Rechazaron la prisión domiciliaria a un cura que violaba a tres monjas y después las confesaba
Se trata del sacerdote Manuel Pascual que ahora está detenido en el penal de Ezeiza.
De acuerdo con los testimonios de las mujeres en Telenoche, los ataques sexuales comenzaron en 2012 y siguieron, al menos, hasta 2016.
Según denunciaron las víctimas, el sacerdote comenzaba sensibilizándolas con temas personales, les inculcaba una “absolución” del dolor que llevaban consigo y, antes de violarlas, les proponía “gozar”. Después de cometer el abuso, estando las religiosas con el hábito puesto, las confesaba.
Pascual era el líder espiritual de la congregación y el que regía la vida diaria del lugar. El cura les prohibía hablar entre ellas, les obligaba a estar a dieta e, incluso, les impedía tener acceso a la medicina.
Las víctimas acudieron primero a la Iglesia que, aseguran, les dio la espalda. Luego fueron a la Justicia, que procesó a Pascual y lo envió a la cárcel de Ezeiza con prisión preventiva.
Las monjas también denunciaron que el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, dio soporte a la prisión domiciliaria que Manuel Pascual exigía.
La Cámara del Crimen, sin embargo, rechazó el pedido y, por ahora, Pascual seguirá preso en Ezeiza, según determinó el juez de primer instancia Javier Sánchez Sarmiento.
El arzobispado de Buenos Aires emitió un comunicado sobre la denuncia por abuso sexual contra Manuel Pascual, en el que detallaron que la investigación fue elevada a la Congregación para la Doctrina de la Fe en la Santa Sede y que ese organismo ordenó un proceso judicial canónico a cargo del Tribunal Eclesiástico Bonaerense.
Paralelamente, los denunciantes se presentaron ante la Justicia, donde se inició un proceso que determinó la prisión preventiva del sacerdote.
Finalmente, el arzobispado recordó que desde el comienzo del proceso penal respondió a los requerimientos del Tribunal Nacional, y reiteró su “compromiso de seguir trabajando para evitar dentro de la Iglesia toda clase de abusos”.