miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3864
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Otro escándalo en puerta: La sospecha de la venta de drogas sobrevuela el Patagate

* Por Jorge Joury Por lo que se observa en la marcha judicial, la vida del "Pata" Medina tras las rejas de la prisión de Ezeiza, puede ser por tiempo prolongado. Tal es así, que Cámara Federal de La Plata rechazó en las últimas un recurso de hábeas corpus interpuesto por el defensor Vístor Hortel, para que el dirigente fuera liberado.


* Por Jorge Joury

Por lo que se observa en la marcha judicial, la vida del "Pata" Medina tras las rejas de la prisión de Ezeiza, puede ser por tiempo prolongado. Tal es así, que Cámara Federal de La Plata rechazó en las últimas un recurso de hábeas corpus interpuesto por el defensor Vístor Hortel, para que el dirigente fuera liberado. El fallo fue dispuesto por la Sala III, compuesta por los jueces Carlos Noguera, Carlos Vallefín y Antonio Pacilio. Hortel había pedido "que se ordene el inmediato cese de detención" de Medina, con el argumento de que el proceso fue "ilegítimo", que se cometieron irregularidades y que se trata de "persecución política".
La detención del tristemente célebre Pata Medina, como antes lo fue la del sindicalista "Caballo" Suárez, no hace otra cosa que poner en el centro de la discusión hasta qué punto el orden legal permitió que la vida de todos los argentinos estuviera secuestrada por la voluntad de dirigentes que, en algunos casos, se creían dueños de los ríos y en otros, de las ciudades.
Por estas horas, la venta de drogas en las obras en construcción en La Plata, es otra investigación paralela que tiene en foco la Justicia y que podría complicar aún más la situación de Medina, desatando un escándalo de proporciones. Bajo la lupa de los agentes federales, está además un empresario, dedicado al mismo rubro que Medina, pero que habría oficiado de proveedor de las sustancias prohibidas. La caída del Clan Medina ha impactado en el mundo de la política. A tal punto, que Elisa Carrió, no satisfecha con esa detención, ha disparado que ahora quiere ver preso a Hugo Moyano. El tema no es de fácil resolución para Macri, ya que el líder camionero, con la empresa Covelia es quien se encarga de la recolección de residuos en la Ciudad de Buenos Aires. Aunque Macri le pidió en su momento que se aparte de la conducción de la CGT, Moyano aún tiene un vínculo muy fuerte a través de su hijo Pablo, el más indomable de la familia. Es el que promueve un paro general en el corto plazo. Correr con la Justicia a Hugo Moyano, sería despertar el pánico en el resto de la dirigencia y poner al sindicalismo con la guardia bien alta, cuando después de octubre el Gobierno necesita empezar a negociar de manera urgente la reforma laboral. También hay quienes sostienen que si el Gobierno está empeñado en un camino de mani pulite, debería investigar la fortuna del dirigente de Uatre, Gerónimo Momo Venegas, por la que están peleando a brazo partido sus familiares con un presunto testaferro.
La aceleración de la embestida político-judicial contra sectores polémicos del sindicalismo, a solo una semana de la detención de Medina y después de la renuncia de la cúpula de la UOCRA en Bahía Blanca, reavivó los fantasmas puertas adentro de la CGT. Sobre todo, tras los insistentes rumores sobre la existencia de "una abultada lista" en el Gobierno sobre los próximos dirigentes apuntados, una especie que hasta colocó al propio Moyano entre los nominados.
Con ese telón de fondo fue interpretada la reaparición del camionero y su aliado, el gastronómico Luis Barrionuevo, en el confederal. "No se puede pasar por alto, hay que empezar a cerrar filas y preparar una respuesta antes de que sea tarde y vengan por todos", deslizó un referente del consejo directivo de la central obrera.


