viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3866
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El mismo día, sinfonía de un sentimiento y la salida en La Plata del diario que hizo historia

*Por Jorge Joury.- Me llamó Hugo Flucha, secretario de Prensa del por entonces gobernador de Buenos Aires, Victorio Calabró. Fue para avisarme que había muerto Perón. Era media mañana, me aclaró que Presidencia lo informaría al país después de las 13.


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Por:
Jorge Joury
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    Aquel primero de julio de 1974 me llamó Hugo Flucha, secretario de Prensa del por entonces gobernador de Buenos Aires, Victorio Calabró. Fue para avisarme que había muerto Perón. Pero aún habían decidido mantenerlo bajo siete llaves. Era media mañana. El general estaba muy enfermo. No obstante, la noticia me paralizó. Hasta allí, creo que era el secreto mejor guardado. Inmediatamente llamé a otros dos colegas de diarios nacionales y se manifestaron sorprendidos. Flucha me aclaró que Presidencia lo informaría al país después de las 13. Se pensaba en armar una movilización popular, que al final no se concretó porque la Argentina atravesaba horas difíciles y se temían enfrentamientos. Por rara coincidencia del destino, ese mismo día en La Plata nació Diario Popular. No podía ser de otra manera, las palabras Perón y Popular, están ligadas a fenómenos convergentes. Pero los caminos se abrieron. Diario Popular se convirtió con el paso de los años en el tercer medio del país más importante en ventas y la figura de Perón se hizo leyenda.
    En la mañana de ese primero de julio, a los 78 años, después de haber padecido un infarto agudo de miocardio,
    Perón recibió la extremaunción de parte del sacerdote Héctor Ponzio en Olivos y a las 13.15, los médicos Pedro Cossio y Jorge Taiana, junto con los doctores Domingo Liotta y Pedro Vázquez, firmaron el certificado de defunción.
    "Ha muerto un apóstol de la paz y la no violencia", anunció con voz entrecortada por televisión Isabel Martínez, la mujer que desde ese día iba a gobernar el país en medio de una turbulencia social hasta el 24 de marzo de 1976, cuando un golpe cívico militar la derrocó.
    EL CONSEJO DEL GENERAL PREVISOR
    Una versión que obtuvo Heriberto Kahn, un periodista muy bien informado que trabajaba en el diario La Opinión dio cuenta que  en la mañana del lunes 1º, Perón había pedido consultar al secretario Legal y Técnico de la presidencia, doctor Gustavo Caraballo, a fin de estudiar la posibilidad de que, a su muerte, el poder pasase directamente a Ricardo Balbín. Ante el sorpresivo planteo, Isabel guardó silencio, pero López Rega protestó de manera airada, argumentando que era inconstitucional. Caraballo también señaló las enormes dificultades legales que deberían sortearse. Más tarde, el propio Perón le dijo a Caraballo que dejase de lado la propuesta.
    Sin lugar a dudas,  que al viejo caudillo le preocupaba el desempeño de su esposa al frente del gobierno. "Ahora llega el momento de demostrar que ese aprendizaje no fue tarea inútil ni desaprovechada… Nunca tomes una decisión importante sin consultar a Balbín", le aconsejó a Isabel.
    La congoja popular ante la pérdida del hombre que había concedido derechos sociales y ciudadanos a los trabajadores argentinos fue enorme, tanto como la incertidumbre que provocaba el vacío político que dejaba con su ausencia.
    Se calcula que mientras el cuerpo de Perón fue velado en el Congreso, unas 46 horas y media, bajo una cortina de agua, desfilaron ante el féretro casi 135 mil personas. En tanto, afuera más de un millón de argentinos quedaron sin dar el último adiós a su líder. Hasta las 9 del jueves 4 llovieron sobre Buenos Aires 14 milímetros . 
    EL VIEJO ADVERSARIO EMOCIONO AL PAÍS
    Una verdadera marea humana con lágrimas en los ojos se había concentrado a lo largo de las avenidas Callao y del Libertador para rendir homenaje al paso del cortejo al presidente desaparecido. Lloraron hasta los soldados, como lo refleja la foto que ilustra esta nota. Fue ante el paso lento de la cureña con los restos del ex presidente, escoltada por los granaderos. Más de dos mil periodistas extranjeros informaron de todos los detalles de las exequias al mundo entero. Esto refleja lo que significaba Perón para el mundo.
    Le tocó a Ricardo Balbín despedirlo. Comentan que ese día se olvidó el papel con el discurso en el departamento de Antonio Tróccoli. Pero el viejo líder radical tenía experiencia para improvisar y contagiar emoción. Y así lo hizo cuando pronunció la frase: “Un viejo adversario despide a un amigo”. Son palabras que quedarán por siempre grabadas a fuego en la memoria colectiva.
