiscalía, se escucha el testimonio de una cooperativista: "A nosotros nos pasa, tenemos una cooperativa por una organización, y con la organización marchamos y aportamos también. El otro día, me peleé con mi referente y corro el riesgo de que den de baja las cooperativas. A veces, lamentablemente, tengo que bajar la cabeza".

"Muchos dicen que, a partir de que se bancarizó [el cobro de los cooperativistas], se terminó el clientelismo y eso no es cierto. El clientelismo sigue, porque las personas son rehenes ante la amenaza de darles de baja su cupo en la cooperativa o en el plan social. Cobran, con tarjeta o con cheque al portador, y dan un retorno de entre $500 y $600, de un sueldo de $5500, $5800 pesos. Ir a un acto partidario es como ir a la escuela: mañana hay un acto y hay que ir, y si no pueden ir ellos tienen que mandar a otro, ese lugar tiene que estar ocupado en el micro", señaló Pérez en su momento.

"Por los testimonios que tenemos, quienes están involucrados pertenecen al Movimiento Evita, a la CTEP y al Movimiento Popular La Dignidad", resumió.