“Han dejado infinidad de vecinos solidarios, ONG, clubes de barrio, comedores librados a su suerte y no queremos pensar que el hecho de que estos maravillosos amigos que no tienen “capacidad de movilización”, que no transitan la lógica de las denominadas organizaciones sociales de marchas y cortes de calles, son destratados justamente porque no visibilizan su tarea con los métodos de partidos políticos”.

Tras un relevamiento efectuado por la organización La Plata Solidaria cuyos datos alarmantes arrojan que la asistencia a ollas, merenderos, comedores y clubes de barrio en algunos casos se ha triplicado desde el inicio de la pandemia solicitan que organizaciones solidarias coordinen con el Municipio, la Provincia y Nación la asistencia inmediata a estos sectores para que puedan sostener su tarea.

El trabajo en cuestión abarcó 18 puntos de asistencia alimentaria en diferentes localidades de la ciudad. Se trata de merenderos, comedores, clubes barriales que no tienen “pertenencia partidaria” y no están representados en el Comité de Crisis platense.

De los datos surge que de todos estos lugares, en sólo una ocasión tuvieron asistencia del Estado. Que en su totalidad mantienen la labor solidaria que beneficia a familias enteras con donaciones de particulares, ONG solidarias y Comercios.

Las viandas que se entregan distan mucho de ser lo que en cuanto a calidad alimentaria debería ser, siendo casi exclusivamente comida elaborada a base de farináceos con algunos agregados de pollo (alitas y menudos).

“Creemos que en dicho Comité de Crisis no se tiene en cuenta el enorme esfuerzo de anónimos que en cada rincón de la ciudad realizan una tarea formidable sustentada en donaciones de particulares y comercios y que es hora que el Estado Municipal, Provincial y Nacional por los mecanismos que corresponda, arbitre los medios necesarios, que posibiliten a estos platenses continuar con su infinita vocación solidaria”, sostuvo Pablo Pérez, coordinador de La Plata Solidaria.

“Tenemos casos como el de Villa Alba en donde lugares armados por los vecinos que daban de cenar a 90 personas diariamente han tenido que dejar de hacerlo por falta de alimentos por el simple hecho de no enrolarse en un movimiento político”, agregó.

“Es hora de que el Estado asista a estos verdaderos héroes que nada piden a cambio por su titánica tarea y que ponga un coto, un límite a quienes en la periferia de la ciudad con actitudes prebendarias y clientelares juegan con el hambre de la gente, finalizaron desde La Plata Solidaria.