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Lo consideran enemigo público: ofrecen recompensa de $ 1 millón por "el Hombre del Mortero"
El gobierno quiere preso al militante de izquierda Sebastián Rodrigo Romero que saltó a la fama durante los incidentes del 19 de diciembre en el Congreso
El Gobierno ofreció una recompensa de un millón de pesos para quienes brinden datos que posibiliten dar con el paradero de Sebastián Rodrigo Romero, el militante de izquierda que aún permanece prófugo desde el 19 de diciembre, tras haber protagonizado incidentes en el Congreso durante la protesta por la reforma previsional. Este individuo cobró notoriedad por haber atacado durante los disturbios a efectivos policiales con un arma tumbera de fabricación casera similar a un mortero. La resolución publicada en el boletín oficial, que lleva la firma de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, indica que el activista participó “en las conductas violentas desplegadas contra el personal de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que conformaba una línea de contención para evitar el avance del público hacia el Congreso de la Nación”. Asimismo precisan en el texto que quien pueda suministrar datos sobre el paradero de Romero deberá comunicarse con el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia, al número 134. Hay que señalar que Romero reapareció en marzo a través de las redes sociales para denunciar persecución política, a la vez que arengó a luchar para “sacar a Macri como sacamos a De la Rúa en 2001”. También indicó que hacía "tres meses no veía a su familia". El ex precandidato a diputado nacional del Partido Socialista de los Trabajadores Unificados (PSTU), que está imputado por intimidación pública, daños y resistencia a la autoridad aseguró que está “siendo perseguido como si fuera un terrorista” por haber sido “parte de los miles que el 18 de diciembre resistimos en las calles contra el robo que estaban haciéndoles a los jubilados en el Congreso. A pesar de que votaron la previsional, ese día le paramos la mano a la reforma laboral, y eso no lo perdonan”.
También señaló que: “Soy un obrero como tantos otros, pero hace más de tres meses que no veo a mi familia, mis amigos, a mis compañeros de la fábrica ni a mis vecinos”, señaló el militante en su cuenta de Facebook. En esa ocasión, argumentó: “El Gobierno me quiere preso para meterles miedo a todos los que están luchando. Como parte de la persecución me despidieron de mi trabajo en la General Motors, donde también fui delegado”. En ese marco, concluyó: "No da para más, los trabajadores, las mujeres que están peleando por los derechos, los jóvenes y todos los sectores populares tenemos que sacar a Macri como sacamos a De la Rúa en 2001".