LO MANDARON AL FRENTE SIN ANESTESIA

Pero volviendo al caso Medina, hay quienes aseguran que la suerte del polémico dirigente estaba echada hace seis meses, cuando Gerardo Martínez, jefe del gremio de la construcción a nivel nacional, se lo entregó en bandeja al Presidente. Fue durante un viaje a Holanda, en el al avión que llevaba a Macri a reunirse con el rey Guillermo y su esposa Máxima. Martínez fue el único sindicalista distinguido con esa invitación y aprovechó la oportunidad para apretar el gatillo contra Medina y vaciarle el cargador de sus rencores contenidos. Fue su venganza, frente a decenas de desplantes y rebeldías a la conducción nacional por parte del dirigente platense.
Después de ese viaje, los operadores del oficialismo se encargaron de instalar el nombre de Medina en el menú de algunos programas periodísticos, como ocurre ahora con Víctor Santamaría, el titular del gremio de los porteros, que también está en la mira del Gobierno por una presunta cuenta en Suiza de más de cuatro millones y medio de dólares.
Lo cierto es que Martínez no solamente alertó a Macri sobre las maniobras extorsivas del "Pata", sino que además le habría acercado datos sobre la relación del titular de la seccional La Plata con la venta de drogas en las obras de la capital bonaerense. Hay quienes afirman que en esos lugares, "volaban los sobrecitos, al igual que frente a la sede de la avenida 44 entre 4 y 5".
De todos modos, Vidal -quien aún no tiene encuestas sobre el impacto del caso Medina- soltó una frase delante de los suyos para no aparecer en algún tipo de cruzada contra los gremialistas: “Mi enemigo no es el sindicalismo, es el narcotráfico”, recordando otra de las prioridades que suele esgrimir en público el presidente Mauricio Macri.
Las primeras espadas de la gobernadora sostienen que para que cale hondo la letra dura de la ley: “Acá en La Plata no se puede confiar en nadie, lo mejor sería que el caso quede en manos de un juez que no haya tenido contacto con El Pata”.

ESTA DEPRIMIDO Y MUY MEDICADO

La que hasta ahora esquivó el largo brazo de la Justicia, fue Analía, la hija de Medina, pero con quien tiene una distante relación. “Any”, de pasado como remisera, tuvo su momento de fama cuando probó suerte como bailarina de cumbia y hasta intentó entrar al reality de Gran Hermano, situación que no prosperó.
Medina se encuentra alojado en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza, pero su estado de salud no es el mejor. Lo que se comenta, es que se encuentra algo deprimido y con las defensas bajas. Los médicos de la cárcel le hicieron exámenes más profundos que los habituales porque le detectaron hipertensión, obesidad, gastritis y otros males, como un principio de ACV que sufrió en 2014. Ese cuadro lo obliga a que deba ingerir cinco medicamentos diarios para sobrellevar los achaques.
Cuando dejó el hospital de la cárcel, Medina entró al pabellón C15 de la Unidad 28, donde comparte paseos por el patio, programas de TV en el salón de usos múltiples y conversaciones en las duchas con el ex secretario de Obras Públicas José López (el de los bolsos) y con Ricardo Jaime, ex secretario de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner y hombre de extrema confianza de la ex pareja presidencial.
Cristian, el hijo de Medina, se encuentra cerca, en el pabellón D1, acompañado por Lázaro Báez -socio de los Kirchner y preso como parte de la investigación de La Ruta del Dinero K- y Daniel Pérez Gadín, contador de Báez. En ese mismo pabellón, separado por dos rejas del primer sector, se encuentra Alejandro “Gato Seco” Álvarez, un narcotraficante colombiano.

