El programa, heredero del “Ahora 12” lanzado durante el peronismo, había sido relanzado por la gestión de Javier Milei en diciembre del 2024 con condiciones más acotadas: permitía comprar productos en 3 o 6 cuotas fijas, y era uno de los pocos mecanismos de financiamiento vigentes para reactivar el consumo en medio del ajuste.

La decisión de dar de baja Cuota Simple se da en paralelo a negociaciones entre el Gobierno y los bancos, que buscan reemplazar el sistema estatal por convenios comerciales propios. Las entidades financieras ya se volcaron a eventos como Hot Sale y Cybermonday, que ofrecen promociones puntuales pero sin la regularidad ni amplitud del programa oficial.

El impacto de esta medida no es menor. Un informe reciente del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas reveló que el 91% de los hogares argentinos está endeudado. Además, los datos del INDEC marcan que, si bien en abril la inflación fue del 2,8%, rubros clave como Restaurantes y hoteles (4,1%), Recreación y cultura (4,0%) y Prendas de vestir y calzado (3,8%) tuvieron alzas más marcadas. Y dentro del ítem Alimentos y bebidas, los aumentos pegaron fuerte en carnes, lácteos y panificados.

En paralelo, el informe Shopper Day 2025 mostró una leve recuperación del consumo masivo, aunque con profundas desigualdades. El repunte se apoya en una estabilidad de precios que permitió que 3 de cada 4 categorías crecieran en volumen y sumaran nuevos compradores. Rubros como tratamientos capilares, enjuagues bucales, margarinas y yogures descremados marcaron la diferencia. Sin embargo, el 60% de las categorías aún no recupera los volúmenes previos, y las bebidas alcohólicas siguen en caída.

La fragmentación del consumo según el nivel socioeconómico es una de las claves. Mientras los sectores medio y alto empujan la recuperación con un crecimiento del 10% en sus canastas, los hogares de menores ingresos siguen relegados. Solo el 5% de las categorías creció en volumen dentro del segmento socioeconómico bajo inferior, contra un 79% en los niveles alto y medio.

La desaparición de Cuota Simple deja a los consumidores más expuestos en un contexto donde las principales preocupaciones siguen siendo estirar el presupuesto (50%), aumentar ingresos (24%), pagar deudas (21%) y comprar alimentos (21%). Para enfrentar esa realidad, las estrategias domésticas se repiten: buscar promociones (65%), resignar marcas (45%) y restringir consumos (27%).

Pese a todo, un 42% de los hogares cree que su situación va a mejorar en los próximos doce meses. Pero el presente avisa otra cosa: sin cuotas, sin respaldo y con menos opciones, el consumo de los sectores populares vuelve a tambalear y las pymes quedan una vez más al borde del abismo.