Según cuenta por su parte Data Clave, el problema entre ambos distritos no es nuevo. Tiene larga data. Y suele recrudecer durante la temporada cuando desde Pinamar culpan a la ciudad vecina por los hechos de inseguridad que ocurren puertas adentro. Cabe recordar que en los últimos años los distritos tienen gobiernos de distinto color político.
Lo cierto es que la iniciativa ya tiene sus puntos clave: alambrar el frente que da a la Ruta 11 y la totalidad de la frontera con Gesell; escaneo de documentos para todas las personas que deseen ingresar a Cariló (como ya se utiliza en los barrios privados de Pinamar y Costa Esmeralda); y un una patrullaje de 24 horas con seguridad privada para reforzar la seguridad provincial.
Sin embargo, la propuesta no cayó bien entre los vecinos. El entonces intendente Blas Altieri lo calificó como un proyecto “más adecuado para un country que para un municipio”. El denominado Programa Complementario de Seguridad local, dejaría sólo cuatro entradas de acceso al balneario: una sobre el límite de Cariló, otra en el ingreso desde Ostende, una tercera en el límite con Valeria del Mar y el acceso principal, por la calle Bunge.