HAY CAUSAS DE EXTREMA GRAVEDAD

Según la mirada de un destacado penalista platense, la situación procesal de Medina, acusado de lavado de dinero, extorsión, apriete a empresarios y sospechado de comerciar drogas, es muy complicada, lo suficiente como para augurarle "un largo tiempo tras las rejas".
Pero allí no termina la historia. El sindicalista podría ser condenado hasta a tres años de prisión, en un juicio oral que se lleva adelante por golpear a una mujer policía y a su compañero en un control de tránsito, realizado en la ruta provincial 11, el 29 de enero de 2014.
Medina está imputado, junto a su hijo Agustín Facundo, por cometer el delito de "atentado a la autoridad agravado por poner mano en la autoridad". En el caso del joven, a ese cargo se le suma el de "lesiones graves", ya que le fracturó la pierna -el peroné- al policía que lo había detenido en el control.
Medina fue llevado a juicio oral el 18 de septiembre, pocos días antes de que el juez federal de Quilmes, Luis Armella, ordenara su detención y la de su hijo Cristian "Puli" Medina y su cuñado David García. Esos tres acusados también están imputados en una causa provincial que lleva adelante el fiscal platense Álvaro Garganta. El funcionario judicial también había ordenado la detención de otras ocho personas que también se negaron a declarar; entre ellas la mujer de "el Pata", María Fabiola García, y el hijo que está acusado de golpear al policía.
El hecho por el que está siendo juzgado ocurrió cuando dos efectivos que cumplían funciones en el Operativo Sol a la altura del kilómetro 307, de la ruta 11, divisaron una camioneta Toyota Hilux y un Peugeot 308 que venían sobrepasando vehículos en zona de doble línea amarilla, rodados que lograron interceptar recién dos kilómetros más adelante.
Cuando los policías le pidieron la documentación de la camioneta a Medina, y después de que le avisaran que el vehículo sería retenido, el gremialista se bajó y, tras insultar y gritarle a la mujer policía, intentó sacarle por la fuerza los documentos. Hubo un forcejeo y Medina, que mide más de 1,80 metros, derribó de un empujón a la agente. Su compañero intentó defenderla, pero en ese momento fue atacado a las trompadas por el hijo del dirigente sindical, quien le fracturó el peroné.
"Los dos acusados fueron detenidos y en ese momento llamaron a una patota de la Uocra platense, que llegó en micro a los tribunales de Dolores y amenazó con romper todo", reveló un estrecho colaborador del fiscal general de Dolores, Diego Escoda, con acceso al expediente.
La fuente precisó que la fiscalía podría pedir hasta tres años de prisión para Medina y hasta tres años y seis meses para su hijo, por las lesiones graves que le produjo al policía.

EL DIA QUE SE TOREO CON ANIBAL FERNÁNDEZ

Con Medina lejos de las mieles del poder y caído en desgracia en el ámbito sindical, brotan por los poros de la ciudad algunas de sus historias desopilantes. Una de ellas fue recordada por un memorioso, cuando protagonizó un altercado con Aníbal Fernández, a principios del 2000, cuando era secretario de Trabajo del gobierno bonaerense. El duro cruce se produjo por la toma de un obrador donde se planificaban los trabajos para levantar el Estadio Unico.
¡Te voy a quemar todas las máquinas! ¡Voy a prender fuego la provincia hijo de puta! — le dijo a los gritos con su voz pastosa el Pata Medina.
—¡¿Escuchaste?! ¡A mí no me sacás de acá porque quemo todo! —volvió a provocar el robusto sindicalista.
—¡Y vos a mí no me apurás! ¡Y de acá te vas a ir ya! —le retruco el funcionario.
Estuvieron a un paso de irse a las manos pero la policía, con Infantería, la Montada y la División Perros que llegaba con la orden de desalojo, los separó y puso fin al entredicho.
Cuenta la leyenda urbana, que al Pata Medina lo persigue el delirio piromaníaco . Hay numerosos antecedentes de amenazar con abrir las puertas del infierno. Del mismo modo que lo hizo en el preámbulo de su reciente detención, también metió miedo en una jornada de protesta del 2008, frente a las refinerías de YPF de Ensenada. "Yo sé dónde poner el fósforo", alardeó ante las autoridades.
El sindicalista acumula un manual de expresiones explosivas, xenófobas y racistas. De hecho, solía exigir a las empresas que reemplacen a obreros bolivianos y paraguayos por otros registrados en la bolsa de trabajo del gremio. Y, de paso, que contraten un servicio de catering del que se asegura que es socio encubierto.
En sus 20 años al frente de la seccional platense de la UOCRA, se valió de barrabravas de Cambaceres, Estudiantes y Gimnasia para sus actos intimidatorios. Esa manera de conducirse, que incluyó agresiones a mujeres, ya lo había llevado a la cárcel. La Justicia ahora tiene la palabra. Habrá que ver si llega hasta el fondo de la olla, para que ninguna otra mafia intente ocupar el lugar que dejó vacante el polémico dirigente. Tal vez un largo inquilinato en la prisión de Ezeiza, lo haga reflexionar sobre lo que es atenerse a las reglas en el Estado de Derecho.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP. Su correo electrónico es [email protected].

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