Cramaco es, en realidad, DBT, ya que tras un cambio de dueños en 1999, adoptó su nombre actual en referencia a los apellidos Druetta, Bearzotti y Talano. En 2003 se asoció con la multinacional española Himoinsa, consolidándose como líder del mercado local, con una participación del 85%, y exportaciones a América, Europa y Asia.
La empresa anunció el despido de 35 trabajadores, lo que representa cerca del 90% de su grilla de empleados. Fuentes gremiales explicaron que la lista de despedidos incluye a personas con décadas de dedicación, incluyendo personal con 40, 37 y 28 años de antigüedad.
En la planta santafecina se fabricaban íntegramente los alternadores, que ahora, se estima, pasarán a importarse. La reducción es un nuevo golpe para Sastre, una ciudad de alrededor de 6000 habitantes donde la planta de DBT era uno de los principales motores económicos.