En la provincia de Buenos Aires, el frente encabezado por Florencio Randazzo, obtuvo el 2,45%, siendo superado por al abogado mediático Fernando Burlando, lo que selló una de las derrotas más significativas de la jornada para el espacio.
El panorama fue similar en las provincias donde el armado tenía sus principales referentes. En Córdoba, Juan Schiaretti, uno de los impulsores del espacio, no logró imponer su peso político; en Santa Fe, el gobernador Maximiliano Pullaro cayó al tercer lugar con apenas el 18,3% de los votos, detrás de La Libertad Avanza (40,7%) y el peronismo (28,6%); mientras que en Chubut, Ignacio “Nacho” Torres tampoco logró consolidar su liderazgo.
El fracaso de Provincias Unidas marca el fin de su intento por presentarse como una “tercera vía” que superara la histórica grieta entre el oficialismo y el peronismo. La alianza, que había despertado expectativa por su perfil de gestión y su discurso anti-extremos, terminó desdibujada en una contienda nacional dominada por la polarización.
Con resultados muy por debajo de lo esperado, el frente enfrenta ahora el desafío de redefinir su futuro político. El proyecto que buscaba “crecer desde las provincias hacia la Nación” terminó sin bancas y con sus principales figuras debilitadas.