    Resulta difícil encontrar momentos que marquen con tanta contundencia la amistad en la Historia Nacional. No hay que olvidar que  nuestro derrotero se escribió con sangre y enfrentamiento, o al menos eso es lo que nos enseñaron en las aulas.El gesto de Balbín fue comenzar a cerrar la grieta, pero las disidencias por esas horas eran tan grandes, que el país se terminó partiendo ideológicamente en una guerra entre bandos armados que avivaron la llegada de la dictadura militar.
    LAS ROTATIVAS TAMBIEN RUGIERON
    Pocos saben que el día que murió Perón, por rara coincidencia del destino, nació en La Plata el Diario Popular. Su  logo originario fue "El Diario Platense". Una idea de David Kraiselburd, el legendario Director de El Día. Por aquellos tiempos Crónica trataba de copar el mercado local. Kraidelburd lo olfateó. y un  día me dijo dijo: "nadie puede vender más de 5 mil ejemplares en esta ciudad que no seamos nosotros". Durante esas jornadas de preparativos, donde nunca hicimos número cero y salimos de una, David me preguntó: "¿Cuánto cree que vamos a vender?". Arriesgué de una, tirando la cifra de 10 mil ejemplares. ¿Jugamos un asado?, preguntó. Claro, respondí. Yo gané la apuesta por lejos. Pero el veterano periodista nunca pudo ver la salida del diario que ideó. Lo secuestró la organización Montoneros y le dio muerte el 17 de julio de ese mismo año. Para los jóvenes que aprisionábamos sus enseñanzas, fue una verdadera tragedia.  En David Kraiselburd, no solo habíamos perdido un gran hombre, sino una suerte de padre periodístico, un faro, al que para mí nadie pudo igualar.
    Pero sus enseñanzas avivaron el fuego sagrado ganador. En un cuartucho de una casa reacondicionada, ubicada a mitad de cuadra de la calle 39 entre 4 y 5, con mucho esfuerzo, comenzamos a tejer una ilusión. Con un pequeño grupo de compañeros, empezamos a transitar el camino de un sueño. Vivíamos más en el diario que en nuestros hogares y peleábamos con mecanismos a tracción a sangre, como eran las viejas Olivetti Poco tiempo después quedó atrás la marca de "Diario Platense" y pasó a ser Diario Popular. Habíamos comenzado a explorar con éxito el Gran Buenos Aires donde el diario despertaba interés. Hasta la previa al Mundial de Fútbol de 1978, peleamos a distancia el mercado de capital federal, con las desventajas del caso. Pero antes de ese acontecimiento, inauguramos el color. La realidad se ve en colores le dije una vez al "Cholo" Peco, el capo de los recorridos de diarios que me toreó señalanándome que solo los diarios en blanco y negro eran serios. 
    EL PRIMER DIARIO COLOR DE LA ARGENTINA
    Ya  como jefe de redacción, tuve el honor de hacer la tapa del primer diario color de la Argentina. Y cuando la Selección Nacional salió campeón mundial, vendimos casi 280 mil ejemplares. Mandábamos un avión privado a Rosario el mismo día que jugaba Argentina y al otro día publicábamos las fotos color del partido a lo ancho y a lo alto de la tapa. Ni El Gráfico lo podía hacer. El diario se había convertido en una revista que brillaba en los kioscos. De esa manera, nos pusimos los pantalones largos y la prensa nacional nos tendió la alfombra roja. Eso hizo que los dueños de la empresa compraran un edificio  en Avellaneda e instalaran allí las rotativas. Fue a un lugar estratégico. Estábamos a un paso de la capital y a otro de GBA. Con el paso de los años llegamos a convertirnos en el tercer diario de mayor venta en el país. Durante 35 años defendí con orgullo la camiseta del Popu en la trinchera de papel y tinta, como le gustaba decir a Cacho Rubio. Lo hice con históricos compañeros y conductores con liderazgo, como Juan Carlos Mohamed (Lucho Bravo), primero y luego con Alberto Albertengo (El Chango). Lamentablemente, los dos fallecieron, pero dejaron su sello. Además, por esa redacción pasaron plumas de lujo como Ramiro de Casasbellas, Jorge Lozano y Luis Sciutto (Diego Lucero), entre otros. Por todo eso, cada primero de julio me revive aquella jornada del 74 donde el pueblo despedía a Perón y nosotros amasabamos un sueño. Finalmente, después de un litigio entre socios, el diario quedó en manos de la familia Fascetto.
    El politólogo e historiador Julio Bárbaro, sostiene que: “El peronismo no existe, es un recuerdo que da votos”. Pero Diario Popular es una epopeya periodística que rinde examen todas las mañanas y sobrevivió milagrosamente a las crisis. Pese a los 46 años, ya peinando canas en el periodismo, "El Popu" se mantiene como referente de los principales medios de comunicación del país. Su actual director, Francisco Fascetto  sostiene que "lleva en alto la bandera de la libertad de expresión, con el compromiso de valorar siempre a los lectores".

    *Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.   

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