jueves 31 de octubre de 2024 - Edición Nº4054
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Volver a la normalidad aún queda lejos

*Por Jorge Joury.- Todo parece indicar que Alberto Fernández ya tomó la decisión de anunciar el 24 la extensión de la cuarentena por otras dos semanas y un probable el retorno a un confinamiento estricto en el Área Metropolitana Gran Buenos Aires.


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    Esa es la zona denominada AMBA, donde se concentra más del 70% de los casos positivos de COVID-19.
    Las palabras del gobernador bonaerense Axel Kicillof de las últimas horas, también parecerían ir en esa misma dirección. El mandatario utilizó el término más dramático para ejemplificar el momento que se vive frente a las impaciencias de la población por el largo confinamiento. "Volver a la normalidad es un sueño, un suicidio colectivo" ya que "el coronavirus está circulando". Y señaló que se busca "reactivar el proceso productivo sin correr riesgos excesivos".
    Por estas horas, Kicillof reniega de quienes hablan de comenzar a salir de la cuarentena. Admite que el 20 de marzo no estaba tan convencido de iniciar el aislamiento decretado pero detalla que tomó conciencia de su importancia pocos días después. Ahora entiende que este es el peor momento para levantar restricciones y se muestra duro ante la posibilidad de que el propio presidente, Alberto Fernández avale las salidas recreativas autorizadas por Horacio Rodríguez Larreta. Insiste con lograr mayores controles en el uso de transporte público aunque prefería que los bonaerenses no se trasladen a Capital Federal para trabajar.   
    Frente a este escenario y con el pico de la pandemia tocando bocina frente a la zona más sensible de Buenos Aires, Alberto Fernández dio la orden de que medio gabinete nacional peregrinara hasta La Plata para acompañar a Kicillof en la presentación del “Protocolo de intervención para barrios populares” en el conurbano bonaerense, a partir del leading case de contagios masivos en las villas de la Ciudad de Buenos Aires que ya superan los mil infectados de coronavirus. Se trata del primer gesto tangible de apoyo, luego de la tensión entre el gobierno bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires por la apertura de comercios porteños dispuesta por Horacio Rodríguez Larreta.
    La reunión se realizó en la residencia de la calle 6 y fue presidida por Kicillof y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero. Además participaron vía teleconferencia 135 intendentes. Entre los Comité Opreativos de Emergencia (COE) de nación y provincia, se decidió implementar un sistema de testeos casa por casa para detectar febriles y asintomáticos, en las zonas más populosas del conurbano. Además, se pondrá en marcha un plan de vacunación con las dosis de antigripales por la llegada del frío y se reforzará el aporte de alimentos en unos 1.400 barrios.
    Hay que señalar, que la Casa Rosada tuvo que intervenir para realizar una discreta mediación entre la Provincia y la Ciudad y aplacar de paso las críticas que los intendentes del PJ  elevaron a Kicillof a partir de la flexibilización de la cuarentena en la Capital Federal. Los jefes comunales le transmitieron al gobernador su temor por el aumento del movimiento poblacional en el conurbano de personas que viajan a trabajar a comercios porteños con el riesgo de contagiarse y retornar con el virus a la provincia de Buenos Aires. El gobierno nacional prefiere mantener una buena relación con Horacio Rodríguez Larreta porque comparten cercanía y estrategias frente al avance del virus.
    Por eso desde el gobierno nacional se reforzaron los controles en los accesos a las estaciones de tren interjurisdiccionales, es decir las cabeceras que ingresan desde provincia a la Capital Federal, con mayor presencia de policía federal, bonaerense y de la Ciudad con el objetivo de verificar que sólo ingresen trabajadores de rubros esenciales o exceptuados. 
    La misma metodología se aplicará en el transporte público terrestre que penetre el límite entre ambas jurisdicciones. En esa dirección, se acordó establecer "limitaciones muy fuertes en cuanto al transporte" para evitar el "intercambio de virus". El Gobernador detalló que la idea es que entre ambas jurisdicciones sólo puedan moverse los considerados trabajadores esenciales. A esa medida, se sumó el pedido del infectólogo Pedro Cahn, asesor presidencial del comité de expertos, quien pidió a los bonaerenses que no se trasladen a trabajar a la Ciudad de Buenos Aires.
    En medio de las polémicas surgidas en torno a las medidas de flexibilidad de Horacio Rodríguez Larreta, desde Provincia comienzan a barajar diferentes opciones para pararse frente a los riesgos de contagios hacia el conurbano. En ese sentido, ya comenzaron a emerger posiciones encontradas hacia adentro de la gestión de Kicillof.
    Fue el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien deslizó la posibilidad de “aislar” a la provincia de Buenos Aires respecto de la Capital Federal. Según el funcionario, ambas jurisdicciones tienen “realidades sanitarias distintas”. “Hoy no hace falta blindar a la Capital, mañana no sé”, fueron las palabras de Berni en diálogo con el canal América, donde presentó la opción de una eventual clausura de accesos entre ambos distritos.
    No obstante, en contraposición con esa idea, la ministra de Gobierno, Teresa García, salió a aclarar que tal propuesta no está entre los planes Kicillof, sino avanzar con el desarrollo de controles sanitarios más estrictos. “No está considerado cerrar accesos con la Ciudad. Lo que ha pedido el gobernador es mayor control en el transporte público y en los accesos. Supongo que Sergio Berni se habrá referido a eso”, expresó García.
    Entre sus argumentos, Sergio Berni sostuvo que “la actividad económica de la Capital es totalmente distinta a la de la Provincia” y que “la Ciudad vive del comercio” pero “la Provincia vive de la industria manufacturera. Entonces, la Capital Federal pone los comercios y la provincia pone la gente que va a trabajar”.
    Tras conocerse las declaraciones del titular de Seguridad bonaerense, la ministra de Gobierno salió a bajarle la temperatura a esos comentarios y aclaró que no está entre los proyectos del gobierno de Kicillof. Después de la bajada de linea que dio el Presidente, por ahora los cañones contra Larreta dejaron de humear.
     
    *Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas. 

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