Pensó que  su ex pareja le había mandado 8 mil pesos de la cuota alimenticia, jamás imaginó que era 510 millones de pesos.

"Yo vi muchos ceros, pero nunca me imaginé que eran millones", explicó a los medios locales. Ya con la emoción desbordada y sin sospechar que se trataba de un error del Gobierno provincial, Verónica activó el modo "Día del Consumidor" y empezó a tachar cosas de su lista de necesidades.

Entre sus adquisiciones figuran una heladera, una freidora para las papas fritas del domingo, un televisor para maratonear series, materiales para terminar su casa y hasta una mochila de inodoro. Pero eso no es todo: generosa como pocas, compró un televisor para su cuñada y un auto de segunda mano para la familia.

En menos de 48 horas, el Estado congeló la cuenta de Verónica, allanó su casa y hasta se llevó los celulares de sus hijos. La mujer fue imputada por defraudación al Estado junto a cinco familiares y allegados que también disfrutaron del inesperado maná financiero.
Pero eso no es todo: para evitar ir a prisión, la jueza les impuso una fianza que parece sacada de una película de ciencia ficción. Cada uno debe pagar 30 millones de pesos en tres días hábiles.

Con lágrimas en los ojos y un micrófono delante, Verónica insiste en que no es ninguna criminal: "Si el Gobierno se equivocó, ¿por qué pagamos nosotros?", se pregunta. Según ella, nadie le avisó que debía devolver el dinero antes del allanamiento sorpresa. Para colmo, el contador que hizo la transferencia por error sigue trabajando tranquilamente y no enfrenta ningún cargo.
Mientras tanto, las redes sociales explotaron con opiniones divididas. Algunos usuarios defienden a Verónica: "Si me depositan 510 millones, también me compro hasta un unicornio". Otros, más críticos, consideran que debería haber devuelto el dinero al darse cuenta del monto.

Mientras tanto, el abogado defensor de Verónica no se quedó callado ante lo que considera una "desproporcionalidad tremenda". Según él, sus clientes son "personas humildes, sin antecedentes y con domicilio fijo". Además, asegura que no hubo mala fe ni intención de cometer fraude: "Esto es como si te encontraras un billete tirado en la calle y luego te acusaran de robo", comparó.
También criticó duramente la fianza impuesta: "Es inalcanzable para cualquier ciudadano común". Y remató con una indirecta bastante directa: "A los poderosos les perdonan todo; a esta familia humilde quieren aplicarles todo el peso de la ley"